El peor verano de Martín Llade: «No tengo mal recuerdo porque estoy vivo»
El escritor y locutor del concierto de Año Nuevo cumple diez años presentando 'Sinfonía de la mañana' en Radio Clásica
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Algo tendrán las abuelas y los abuelos cuando tantos veranos quedan marcados como el peor de la vida de alguien al coincidir con el fallecimiento de uno de esos venerables parientes. La del locutor de Radio Clásica Martín Llade murió en los años noventa, ... a causa de un cáncer de colon, cuando él tenía 14 años. «Fue la primera muerte próxima que tuve en la familia», rememora. Han pasado tres décadas, pero aún evita hablar demasiado del tema: «Fue una enfermedad fulminante, y acompañar en sus últimos momentos a una persona tan querida, a esa edad tan tierna, en la que todavía no entiendes muy bien lo que está sucediendo...».
Recuerda muy claramente la actitud con la que la abuela afrontó la enfermedad, que es todo un retrato de la época: «No nos lo dijo, se estaba aguantando los dolores porque no nos quería preocupar. Cuando nos dijo que se encontraba mal, le quedaba un mes de vida». Llade piensa que «esa idea de 'no os quiero preocupar' es muy propia de la gente que pasó la guerra y la posguerra, que sufrieron tanto...». A ello hay que añadir que era una mujer joven, de sesenta y pocos, y que en aquel tiempo «el diagnóstico de cáncer de colon significaba una muerte casi segura. Hoy, por suerte, no lo es».
Pasado ese mal trago, el resto de veranos son, en comparación, mejores. Incluido el de 2001, en el que casi muere en un accidente de coche. Pasó más de un mes hospitalizado, «pero no tengo mal recuerdo, porque estoy vivo».
Este verano de 2024, sin ir más lejos, ha estado en Nepal. Pasó en autobús por una carretera en la que había desprendimientos unas horas antes de que, justo por esos desprendimientos, muriesen en esa misma vía 65 personas que iban en otros dos coches de línea. Y estuvo a punto de hacer un trayecto en avión en el que una semana después murió todo el pasaje porque el aparato derrapó al despegar. «No ha sido un mal verano, pero te puedo asegurar que cuando nos enteramos de los 65 muertos estuvimos muy asustados», admite.
Sano y salvo en territorio español, Llade se prepara para acometer, junto a Clara Corrales, la nueva temporada de Radio Clásica, donde hace ya diez años que presenta el magazín 'Sinfonía de la mañana'. Además, ya ha empezado a echar un vistazo al programa del Concierto de Año Nuevo que cada uno de enero retransmite para RTVE desde Viena, aunque el guión definitivo no lo termina hasta la misma mañana del evento: «Asisto al concierto del día 31 por la noche y ahí me hago una idea exacta de cómo irá el del día siguiente, porque son idénticos», cuenta.
Aparte, está orgulloso del éxito de la ópera 'Lazarillo de Tormes', del Premio Nacional de Música David del Puerto, cuyo libreto escribió el presentador: «Se ha visto en Alcalá de Henares, El Escorial, La Laguna, Las Palmas, y va a verse en Córdoba, Toledo... Está teniendo una vida inusualmente larga para una ópera contemporánea».
Por si fuera poco, en este inicio de curso está también enfrascado en la gira de presentación de su libro 'El misterio Razumovski', en el que convierte a Beethoven en un investigador de crímenes. La próxima cita es el viernes 13 en San Sebastián. «Poner a personajes célebres de la historia a investigar casos criminales es un vehículo muy interesante, porque te permite viajar a una época y acercarte a un personaje fascinante». Además, en este caso «quiero pensar que las ochenta obras musicales que acompañan a cada uno de los ochenta capítulos dan una oportunidad de que la gente escuche la música del genio de Bonn». «Pueden decir lo que quieran de mi libro, pero nadie puede contestarme que la banda sonora no es una obra maestra», bromea.
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