Un hotel ofrece un tren privado desde la puerta hasta la pista de esquí

En la estación de esquí de Arosa, en el cantón suizo de Grisonia, se levanta un histórico y renovado hotel de cinco estrellas donde el lujo se funde en un ambiente relajado apto para todas las edades. El Tschuggen Grand Hotel , fundado a finales del siglo XIX como centro medicinal, es hoy en día uno de los hoteles más modernos del mundo con un completo Spa con jacuzzis interiores y exteriores adaptados para disfrutar del agua caliente frente a las impresionantes vistas del valle de Schanfigg.

El hotel lleva el sello distintivo del diseñador de interiores Carlo Rampazzi. Las 98 amplias habitaciones y 32 suites y junior suites -con un precio que oscila entre los 500 euros en una habitación doble y los 3.500 euros de una suite- combinan la luz y el espacio para crear un ambiente adaptado a todas las necesidades con vistas panorámicas y mobiliario de lujo. Las zonas de restauración no desmerecen las cinco estrellas. Un bar y cinco restaurantes ofrecen distintos estilos para todos los gustos, paladares y edades. Y es que alojarse en el Tschuggen Grand Hotel significa vacaciones para toda la familia. Un equipo de profesionales organizan actividades para los pequeños huéspedes en un Club Junior mientras los mayores se relajan en el Spa.

Mención a parte merece el «Tschuggen Express», su propio tren de montaña que se puso en funcionamiento para los huéspedes en el año 2009. Con sólo pulsar un botón las dos cabinas con capacidad para 12 personas conducen directamente a la zona de esquí -con 225 km de pistas- y senderismo de la estación suiza. Mientras los viajeros disfrutan de las vistas de las montañas cubiertas de nieve o exuberantes prados alpinos verdes en verano, el tren sube a 150 metros de altitud en un tramo de 528 metros de vía en menos de dos minutos y medio. A este servicio se une la conexión de teleférico entre Arosa y Lenzerheide inaugurada en enero de 2014.