Las Ventas: las buenas maneras de Mario Navas

Empujando con un pitón y sin emplearse fue la mediocre pelea del primero en varas. El novillo cogió a Daniel Palencia cuando lo sacaba de la segunda vara. Parecía imposible que no le hubiera calado, pero lo peor es que hizo caso omiso a los capotes, y volvió a levantar al subalterno por los aires. Milagrosamente, Palencia se incorporó como si nada, aunque debe marcar el día como nueva fecha de cumpleaños. El novillo además no tenía fuerza: perdió las manos en el quite por delantales de Neyra, y tenía la lengua fuera ya en banderillas, tercio que protagonizó el propio novillero con mérito, porque le echaba la cara arriba cuando clavaba, doblándose de manos en un par de ocasiones. Demostrando voluntad, brindó Ximelis al público. Era incómodo este Mogón, porque hacía hilo, terminaba con la carita arriba y se abría, por lo que dejaba al novillero descolocado. El mallorquín le perdía pasos y tenía que buscar la colocación después de cada muletazo. Así, logró robar algunos naturales estimables. Se pasó un poquito de faena, intentando sacar de donde no había, por lo que el novillo no ayudó nada cuando entró a matar, dejando una media en buen sitio, que fue suficiente.

Poco más de una hora después que hubiera salido el primer novillo, salió el cuarto. Sólo Raúl Ruiz pudo pudo poner orden a una complicadísima lidia, y así someter a un animal peligroso, con nulas opciones y muchas complicaciones. Ximelis optó por abreviar, pero el animal, que se había guardado todo, estaba entero, y entero se volvió con los bueyes de Florito, ante el reiterado mal uso de la espada por parte chaval, al que le sonaron los tres avisos.

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Con la vista cruzada salió el segundo, que hizo extraños en el capote de Neyra y de Diego Ramón Jiménez. Empujó con un pitón y se dolió en banderillas. Tuvo los mismos defectos que su hermano, con casi peor clase, aunque solía acudir presto a la muleta, aunque sin decir nada. Lo intentó el mejicano por todos los medios, pero poco se podía sacar. Se tiró recto a matarlo, y dejó una estocada entera un pelín desprendida.

Sin mayor historia fueron los dos primeros tercios del quinto, donde lo único destacable fue una bonita media abelmontada de Mario Navas en el quite. Comenzó su faena Neyra toreando los medios directamente . El burraco no tuvo las complicaciones de los anteriores, que pasaba sin decir nada. Alargó en exceso la labor Eduardo, no conectando con los tendidos.

Con buenas verónicas por el izquierdo recibió Navas a Príncipe (¡al fin veíamos algo!). Pero ahí acabó el espejismo: el animal no es que no empujara, es que casi no llegó al peto, y se le picó brevemente. Cortaba por el pitón derecho en banderillas. Muy torero comenzó Mario rodilla en tierra sacándose al novillo a los medios, en un bonito inicio de faena. El viento, que estuvo molestando toda la primera parte, parecía haber dado una tregua, y Navas intentó torear con el bonito y particular concepto que tiene, como si fuera bueno el novillo. Pero el de Sánchez Herrero no tenía casi recorrido y se metía por dentro sin clase alguna. La estocada le hizo guardia, y requirió del uso del verduguillo.

Navas dejó al sexto con una bonita media en el caballo. El novillo soltaba la cara tanto en el peto como en banderillas, y comenzó por ayudados por alto Mario, llevándose a Cotidiano a los medios. Muy sosito iba el utrero, y en cuanto le bajaba la muleta, clavaba los pitones en la arena. Dos buenos naturales en la misma boca de riego, y una tanda final de derechazos a pies juntos de uno en uno sirvieron para mostrar sus buenas maneras. Poco más pudo hacer.