todo irá bien
¿Qué hacemos con Mapi?
En nuestro país nunca puedes ser víctima frente a un catalanista o barcelonista y ya no digamos si es mujer. Ante ellos sólo puedes ser culpable, facha, agresor skin y ojo que también nazi
#Empezó: Mapi León descoloca el relato
Un incendiario toque de genitales
Evidentemente Mapi le toca la entrepierna a la jugadora del Espanyol como Míchel los pelendengues a Valderrama. Evidentemente está fuera de lugar, como el beso de Rubiales a Hermoso. Al tener Rubiales un cargo representativo y fallar clamorosamente en los ... mínimos exigibles a tal respecto, junto con tocarse la masculinidad en el palco en compañía de la Reina, fue cesado fulminantemente.
Los tres casos son parecidos aunque Rubiales tenía un plus de responsabilidad como jefe y como cargo público. El primero es de otra época, que tenemos que recordar con nostalgia porque no se daba importancia a lo que no la tenía en absoluto. Eran anécdotas, picantes, pero anécdotas. Valderrama habría quedado como un idiota —y realmente lo habría sido— si hubiera denunciado a Míchel por agresión.
Y entonces, ¿qué hacemos con Mapi? Según los estándares actuales, y en pro de la igualdad tan reclamada entre hombres y mujeres, lo que procedería es la cancelación inmediata de la jugadora: la expulsión del Barça con la humillación añadida de que el club la denostara en un tremebundo comunicado; la suspensión de su ficha federativa; varias preguntas parlamentarias de Sumar y de Podemos; y manifestaciones de Sos Racismo, silenciosas y con prendidas velas, frente a la casa de la víctima, porque además de mujer es negra.
Una querella contra Mapi tendría que haber sido ya presentada, por agresión sexual y la petición expresa de por lo menos cuatro años de cárcel, y en los próximos días tendría que estar organizándose el juicio con toda clase de imágenes, testigos y a poder ser un juez gritón que bajo la apariencia de poner orden en la sala la incendiara todavía más con sus exabruptos extemporáneos en busca de sus 'shorts' o 'reels' de gloria en las redes sociales. Esto es lo que le correspondería a Mapi por su toque o roce, además de la repulsa social y la imposibilidad de ser contratada por nadie ni para nada. Éste es el mundo que hemos creado.
También nos podríamos preguntar si nos gusta vivir de linchamiento en linchamiento como si las personas y sus vidas no valieran nada. También nos podríamos preguntar si realmente nos sentimos cómodos siendo no más que carnaza y material de derribo los unos para los otros. Y tratar a partir de ahí de hacer algo mejor.
Pero no. No va a pasar nada. Porque la agresora es una mujer, porque ni ser negra puntúa en el mural de los agravios si eres del Espanyol, y porque el patrimonio del victimismo en España lo tienen Cataluña y el Barça. En nuestro país nunca puedes ser víctima frente a un catalanista o barcelonista y ya no digamos si es mujer. Ante ellos sólo puedes ser culpable, facha, agresor skin y ojo que también nazi.
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