La ONU urge a los países a hacer un esfuerzo «nunca visto» para evitar el desastre climático
Las emisiones de efecto invernadero volvieron a crecer en 2023 y dificulta la tarea de mantener el planeta en el umbral de 1,5 ºC
Volver al umbral climático de 1,5 ºC no será tan simple: cruzar la línea tiene efectos irreversibles

La lucha contra las emisiones de gases de efecto invernadero no tuvo un buen año en 2023: volvieron a crecer a nivel global, hasta un 1,3% anual, por encima incluso del ascenso que había la década pasada, cuando era del 0,8%. La consecuencia no es solo que el planeta se sobrecaliente, sino que para evitar el umbral climático de 1,5 grados (a partir del que se multiplican las olas de calor, las lluvias torrenciales o los grandes huracanes), los países deberían acelerar de forma inmediata sus recortes de emisiones o será imposible lograr el objetivo: la temperatura global ya ronda los 1,3 grados de calentamiento sobre la época preindustrial.
«Ha llegado la hora de la verdad para el cambio climático. Necesitamos una movilización mundial a una escala y a un ritmo nunca visto antes, empezando ahora mismo, antes de la próxima ronda de compromisos climáticos, o el objetivo de 1,5 °C pronto quedará sin efecto«, ha dicho Inger Andersen, directora ejecutiva del Programa de las Naciones Unidas para el Medioambiente (PNUMA).
La agencia ha presentado este jueves el informe anual sobre la 'brecha de emisiones', que compara los recortes de emisiones de efecto invernadero reales, los prometidos por los países y los que serían necesarios para limitar el calentamiento global para evitar los peores efectos del cambio climático. Los resultados muestran que la realidad está muy lejos de la meta. Para mantener la temperatura global en 1,5º, las emisiones deberían caer un 42% para 2030, en comparación con los niveles de 2019. Y para dejarla en 2°, la reducción sería del 28% para 2030.
La brecha crece
«La tarea se ha vuelto más difícil«, ha dicho el secretario general de la ONU, Antonio Guterres. «O los líderes cierran la brecha de emisiones o nos precipitamos hacia un desastre climático«.
A partir del año que viene, los casi 200 países firmantes del Acuerdo de París contra el calentamiento global deberían actualizar sus planes de recortes de emisiones que incluyan metas concretas a 2035. Según los cálculos de la ONU, las emisiones globales deberían caer cada año un 7,5 por ciento hasta 2035 para lograr un aumento de 1,5°, y una reducción del 4 por ciento para los 2°.
Sin embargo, con los planes actuales, incluso aunque los países cumplieran con los recortes de emisiones, el mundo se encamina a un aumento de la temperatura de entre 2,6º y 3,1° a lo largo de este siglo. Y el informe apunta a que los grandes emisores, concentrados en el G20, no van a cumplir con sus promesas climáticas a 2030. «Insto a todas las naciones: basta de palabrería, por favor«, ha insistido Andersen.
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El informe, no obstante, intenta mostrar un camino a la esperanza y asegura que lograr mantener la temperatura en el grado y medio es técnicamente posible si se despliegan de forma masiva las energías renovables, se aplican planes de reforestación y de restauración de la naturaleza, de eficiencia energética y la electrificación, entre otras medidas. La inversión en mitigación tendría que multiplicarse por seis y se necesitaría una movilización internacional sin precedentes.
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