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Se vende el Mustang "Bullitt" de Steve McQueen: el más caro del mundo
Cada vez que un coche del mito del cine sale al mercado los coleccionistas se vuelcan en las subastas

Steve McQueen , el intérprete más deseado, escurridizo, ubicuo y genuino de Los Ángeles en los años 70 era también un gran piloto. Su razón de vivir (o sobrevivir) era desafiar los límites del asfalto. Su huella sigue tan marcada que el Ford Mustang que condujo en la película "Bullitt" acaba de convertirse en el coche más valorado del mundo.
El documental "The man and Le Mans" retrata al hombre detrás del personaje -o a la persona con la que acabó desdibujándose con él-. McQueen era un alma insatisfecha y autodestructiva. Sólo se sentía vivo cuando se acercaba a la muerte bajo el estímulo punzante de las carreras de coches. Al pisar el acelerador se diluía la dualidad que lo atormentaba. Apostaba algo más que el podio, se ponía en juego a sí mismo en las competiciones, ésa era su ventaja. La velocidad era lo único que no le importaba perder. Puede que por ello su leyenda lo sobreviva.
Cada vez que un vehículo de McQueen sale a la venta la tensión del pulso de los coleccionistas se imprime en las salas de subastas. Los coleccionistas se concentran en los movimientos de sus competidores como si de una partida de ajedrez se tratara. Uno de los valores que disparan el precio de un clásico es el reconocimiento de su anterior propietario . También encarece el modelo el hecho brillado en la gran pantalla. El peso del apellido del actor supera al nombre del algunas firmas de lujo del mundo automóvil. Prueba de ello es que al coche de Steve McQueen en "Bullitt" se le conoce por el título de la película. Se ha convertido el Mustang más valioso jamás fabricado .
El coche ha pasado por varias manos y su historia es, cuando menos, peculiar. Su primer propietario fue un empleado de la Warner Bros que lo vendió a un detective de Nueva Delhi. Al actor Robert Kiernan le costó hacerse con él, pero en cuanto fue suyo lo mantuvo en su estado original.
El intérprete falleció en 2014, 40 años después de hacerse con el automóvil, por lo que tanto los coleccionistas como las casas de subastas le habían perdido la pista. Sean Kiernan, hijo de Robert, consciente del valor de su vehículo, decidió ponerlo a la venta.
Según los tasadores de casa de subastas que organizó la puja "el Ford Mustang 'Bullitt' lo tiene todo: una gran escena de persecución a sus espaldas, la conexión con McQueen y un fantástico trasfondo". Según los expertos "el hecho de que haya desaparecido durante décadas sólo para resurgir como una cápsula del tiempo no restaurada de un coche de cine es algo que probablemente no volveremos a ver en nuestras vidas".
El hecho de que el viejo "Bullit" se encuentre en el estado original que imprimió Steve McQueen lo encarece. Los mitómanos detestan las modificaciones en sus fetiches, quieren sentir lo que sus propietarios buscaban en sus pertenencias.
Con o sin conocimiento de causa, Kirkman puso a la venta el coche de McQueen por un precio irrisorio, 3.500 dólares (3.157 euros) . Pero la puja fue una concurrida batalla entre los seguidores del actor y los coleccionistas de coches.
El mejor postor se hizo con el "Bullit " por 4 millones de euros . Sin embargo, el detalle que atestigua el valor real de la pieza es el hecho de que al minuto de empezar la subasta el precio del automóvil ya se situaba en los dos millones de dólares . Un récord histórico digno del coche de una leyenda.
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