Huguette Caland, en el Reina Sofía: el arte vital y político de una rebelde
Hija del primer presidente de la República Libanesa independiente, vivió entre Beirut, París y Los Ángeles. Su trabajo tiene una gran proyección internacional
Rafael Canogar: «Es sorprendente considerar obras de arte esa basura que dejó en el Reina Sofía un movimiento político»

Bajo el título 'Una vida en pocas líneas', tomado de una de sus obras, la primera gran retrospectiva en Europa de la artista libanesa Huguette Caland reúne, hasta el 25 de agosto, en la cuarta planta del Museo Reina Sofía más ... de 300 obras distribuidas en doce salas. Se ha llevado a cabo en colaboración con el Deichtorhallen de Hamburgo, donde la muestra se verá a partir de octubre. En septiembre de 2024 el Ejército israelí invadió el espacio aéreo libanés y después el terrestre. El resultado, más de un millón de personas desplazadas. Treinta y tres obras de museos, fundaciones y colecciones privadas de Líbano, tanto de su juventud como de su última etapa, no han podido viajar a España porque no se podía garantizar su seguridad y han sido sustituidas por otras. El alto el fuego no estaba firmado aún. Una de las obras que no ha podido viajar es la que da título a la exposición.
Pese a sus cinco décadas de carrera, es una artista poco conocida, pero en los últimos años se ha reivindicado su figura con una gran proyección internacional: tiene obra en el MoMA y el Met de Nueva York, la Tate Modern y el British Museum de Londres, el Lacma y el Hammer Museum de los Ángeles... En 2017, dos años antes de su muerte, participó en la Bienal de Venecia.
Hija única del primer presidente de la República Libanesa independiente, Bechara El Khoury, la artista nació en Beirut en 1931, cuando el país aún estaba bajo mandato francés. Toma el apellido de su esposo, Paul Caland, con quien tuvo tres hijos. Artista polifacética (pintura, dibujo, escultura, collage, escritura, diseño...), rechazó etiquetas. Su obra aborda lo lúdico, lo grotesco, lo vital, lo político... Siempre estaba creando, dibujando. Desafió constantemente las convenciones estéticas, sociales y sexuales de su tiempo. Trasciende límites y fronteras, tiene influencias árabes, asiáticas y occidentales. Crea un lenguaje único, en el que juega con las líneas y el color.

Sus primeros trabajos evocan el pop y el surrealismo: autorretratos, paisajes urbanos, criaturas fantásticas... Entre sus temas, el lenguaje y la comunicación, la identidad, la emigración, los comportamientos sexuales, el paisaje, la economía y el dinero, el amor... También, el envejecimiento de la mujer, «un tema no suficientemente abordado por el feminismo». Su célebre serie 'Retazos de cuerpo', realizada en París, plasma, con riqueza cromática y una mínima expresión formal, partes ambiguas, sensuales, sugerentes del cuerpo femenino: senos, muslos... Considerada erótica, la comisaria de la muestra, Hannah Feldman, profesora de arte en la Universidad de Pensilvania, especialista en Oriente Medio y el Norte de África, la ve más como una búsqueda de la autonomía de su propio cuerpo que como un trabajo erótico.
Huguette solía vestir caftanes. Conoce al modista Pierre Cardin, que le encarga unos prototipos para una 'colección cápsula' de abayas de alta costura y artículos para el hogar inspirados en el arte islámico. La bautiza 'Nour' (luz en árabe). Cuelgan algunos en la exposición. También, caftanes que realiza con un sastre libanés. Pero no quiso sacrificarse por el diseño comercial.
El recorrido de la muestra nos lleva por series como 'El dinero no compra la fecilidad, pero contribuye en gran medida a ella', retratos de su amante el pintor Ed Moses, las cartas silenciosas, sin voz, una película... La trayectoria de esta artista es singular. Vivió en el Líbano independiente antes de la Guerra Civil, el París de los años 70 y 80, la bohemia de Venice en Los Ángeles, de 1987 a 2013... Dominaba el árabe, el francés y el inglés. Al final de su vida regresa a Beirut, donde reflexiona sobre la vejez en sus pinturas-tapices, como 'Rocinante' (sentía una afinidad con el corcel demacrado de Don Quijote). Sus últimas obras semejan murales, tapices, colchas...

Manuel Segade, director del Museo Reina Sofía, afirma que es «una de las muestras más ambiciosas de la temporada, última que dejó programada Borja-Villel. La pintura de Huguette Caland es una pintura llena de carne, entre la abstracción y la figuración».
Luchadora incansable por la libertada, para Caland, arte y vida, arte y política son inseparables. Cofunda en Beirut en 1969 Inaash, una ONG que ayuda a las mujeres palestinas en campos de refugiados libaneses para que trabajen en labores tradicionales. El director del Deichtorhallen de Hamburgo, Dirk Luckow, advierte que «en un mundo sumido en tensiones y guerras en Oriente Medio, la conciencia política es más importante y necesaria que nunca. Caland era una artista rebelde, pero también de un gran vitalismo. Me transmite ternura, me conmueve».
La comisaria, que estuvo durante cuatro años buceando en sus archivos para preparar esta exposición, advierte que «Occidente es incapaz de entender la complejidad de su obra». Muy crítica con Donald Trump, afirma que «el presidente de mi país, que no es mi presidente, ha pedido la limpieza étnica de Gaza». Al final de su vida, Huguette Caland regresa a Beirut, donde muere en 2019 a los 88 años.
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