Así perpetraron sus asesinatos los siete candidatos de Bildu al 28M en tiempos de ETA
ABC recuerda a las víctimas de los siete exetarras condenadas por delitos de sangre que la formación independentista incluye en sus listas, incluso, «con el apodo que tenían en la banda terrorista»
Bildu lleva a 44 condenados de ETA en sus listas, siete de ellos por asesinato
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Las elecciones municipales y autonómicas del próximo 28 de mayo llegan teñidas por el recuerdo de la sangre en el País Vasco. El Colectivo de Víctimas del Terrorismo, Covite, ha denunciado que EH Bildu ha incluido en sus listas a 44 personas que han cumplido condena por terrorismo, siete de las cuales fueron condenadas por delitos de sangre. «Algunas, incluso, van en las listas con su nombre y el apodo que tenían en ETA», ha advertido el colectivo de víctimas.
A las críticas se han sumado el presidente del PP vasco, Carlos Iturgaiz, que en una entrevista radiofónica recordó que «ETA no mata, pero manda», y que por eso se ha dado la «anomalía democrática» de «incluir a un ex etarra» en una lista electoral; y Ramiro González, candidato del PNV a las Juntas Generales de Álava, que declaró en un acto: «No quiero que un miembro de ETA condenado por haber asesinado esté en el gobierno municipal».
Para Covite, además, su presencia es «una gravísima amenaza a la democracia». «Cualquier condenado por terrorismo, aunque haya cumplido su pena, debería estar obligado a repudiar públicamente de su pasado criminal si quiere ejercer su función pública», añadió su presidenta, Consuelo Ordóñez.
Ninguno de los 44 condenados por pertenencia a ETA que figuran en las listas de EH Bildu lo ha hecho, ni siquiera los siete condenados por los asesinatos que cometieron entre 1978 y 2001. A continuación cómo se cometieron los crímenes y recordamos a sus víctimas:

José Manuel García (1997, guardia civil, 43 años)
Los dos complices del asesinato del guardia civil José Manuel García Fernández también se van a presentar a las elecciones del 28M por EH Bildu: Asier Uribarri Benito, número 4 en la lista de Maruri-Jatabe (Vizcaya), y Lander Maruri Basagoiti, segundo suplente en la de Munguía (Vizcaya). Ambos fueron condenados a 16 años de prisión en 2001 y a indemnizar a los herederos. Durante el juicio, la viuda del agente narró cómo vivió la muerte aquel 3 de mayo de 1997 en un bar de la localidad vizcaína de Ciérvana: «A los diez minutos de estar allí, entró una persona bajita, muy menuda, como calvo y con el pelo para atrás, buscando a alguien. Sacó una pistola y le dio un tiro en la nuca a mi esposo. Él bajó la cabeza, mirándome... Y ahí se acabó mi vida y la de él también».
La pareja iba a ese bar dos o tres veces por semana, «dependiendo de los servicios que tuviera». «Por seguridad» siempre se ponían «al final de la barra mirando hacia la puerta». En el juicio, un testigo presencial declaró: «Salí detrás de él en un acto reflejo e inconsciente, sobre todo inconsciente, hasta que se me encaró y decidí dar la vuelta». García Hérnandez, natural de la localidad asturiana de San Esteban de Cuani, tenía 43 años en el momento de su muerte y estaba asignado al cuartel de Sanfuentes, en Abanto.

Francisco Gil (1991, 27 años)
‘La banda terrorista asesina a un joven con la excusa de la droga’ y ‘Un grupo de batasunos se negó a socorrer al joven asesinado por un pistolero de ETA en Irún’, fueron los titulares de ABC sobre aquel crimen acaecido el 7 de agosto de 1991. La víctima, Francisco Gil Mendoza, era soltero, tenía 27 años y residía habitualmente en Hendaya (Francia). La noche del crimen, Juan Ramón Rojo González –número 21 por Bildu en la misma localidad de Irún– se acercó encapuchados a él mientras este se encontraba sentado en un banco de una céntrica plaza con su hermano Alfredo. Era de noche, pero al ver al etarra acercarse armado, ambos trataron de huir, pero una ráfaga de metralleta alcanzó a Francisco en la cabeza y el omoplato izquierdo antes de que pudiera reaccionar.
Falleció horas después en un centro sanitario de San Sebastián y fue enterrado en el cementerio donostiarra de Polloe. ETA justificó el atentado de los hermanos Gil Mendoza por su presunta vinculación al tráfico de heroína, como apuntaba ABC, pues habían sido detenidos varias veces por este hecho. Tanto Rojo como su compañero Iñaki Recarte Ibarra fueron condenados a penas de 30 años de reclusión mayor, además de la indemnización económica correspondiente a los herederos de Francisco de forma conjunta y solidaria.

José Tomás Larrañaga (1984, concejal, 58 años)
Larrañaga, también conocido como José Txiki, estaba casado y tenía tres hijos cuando fue asesinado el 31 de diciembre de 1984 a los 58 años. Trabajaba como secretario judicial, aunque lo compaginaba con actividades empresariales y con una actividad política que en el pasado le había llevado al puesto de concejal de Azcoitia y de jefe provincial del Movimiento. Durante la Transición se acercó a Unión de Centro Democrático (UCD) y sufrió varios atentados de ETA antes del que consiguió con su vida.
El primero tuvo lugar el 13 de abril de 1978. Aquel día salió a las 22:30 horas de un bar para ir a su casa, cuando los miembros de un comando etarra le dispararon desde un coche robado. Fue alcanzado por tres disparos en la pierna derecha, pero sobrevivió. Dos años después, otros tres etarras volvieron a dispararle en el pecho cuando salía de un bar y, aunque también salió de aquella, se mudó a Logroño. En la Nochevieja de 1984, sin embargo, volvió a Azcoitia para pasar el fin de año con su familia y, al salir de un bar a las 21.20 para ir a la cena, fue acribillado por varios miembros del comando Goierri de ETA. Esa vez murió en el acto.
Por complicidad con el crimen, Begoña Uzkudun Etxenagusia, número tres en la lista municipal de Régil (Guipúzcoa) por EH Bildu, cumplió una condena de 18 años de cárcel. Junto a ella, los etarras José Antonio López Ruiz, Ignacio Bilbao Beascoechea y Miguel Ángel Gil Cervera, por el asesinato. «El terrorismo estuvo también presente en fin de año», titulaba ABC en 1984.

Jesús Alcocer (1984, militar retirado, 65 años)
‘Un militar y dos policías, salvajemente asesinados en Pamplona’, titulaba ABC el 14 de abril de 1984. Así contaba la noticia lo acaecido el día anterior: «Jesús Alcócer, que tiene tres autoservicios en la capital navarra, se encontraba en Mercairuña, como hacía todas las mañanas, para realizar sus compras y abastecer sus tiendas. Sobre las 7.00 horas, Alcócer llegaba tarde a la zona de venta de frutas y bajó de su coche para entrar al almacén. Cuando se encontraba a dos metros de la puerta de entrada, según contaron testigos presenciales, dos jóvenes, a cara descubierta, le dispararon dos veces a la cabeza y le causaron la muerte instantánea».
Juan Carlos Arriaga Martínez, que ahora se presenta como número 3 en la lista al Ayuntamiento de Berrioplano (Navarra) por Bildu, y otros miembros de ETA huyeron en un Renault 18 hasta el instituto de Ermitagaña. Se bajaron del coche y, en vez de huir, todavía quisieron causar más daño. En el vehículo dejaron una bomba-trampa dentro. Una hora después, un coche patrulla con tres agentes encontró el vehículo sospechoso. Uno de ellos se quedó atrás para informar del hallazgo por radio, mientras sus compañeros, el cabo primero Tomás Palacín Pellejero y el agente Juan José Visiedo Calero, inspeccionaban el vehículo sospechoso utilizado por Arriaga. La bomba estalló y los alcanzó de lleno a los dos, que murieron en el acto. Tanto este como los otros cuatro miembros del comando Nafarroa (María Mercedes Galdós Arsuaga, Juan José Legorburu Guerediaga, José Ramón Martínez de la Fuente Inchaurregui y Jesús Jiménez Zurbano) fueron condenados en 1989 a penas de 29 años de reclusión por los tres asesinatos de aquel día.
Alcocer tenía 65 años, era natural de Sos del Rey Católico (Zaragoza), estaba casado y tenía cuatro hijas. Fue comandante del Ejército hasta 1977, cuando se retiró y se dedicó a hacer actividades empresariales privadas en Pamplona. No era la primera vez: el 7 de junio de 1978 sufrió dos atentados el mismo día de los que se salvó de suerte. Una bomba estalló en uno de sus supermercados y, poco después, una segunda explotó en su coche, a las puertas de su casa.
José Antonio Julián (1983, empresario, 43 años)
Su asesino fue Agustín Muiños Diaz, 'Tinin', que se presenta como número seis en la lista del municipio alavés de Legutiano, tras cumplir 29 años de cárcel. La víctima tenía 43 años, había nacido en la localidad zaragozana de Alarba y era dueño de varios club nocturnos en el País Vasco. La madrugada de los hechos, el 27 de noviembre de 1983, se dirigía a cerrar uno de los mencionados locales que gestionaba en Vitoria. Al llegar a la puerta, en la carretera de Pamplona, Tinin y su compañero de ETA Jesús María Ormaechea Antepara se acercaron y le dispararon cuando iba a salir del coche. Algunos clientes se lo encontraron con cinco impactos de bala en el torso. La primera noticia de ABC, publicada ese mismo día por la mañana, no había confirmado todavía a los responsables, pero ya apuntaba que «la Policía encontró cinco casquillos de bala de nueve milímetros Parabellum, munición que habitualmente utiliza ETA». No había duda, puesto que en los terribles años del plomo entre 1978 y 1980 la banda había matado a más de 250 personas. Dos días después este diario informaba de la reivindicación por parte de ETA-militar, que a través de una llamada al diario ‘Egin’ en la que acusó a la víctima de «traficar con drogas, de ser confidente de la Policía y representar al partido de Fuerza Nueva en Álava».

Andrés Guerra y Alberto Negro (1978, trabajadores de Lemoiz, 29 y 43 años)
José Antonio Torre Altonaga, 'Medius' se presenta como segundo suplente en Munguía en las elecciones del 28M, a pesar de haber cumplido 20 años de cárcel por el atentado contra la central nuclear de Lemóniz, en 1978, en el que fallecieron Andrés Guerra Pereda y Alberto Negro Viguera. El primero tenía 29 años y estaba casado, mientras que el segundo había cumplido 43 y tenía, además, tres hijos pequeños. Ambas fueron las primeras víctimas mortales de los atentados terroristas que ETA inició en 1977 contra la empresa Iberduero, promotora de la central nuclear que estaba construyendo en la localidad vizcaína de Lemóniz.
En noviembre de ese año, ETA había ordenado a Medius, electricista de la empresa Elecnor en las instalaciones de la central, que facilitara el acceso a tres terroristas vestidos con uniformes similares a los de Tamoin, una empresa que también operaba en Lemóniz, y les enseñó a llegar al generador y a escapar una vez hubieran cometido su atentado. El 17 de marzo de 1978, estos entraron en el edificio y prepararon una bomba. El hoy candidato de Bildu llamó a la central 40 minutos después de haber acabado su turno y dijo: «Soy un portavoz de ETA militar. Hay colocado un explosivo de gran potencia en uno de los generadores del edificio de contención 1».
La explosión se produjo exactamente a las 14.53. Como consecuencia de ella, Guerra y Negro murieron y otros catorce trabajadores resultaron heridos.
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