Cuando Pau Casals se atrevió a decirle que no al führer
Llega a Madrid 'Música para Hitler', una obra escrita por Juan Carlos Rubio y Yolanda García Serrano e interpretada por Carlos Hipólito, Kiti Mánver, Cristóbal Suárez y Marta Velilla
«Siñir Din Pibli Chisils»: Pau Casals, a través de sus cartas

Pau Casals se exilió en enero de 1939; se instaló en Prades, una localidad de los Pirineos orientales. Acababa de grabar las 'Suites para violonchelo solo' de Johann Sebastian Bach, una pieza que él redescubrió y se convertiría en la columna vertebral del ... repertorio del músico catalán. Un año después, cuando el ejército nazi entró en París, intentó abandonar Francia y trasladarse a Estados Unidos, pero el barco en el que debía viajar fue bombardeado por los alemanes y le obligó a permanecer en Prades, en una casa llamada Villa Colette. Allí recibió, en noviembre de 1943, la visita de tres militares del Gobierno de Adolf Hitler, que querían invitar al violonchelista a tocar ante el führer; Pau Casals, que diez años antes ya había rechazado otra invitación del dictador alemán -decisión que le valió ser considerado «enemigo de la nueva Alemania»-, volvió a decirle que no.
Este episodio ha inspirado 'Música para Hitler', una obra escrita por Yolanda García Serrano y Juan Carlos Rubio -y dirigida por éste mismo- que, tras su estreno en Santander hace tres semanas, llega a los Teatros del Canal, donde estará en cartel del 2 al 20 de abril. Carlos Hipólito encarna a Pau Casals; Kiti Mánver es Francesca Capdevila 'Titi', la entonces pareja del músico -se casaron in articulo mortis en octubre de 1954, poco antes de que ella muriera-; Cristóbal Suárez encarna a Johann, el oficial nazi que visita a Casals; y Marta Velilla es Enriqueta Casals, sobrina del violonchelista.
Rubio y García Serrano escribieron 'Música para Hitler' hace diez años, pero diversas circunstancias han retrasado el estreno hasta ahora. Los autores parten de esa visita para trazar un retrato de Pau Casals, «una persona comprometida con la música y con la excelencia -dice Juan Carlos Rubio- y que también demostró siempre un compromiso vital con las libertades y con la paz. Casals no quiso tocar nunca en un país que estuviera con un régimen dictatorial». De hecho, en 1917 decidió no volver a tocar en Rusia como rechazo a sus políticas, y en 1933, tras la llegada al poder de Hitler, rechazó la invitación de Wilhelm Furtwängler para tocar con la Filarmónica de Berlín y decidió no volver a hacerlo en Alemania mientras «su vida musical no sea libre».
La música de Johann Sebastian Bach y, concretamente, la 'Suite número 1 para violonchelo', planea sobre la obra, dividida también por los movimientos de la composición, que se escuchan a lo largo de la función: Preludio, Alemande, Courante, Zarabanda y Danza Galante (la pieza musical concluye con una giga). Casals redescubrió las Suites y las volvió a convertir en el monumento musical que son hoy en día. Chelistas ilustres como Mstislav Rostropovich, Pierre Fournier, Yo-Yo Ma o Mischa Maisky las han incorporado a su repertorio. Casals las descubrió en una tienda de Barcelona cuando tenía 13 años, pero no se atrevió a grabarlas hasta 1936, ya con sesenta años. «La música es, lógicamente -explica Juan Carlos Rubio-, una gran protagonista en la función. Es algo que nos hace encontrar un lugar común a los seres humanos». «Y Casals las convirtió en un arma por la paz, fue siempre un gran activista», interviene Carlos Hipólito.
El actor madrileño no se ha convertido en un violonchelista, pero tanto él como Cristóbal Suárez (su personaje tocaba ese instrumento en su vida civil) han recibido el asesoramiento de Enrico Bárbaro. sobre todo en lo referente a la postura del cuerpo o la colocación de las manos, más que en la interpretación del instrumento; en la función suena el violonchelo de Pau Casals, «pero a veces -ríe el protagonista-, parece que somos nosotros los que tocamos».
El actor -que no había actuado hasta ahora en los Teatros del Canal- considera 'Música para Hitler' un «proyecto soñado. Los personajes son cuatro obras de arte, van creciendo conforme transcurre la función. Interpretar a Pau Casals es al tiempo un regalo y una responsabilidad». La entraña siempre, sigue, encarnar a un personaje real, «pero los actores tenemos que hacer al personaje que han escrito los autores del texto». «Casals era un genio, un ser especial, comprometido y coherente; en esta función descubrimos su parte más humana, sus tristezas, sus miedos, su fortaleza interior».
Ni él ni Juan Carlos Rubio han querido hacer una imitación de Pau Casals; la única concesión ha sido ponerle al actor unas gafas. «Buscamos al personaje de piel para adentro, no de piel para afuera», explica el director; «hacer una imitación en el teatro es estar abocado al fracaso -añade Hipólito-. Nos preocupaba captar y contar a este personaje. Casals era una persona enormemente emocional. En la grabación de la 'Suite número 1' se le escucha sollozar cuando toca; eso cuenta mucho más sobre él que su manera de andar o de moverse. Lo que le pasaba por dentro, no por fuera, es lo verdaderamente importante».
'Música para Hitler' nos presenta, dice Rubio, a un Pau Casals triste. Los autores leyeron todo lo que pudieron sobre el músico. «Se puede llegar a los personajes desde muchos lugares: nosotros queríamos contar una manera de ser, pero esta obra es ficción. El Pau Casals que nosotros hemos dibujado es un héroe caído, capaz sin embargo de enfrentarse a sus miedos; a pesar de la negativa a Hitler, no le pasó nada».
Johann es el nombre elegido por los autores para nombrar al antagonista de esta función, «un personaje complejo pero bonito», señala su intérprete, Cristóbal Suárez. «Cuenta -sigue- una historia muy sencilla y muy hermosa al tiempo; es un cuento moral que nos dice que siempre se puede elegir, y que no hay cúmulo de estupidez que sea capaz de romper la conexión entre los seres humanos».
Toma la palabra Carlos Hipólito: «Esperamos que la función haga reflexionar a los espectadores -aunque en el estreno hemos descubierto que la obra tiene más humor del que pensábamos-; es un texto que nos puede poner alerta hoy en día, en que vivimos circunstancias que se van pareciendo a las de entonces». «El ser humano no aprende de sus errores, y hoy en día sigue habiendo guerras, más de las que pensamos... De todos modos, con esta obra no queremos dar respuestas, sino lanzar preguntas».
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete