Los psiquiatras se desmarcan del plan de salud mental del Gobierno: «No nos representa»
Tras colaborar en su realización denuncian que no recoge las principales reivindicaciones: aumentar el número de profesionales y eliminar el estigma de los medicamentos psiquiátricos
El proyecto que se debate hoy con las autonomías tiene como objetivo reducir un 10% la formación de profesionales, según la Sociedad Española de Psiquiatría
Sanidad impulsará autopsias psicológicas en los suicidios de niños y adolescentes

Las comunidades autónomas y el Ministerio de Sanidad acometerán este viernes una de las grandes asignaturas pendientes: el primer plan nacional de prevención del suicidio y la estrategia de salud mental. El proyecto llega al Consejo Interterritorial de Salud con la urgencia de las ... familias afectadas y con la desesperación de profesionales sin medios para acometer el estallido de enfermedades psiquiátricas tras la pandemia. Pero también aterriza con mar de fondo a la reunión.
Entre los profesionales que han colaborado con el ministerio de Mónica García a redactar el plan hay acuerdo generalizado con las líneas de actuación marcadas para mejorar la prevención del suicidio, aunque no tanto con la estrategia para mejorar la asistencia de otros problemas de salud mental.
El orden del día del Interterritorial incluye un nuevo plan de acción de salud mental que no convence a los psiquiatras que han participado en su elaboración junto a asociaciones de afectados y el propio Ministerio de Sanidad.
El desencuentro es tan grande que la Sociedad Española de Psiquiatría y Salud Mental, así como algunos psiquiatras que han colaborado a título personal, han enviado una carta al Ministerio de Sanidad en la que piden que se borre su participación en el proyecto. En ella aseguran que el documento final que hoy debatirán los consejeros de sanidad de las distintas comunidades «no nos sentimos representados».
La carta, dirigida a la comisionada para la salud mental, Belén González, recrimina al equipo del Ministerio que el plan de acción de salud mental no recoja dos de sus principales reclamaciones: aumentar el número de psiquiatras y psicólogos y eliminar la estigmatización de los medicamentos psiquiátricos.
A los psiquiatras les preocupa que la estrategia del Ministerio abogue directamente por la desprescripción, es decir por dejar de recetar antidepresivos, antipsicóticos, ansiolíticos y otros medicamentos psiquiátricos utilizados en la práctica común.
Los psiquiatras pidieron en la redacción del documento final que se hablara de uso racional de estos tratamientos. «Si abogamos por la desprescripción, estaríamos demonizando y estigmatizando fármacos que son muy útiles y necesarios en el tratamiento de muchos enfermos. «Creemos que uso racional es el término más adecuado y el que más se ajusta a la realidad», defiende a ABC Marina Díaz Marsa, presidenta de la Sociedad Española de Psiquiatría.
Tampoco entiende la presidenta de los psiquiatras que se limite a un 90% el número de plazas para formar psiquiatras en el MIR. «Ahora los hospitales están ofreciendo el cien por cien en psiquiatría infantil, el 98% de psiquiatría de adultos y una cantidad similar de psicología clínica. Necesitamos cada vez más profesionales y el objetivo del Ministerio de Sanidad es reducirlo. No lo podemos entender», explica a ABC.

El psiquiatra Celso Arango firma junto a Díaz Marsa la carta al Ministerio de Sanidad. Asegura que es la primera vez en muchos años de trabajo con el Ministerio y más de diez ministros consecutivos de distintos partidos políticos que se encuentra con un documento con su nombre que le llega a través de la prensa y no del propio Gobierno. A Arango, director del Instituto de Psiquiatría y Salud Mental del Hospital Gregorio Marañón de Madrid, no solo le preocupa aparecer en una versión final de un documento que no conoce. También las conclusiones y objetivos que se incluyen en esta última versión del plan, especialmente por la reducción de especialistas. «Es una broma», asegura sobre que el indicador de recursos humanos del plan de acción de salud mental sea ofrecer el 90 por ciento de las plazas de psiquiatría cuando ya se está ofertando casi el cien por cien desde hace años.
«Me siento utilizado»
Arango explica que las líneas de acción menos votadas son a las que finalmente se ha dado más peso en la redacción final del documento. «No se han recogido los comentarios y sugerencias expuestos. Me siento utilizado. Esto no me había pasado nunca con ningún otro equipo del Ministerio de Sanidad en veinte años», afirma.
La Sociedad Española de Psiquiatría también cree que se da una imagen mucho más negativa de lo que es la atención en salud mental del país y no se refleja la realidad. Por ejemplo, se afirma que las comunidades autónomas no tienen recursos para evitar la hospitalización de niños y adolescentes con trastornos mentales. «Eso es un insulto a las comunidades autónomas que están tomando medidas para evitar los ingresos» y recuerda este psiquiatra los programas infanto juveniles de los centros de salud mental y los hospitales de día que se han implantado en muchos territorios.
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