Entrevistas
Raquel Lanseros: «El amor y la poesía son dones, no conquistas»
La poeta publica 'El sol y las otras estrellas', un canto coral al amor que, según confiesa, es su poemario más vivido y personal
El amor y otras realidades
La mayor falsificación de la historia de la poesía

Raquel Lanseros (Jerez de la frontera, 1973) es una de las voces poéticas más profundas de la literatura española contemporánea. Sus versos resuenan hasta tal punto de hacernos seres más empáticos. Esta vez, la escritora y Premio Nacional de la Crítica 2019, vuelve al ... sentir poético con 'El sol y las otras estrellas' (Visor), poemario galardonado con el XXVI Premio de Poesía Generación del 27. En esta obra, aborda por primera vez «ese sentimiento que no comprendemos del todo llamado amor». Recurriendo a Dante y al último verso de la 'Divina comedia', la poeta confiesa que este libro le ha servido para «comprender mejor el acto de amar», pues se ha atrevido «a cantar a toda esa dimensión eterna, gigante e inabarcable» que conlleva el sentimiento.
Para Lanseros amar es un acto de amor a la vida y recalca que quizás Dante nos quiso sugerir que el amor «no es solamente una sensación humana, sino también el orden que organiza la materia terrestre y cósmica». En un total de 35 poemas, la escritora es capaz de taladrarnos el alma. Ya desde el principio con 'Oda a la creencia' pone el corazón a favor de lo que somos, seres alineados a la existencia. Sus versos demuestran que nada humano le es ajeno y admite que es una de sus obras más personales. «Es un libro vivido, habitado y después regurgitado. El verso de Dante fue la primera semilla y la otra un momento de mi vida, donde reconozco la inmensidad del sentimiento como una de las cosas que prevalecen por encima de otras ambiciones».
En 'El sol y las otras estrellas', la mirada de la poeta conjuga lo carnal, llegando a tocar lo místico y espiritual en poemas como 'Desprendimiento'. «Escribir un libro de amor no es algo que esté de moda. No solo abarco lo erótico, el amor de pareja y sentimental, sino también el amor en su infinitud. Y esto puede que sea un acto de rebeldía». A lo largo de los poemas se desprende un «sentipensar» propio de Unamuno y es que para la poeta «el sentimiento no es algo totalmente alejado ni aislado con respecto al pensamiento» e insiste en que el amor no solamente «puede pensarse y sentirse, sino que necesita poner en marcha todos los sentidos a la vez para intentar percibir lo que realmente significa».
El recorrido coral y amoroso de Raquel Lanseros viene acompañado del sentido místico y revisitaciones libérrimas al Siglo de Oro. En muchos de los poemas resuenan multitud de voces como Shakespeare, Kafka, Lorca, Rilke o Storni: «He querido incluir grandes maestros y maestras que nos preceden, porque consideraba que un canto al amor debía de hacerse oralmente. El amor es un fenómeno místico, aunque tiene muchas vertientes (física, carnal), pero la carnalidad conlleva una mística propia, pues exenta de esta deviene a algo muy diferente al amor».
Cantos filiales
En el conglomerado amoroso escondido en 'El sol y las otras estrellas' de Raquel Lanseros hay espacio para el amor fraternal y transparente. «Descomunal, gigante, titánica, celeste, vasta, infinita…», escribe en el poema 'Madre'. Confiesa a nuestro periódico que precisamente ese poema es «un canto al amor materno filial» y también al papel de la mujeres que han sido, en la mayoría de los casos, las protagonistas del cuidado al otro. «Velar por los demás es un acto altísimo de amor. Vivimos en una sociedad que no premia lo más básico, que es cuidar a quienes lo necesitan» y remata con que su libro es «una reivindicación del amor como motor del mundo» que nos lleva a alcanzar «un estado superior de la conciencia».
Kafka es el encargado de cerrar un poemario potente, completo y místicamente elevado a la vida con «Todo lo que amas probablemente se perderá / pero al final, el amor volverá de otra manera». En la recta final de la obra, los amantes se convierten en «pétalos desprendidos de una misma llama». En este sentido, la cavilación de los versos de Lanseros, se centra en la aventura de regar el amor para mantener su fortalecimiento. Si bien expresa que para ella «el amor y la poesía son dones, no conquistas» matiza que «deben ser cultivados y fieramente defendidos con esfuerzo, trabajo, dedicación y contemplación», porque en el amor uno tiene que estar «preparado o en disposición de merecerlo».

«El amor debe ser cultivado y defendido con esfuerzo, trabajo, dedicación y contemplación»
Raquel Lanseros,
Poeta
La escritora y profesora universitaria, al igual que el crítico de ABC Diego Doncel, señala que es importante hacer hincapié en las señas de identidad de la poesía española del Siglo XXI. Sin embargo, destaca que es pronto para entrar en apreciaciones que conducirían a «conclusiones unívocas, pues no es lo mismo lo que se escriba a principio que al final del siglo». También remarca que gracias a la libertad creativa actual, lo más probable es que se siga poniendo el foco en «lo solidario y colectivo ligado a los límites de la existencia humana a través de la armonía con el entorno».
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