Sonny Angel, más que un accesorio de colección que ya ha conquistado a Victoria Beckham o Rosalía
Aunque se crearon hace 20 años, estas figuritas son las causantes de una fiebre angelical en las redes sociales y las calles
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Seguir una moda es algo que parece ir intrínseco a la naturaleza del ser humano. Muchos de los libros que leemos, las películas que vemos, la ropa que llevamos o, incluso, los alimentos que comemos, vienen dados por una tendencia o porque se lo hemos visto hacer antes a alguien a quien admiramos.
Estos fenómenos pueden producirse a casi cualquier edad y ámbito de la vida. Atendiendo a la poca utilidad práctica, que no social, en los últimos meses las redes sociales se han llenado de unos pequeños bebés sin ropa que llevan algún gorrito o accesorio, haciéndolos inexplicablemente adorables: son los Sonny Angel.
Estos objetos, que podemos calificar como juguetes pero también como accesorios, fueron creados hace décadas, pero ahora, 20 años después, parecen haber caído del cielo, nunca mejor dicho debido a su nombre, y haber aterrizado directamente en las manos y smartphones de miles de personas.
Pero, ¿qué tienen que ver los Sonny Angels con las modas? Lo mismo que cualquier objeto o producto que un famoso o persona con cierta capacidad de influencia en la sociedad utilice en público. Y es que, aunque pueda parecer difícil de creer, que 'celebrities' como Victoria Beckham, Dua Lipa o Rosalía, entre muchos otros, se hayan dejado ver con sus Sonny Angels en alguna ocasión, es suficiente motivo para que miles de personas sigan sus pasos y quieran tener en su poder uno de estos pequeños muñequitos.

Sin embargo, no solo de famosos viven las modas, y es que el boca a boca o, en este caso, publicación a publicación, tiene un poder enorme en numerosos grupos sociales, sean adultos, jóvenes, adolescentes o niños. Así, la ola de Sonny Angel que ha llegado a España pero que ya venía surcando el mundo, es una moda y una realidad que no pasa desapercibida.
Creados para traer felicidad
Si nos remontamos a su 'nacimiento' debemos viajar hasta Japón y hasta la mente de Toru Soeya, CEO de la empresa de juguetes Dreams. Soeya se inspiró en el personaje de unos dibujos animados estadounidenses llamado 'Kewpie' que, a su vez, venían de dar vida a los muñequitos de las tiras cómicas de la dibujante Rose O'Neill, datando estas de 1909. Así, en mayo de 2004 se lanzó el primer Sonny Angel, resultando su nombre de la combinación del apodo de Soeya, 'Sonny', y de la criatura que representan, un querubín.
Hablamos con Dan, creador de contenido con 1,7 millones de seguidores en TikTok, considerado por muchos experto en la cultura pop y que lleva desde 2021 coleccionando Sonny Angels y compartiéndolo en su perfil, @lizziemcwhore. Según cuenta a ABC: «La historia de los Angels es un hombre que lo creó para su hija que estaba en sus 20 porque se dio cuenta de que los primeros años de la adultez eran muy solitarios y quería simplemente que la hija tuviese algo que le hiciese compañía y que fuese tan mono que cuando lo viese pues se pusiese feliz».
Y es que ese es el eslogan actual de estos muñecos que se puede leer en su página web oficial: «He may bring you happiness», que en español significa «Puede que te traiga felicidad». Cabe destacar que, aunque ese significado no haya calado tanto en occidente, en Japón un Sonny Angel es como un amuleto de la suerte y consideran que atraen la alegría y felicidad.
Una obsesión coleccionable
Reconocidos por su cara rechoncha, sus grandes y tiernos ojos, su sonrisa tímida y sus coloretes, estos muñecos conquistan a famosos y anónimos no solo porque el algoritmo de TikTok se lo haya propuesto y los muestre a un público específicamente joven y bastante femenino, sino por otros muchos motivos. Uno puede ser, como nombra Dan, «lo típico que cuando ves a alguien con uno pues, simplemente, te entra la morriña y ya quieres uno».
Otra razón que hace que el amor por los Sonny Angels sea casi una obsesión es el factor sorpresa que acompaña a la experiencia de comprar uno. Esto se explica porque existen centenares de tipos de estos muñecos y decenas de series, cada una de ellas inspirada en un tema diferente como el mundo marino, las razas de perros, San Valentín o las frutas, por ejemplo.
Así, una vez escogida la serie que quieras, la caja de tu Sonny Angel no desvela cual se encuentra dentro, por lo que, hasta que no abras el paquete no sabrás qué modelo te ha tocado. Un efecto que suele enganchar, como prueba que este producto sea ya más considerado un artículo de colección que un juguete, aunque para algunos siga siendo un mero accesorio.
Para Dan, sus primeros Sonny Angel le hicieron «recuperar la ilusión de 'he comprado algo, qué ilusión, a ver qué me toca'» y, a día de hoy, también son una gran manera de conectar con su audiencia en redes sociales. Cuenta que, si tiene un mal día, abre un Sonny Angel y si sale repetido puede que el día empeore, aunque ama a todos, sin excepción: «No sabría decirte qué es lo que más entrañable me parece de los angelitos, pero creo que es que llevan colorete. De hecho, creo que en 2023 cambiaron la fabricación y les pusieron todavía más colorete, 'which I love'. No sé, me encantan. Me encantan todos, son buenísimos. Tienen la cara perfecta», cuenta a ABC.
De Vinted a 'Saturday Night Live'
Cuando aún no eran una fiebre, estas figuritas de no más de 8 centímetros costaban unos cinco euros pero, desde hace algo más de un año, su precio ha aumentado considerablemente al igual que su demanda, llegando a tener que pagar por ellos una media de 20 euros. A día de hoy no hay sede de Dreams, la empresa que los fabrica, en España, pues solo la hay en Japón, Estados Unidos y Corea. Para comprarlos de manera oficial online, desde nuestro país se piden por una compañía intermediaria que tiene los derechos y está establecida en Francia. Por eso, la web que aparece cuando los buscamos para adquirirlos desde España es sonnyangel-france.com.

En esta página casi todos los modelos de todas las series están agotados, por lo que se puede recurrir a tiendas tradicionales de juguetes que las vendan. Dan afirma que en un pasado se vendían en El Corte Inglés o Fnac, que él empezó a comprarlos en Dideco y, actualmente, siempre las consigue en Figurinix. Aunque varios comercios, tanto online como físicos, los venden en España, la obsesión por estos querubines ha hecho que también se estén revalorizando y encontrándose ya en aplicaciones como Wallapop o Vinted, donde los precios se disparan por ediciones especiales o porque cuesta encontrar algún modelo específico de una serie en concreto.
Una de las variedades que más popular se han vuelto últimamente son los 'Hippers', los Sonny Angel diseñados para que puedas colocarlos encaramados a tu teléfono móvil o cualquier pantalla mientras parece que te miran, chispeantes, cada vez que usas el dispositivo donde lo has colocado. A raíz de su éxito, también han empezado a comercializarse imitaciones que se pueden encontrar en diferentes bazares por un precio mucho menor, aunque no tienen el mismo aspecto exacto.
Tal es la exclusividad de estas pequeñas criaturitas que no solo ciudadanos de a pie, 'tiktokers', 'influencers' y creadores de contenido llevan esta moda consigo sino que, como adelantábamos, estrellas de la talla de Victoria Beckham, Rosalía, Bella Hadid o Dua Lipa, han sido cazadas con su Sonny Angel. Esta última, la cantante de 'New Rules' o 'Physical', fue una de las encargadas de mostrar este querubín de plástico también en la pequeña pantalla.
Lo hizo en un sketch de 'Saturday Night Live' durante un episodio de su temporada 49, el pasado mes de mayo. En él, Dua Lipa enseñaba una enorme colección de Sonny Angels, explicando lo que representaban para ella y, el hombre con quien tenía una cita, se sentía amenazado por esos 'pequeños novios' que parecían ser su competencia. Esta parodia lanzó todavía más al estrellato y a la popularidad a estos pequeños angelitos con diminutos sombreros tematizados.
Preguntamos a Dan si cree que lo de Sonny Angel será una moda pasajera o si han venido para quedarse y se están convirtiendo en un fenómeno similar al que supusieron los Funkos. «Yo llevo tres años coleccionándolos y no veo un final, pero sí es verdad que igual la gente que se ha comprado una réplica del bazar y tiene 20 pues va acabar hasta las narices» reflexiona.
Aún así, cree que todo dependerá de la personalidad de cada uno y es consciente de que ahora mismo hay una «sobreexposición que se va a bajar». No obstante, para él es como «si tú vas a casa de tu abuela que también tiene angelitos y tiene cuadros de angelitos, figuritas y tiene muñecos, creo que es un poco exactamente lo mismo», recalca, admitiendo que, como ocurre con casi todo hoy en día, cuanto más populares sean a lo largo del tiempo más personas cabrá la posibilidad de que los odien.
Lo cierto es que, los ames o no, es casi imposible que no hayas visto un Sonny Angel colgando de un bolso, decorando un móvil o en la estantería de una casa, a menos que vivas en una cueva a la que la magia de estos angelitos con alas diminutas no pueda llegar.
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