Polideportivo
El balonmano español tras el Europeo: ¿resbalón o crisis?
La extraña eliminación de la selección de balonmano en el pasado torneo abre el baúl de las dudas de cara al inminente preolímpico de marzo para clasificarse para París 2024
La España más gris queda eliminada del Europeo a las primeras de cambio

Decepción en los jugadores española
La escena en Mannheim, Alemania, era difícil de explicar. El pasado día 15, la selección española de balonmano, tras ocho años de idilio con el Europeo, vencedores en 2018, 2020 y subcampeones en 2022, caía eliminada en la fase preliminar del torneo tras un ... estrambótico empate ante Austria (33-33). El tiro de Garciandia, a falta de cuatro segundos para el final del duelo (solo valía la victoria para avanzar) ni siquiera se acercó al larguero y el resbalón se hizo efectivo. Sin uno cierra el corazón a las emociones, la caída no fue tan dura pues, el bronce conseguido en el Mundial del año pasado, había dado acceso al Preolímpico para los juegos de París de este mismo verano. Pero, claro, en caliente, la inesperada derrota ha dado paso a las dudas del grupo dirigido por Jordi Ribera.
Y es que, en la casi inmaculada trayectoria del combinado nacional en la última década, la gran herida fue la no clasificación para Río de Janeiro 2016, tras ser subcampeones continentales, pero derrotados en el preolímpico ante Suecia pocos meses después. Un bache del que costó salir y que ha revivido los fantasmas de cara a la cita gala. La situación que obliga a una recomposición exprés, pues del 14 al 17 de marzo se disputará el Preolímpico, en una sede aún por concretar y ante rivales como Brasil y Baréin. Se acerca la tormenta y toca meter el bisturí para ver qué falló en tierras teutonas.
Una de las teorías más consolidadas es que, simplemente, todo fue mal. Como decía Carlos Sainz tras ganar su cuarto Dakar, a veces la fortuna te impide ganar o, en este caso, sobrevivir. El Europeo se puso cuesta arriba a las primeras de cambio, con una sonora derrota ante Croacia. Además, las lesiones fueron una constante. Miguel Sánchez Migallón y Kauldi Odriozola sufrieron sendas fracturas en la mano y, en el duelo ante Austria, Agustín Casado, uno de los líderes del conjunto, se tuvo que retirar tras torcerse el tobillo. A las bajas se le unió la escasa efectividad defensiva, falta de acierto en los momentos cumbre de los duelos y una expulsión de Álex Dujshebaev en la segunda parte, también contra Austria, lo que formó un cóctel perfecto que dio paso a la prematura eliminación.
Jacobo Cuétara, entrenador del Bidasoa Irún de primera división, se muestra muy tranquilo respecto a la situación del equipo español. «Está claro que no estuvo al nivel habitual. Pero hay que entender que un Europeo en el que también está en juego un billete para el Preolímpico puede ser el torneo más difícil del mundo. Aquí están los mejores del planeta y, encima, todos van a muerte por el premio de, en este caso, ir a París en verano».
En territorio comanche
Además, para el técnico, el ambiente hostil de Mannheim también fue un factor a tener en cuenta. Los pupilos de Ribera vieron cómo, en el partido inaugural, las gradas estaban repletas de aficionados rivales y, ante Austria, por la proximidad del país con la sede alemana, más de lo mismo. «La selección también adoleció de un bloqueo mental en el partido inaugural, algo muy común en el balonmano, ya sea en una Final Four o en un partido de categoría infantil. Si quieres dar la sorpresa, el primer partido es el momento. Estoy seguro de que si Croacia hubiese sido el rival de la segunda o de la tercera jornada, el resultado hubiese sido diferente».
Pero esto es deporte de élite y la mala suerte no sirve de excusa. Es muy difícil de explicar que, por primera vez en su historia, tras 16 participaciones en el Europeo, España no pasase de la ronda preliminar. Además, ante Croacia, encajó 39 goles, su peor marca internacional, la derrota con más diferencia igualando la cosechada, también ante los balcánicos, en el Mundial de 2009. Crudos datos que Cuétara explica desde el plano mental. «Como he dicho, nadie, o prácticamente nadie, estuvo a su nivel habitual. En torneos anteriores, lo mejor de esta selección era que si no aparecían los más habituales, como Cañellas, los hermanos Dujshebaev o Casado, había mucha gente dispuesta a dar el salto y asumir responsabilidades. Pero en Alemania no ocurrió nada parecido. Es algo que, en mi opinión, deriva del plano mental. Comenzar con una derrota tan abultada, que genera tantos titulares, provocó un bloqueo mental. Y eso hizo que el equipo jugase los dos partidos restantes con demasiada tensión». Errores infantiles, como dijo Ribera tras la eliminación.
El entrenador también cree que la selección no necesita un cambio de rumbo radical para apagar el incendio provocado en Alemania. «Habrá que perfeccionar detalles, los que están en el cuerpo técnico saben de sobra qué teclas tocar en los próximos meses. Pero, por otra parte, no creo que haya que darle demasiadas vueltas. Creo que lo ideal es seguir con lo que ha salido bien siempre, que ha dado muchas alegrías al balonmano español. La preparación fue buena y los partidos amistosos previos, también. Lo veo más como un resbalón que como una crisis».
Rumbo al Preolímpico
De cara al Preolímpico, Cuétara afirma rotundamente que hay que confiar en el equipo. «Se han ganado a pulso que se crea en él. Lo más importante es llegar bien a marzo y competir bien». Un mantra que, sin duda, la selección casi siempre ha sacado a relucir en los momentos más peliagudos de su trayectoria.