Personas con ansiedad: esto es lo que callan quienes la sufren
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La ansiedad es una respuesta emocional y fisiológica natural del cuerpo ante situaciones que percibimos como amenazantes, peligrosas o estresantes. Es una sensación de preocupación, miedo o inquietud que puede ser útil en situaciones de peligro inmediato, ya que activa mecanismos de «lucha o ... huida» para enfrentar amenazas. Sin embargo, cuando la ansiedad se vuelve desproporcionada, persistente o crónica, puede convertirse en un trastorno que afecta la vida diaria de las personas.
Quienes viven con ansiedad desean dejar de tenerla. Pese a que han encontrado las herramientas necesarias para superar el mal rato -la mayoría de ellas proporcionadas por expertos de la psicología-, esta puede no irse del todo, y por mucho que el entorno esté preparado para los episodios que viven las personas ansiosas, hay cosas que no siempre se verbalizan.
Laura Fuster, psicóloga experta en ansiedad, comenta que las personas con este trastorno muchas veces viven comedidas:
1. «Vivo pensado en el futuro». Tal como indica la psicóloga, las personas con ansiedad anticipan todo tipo de situaciones y lo hacen de una manera catastrófica y negativa.
2. «Suelo fingir estar bien para no sentirme juzgado». No suelen contar sus problemas porque piensan que la otra persona no sabrá ponerse en su lugar o pensarán cosas negativas sobre ella.
3. «No me siento entendido». Laura Fuster cuenta que pueden llegar a pensar que solo a ellos les pasa este problema y por ello, como comentábamos en el punto anterior, callar muchas cosas. Por este mismo motivo, los demás no les preguntan, porque no conocen lo que sucede. Esto instaura una sensación de soledad en la persona que siente ansiedad y es un círculo del cual es difícil salir.
4. «Las cosas cotidianas me suponen un reto». Las personas con ansiedad suelen tener dificultades para afrontar algunas de las rutinas diarias. Les puede costar más tareas habituales como las siguientes: salir, comer, higiene personal, hablar con alguien.
5. «He llegado a tener miedo de volverme loco». Cuando alguien padece ansiedad, sobre todo si llega al punto de ser un ataque de pánico, experimenta sensaciones muy intensas. Por ello, pueden llegar a pensar que no tienen control sobre sus conductas y sus pensamientos, y que podrían perder el control o volverse locos.
6. «Estoy siempre muy cansado». Pueden estar agotados físicamente, aunque hayan hecho pocas cosas en el día. Esto puede llevarlos a sentir una sensación de fracaso y frustración.
7. «Me da miedo que esto no se pase nunca». Existe muy poca educación sobre nuestros procesos y gestión emocional. Por ello, cuando una persona sufre ansiedad, puede pensar que esas sensaciones no se irán nunca y tendrá el problema para siempre.
Síntomas de la ansiedad
Las personas con ansiedad experimentan una serie de síntomas tanto físicos como emocionales, que pueden variar en intensidad y duración. La ansiedad es una reacción natural del cuerpo frente a situaciones de estrés, pero en algunas personas puede volverse crónica o desproporcionada. Esto puede interferir con la vida diaria y afectar su bienestar general. Aquí te explico algunos de los efectos más comunes de la ansiedad:
1. Síntomas emocionales y mentales
- Preocupación excesiva: las personas con ansiedad tienden a sentirse excesivamente preocupadas por situaciones cotidianas, incluso cuando no hay un peligro real o inminente.
- Miedo o pánico: pueden experimentar sensaciones intensas de miedo, que a veces parecen no tener una causa clara. En casos más graves, pueden tener ataques de pánico, que son episodios breves pero intensos de miedo y malestar físico.
- Inquietud o nerviosismo: la sensación de no poder relajarse o de estar constantemente «en alerta» es común.
- Dificultad para concentrarse: la ansiedad puede hacer que la mente se sienta «nublada» o dispersa, dificultando la concentración y la toma de decisiones.
2. Síntomas físicos
- Tensión muscular: la ansiedad puede provocar rigidez en los músculos, especialmente en el cuello, hombros y mandíbula.
- Palpitaciones o ritmo cardíaco acelerado: muchas personas con ansiedad sienten que su corazón late rápidamente o de forma irregular.
- Dificultad para respirar: la sensación de no poder respirar correctamente o de estar «ahogándose» es común, lo que puede generar más pánico.
- Sudoración excesiva: la ansiedad puede activar las glándulas sudoríparas, causando sudoración profusa, incluso sin hacer ejercicio o estar en un entorno caluroso.
- Náuseas o malestar estomacal: el sistema digestivo también se ve afectado por el estrés, lo que puede provocar dolores estomacales, náuseas, diarrea o estreñimiento.
- Dolores de cabeza o migrañas: el estrés prolongado puede contribuir a la aparición de dolores de cabeza frecuentes.
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