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Nueve zonas del acuífero de Doñana en estado de alarma: «El parque se encuentra en el peor momento de su historia»

Es la cifra más alta desde que hay registros. Además, otras cuatro zonas se encuentran en situación de alerta y la laguna de Santa Olalla se ha secado por segundo año consecutivo

Csic alerta que los galápagos podrían desaparecer de Doñana si no se revierte la situación de sequía

La laguna Santa Olalla, del Parque Nacional de Doñana afp

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Nueve de los 16 sectores de aguas subterráneas en los que se subdivide el acuífero del Parque Nacional de Doñana se encuentran en estado de alarma, la cifra más alta desde que hay registros. Así se muestra en el 'Informe de estado de los acuíferos del entorno de Doñana. Año hidrológico 2021-2022', elaborado por la Confederación Hidrográfica del Guadalquivir (CHG). El acuífero de Doñana se distribuye en 16 sectores definidos por criterios hidrogeológicos, de distribución regional de las extracciones de agua y de ubicación de los puntos de la red de control de la zona, según ha informado Servimedia.

El último informe de la CHG, al que tuvo acceso Servimedia, indica que cuatro sectores del acuífero de ese espacio protegido se encontraban en situación de alarma en el año hidrológico 2014-15, cifra que subió a cinco en los dos siguientes y descendió a tres entre 2017-18 y 2020-21. Sin embargo, nueve sectores se hallaban en estado de alarma en el año hidrológico 2021-22, concretamente Lagunas de Doñana, Sur de Villamanrique, Cabecera Sur de la Rocina, Norte Arroyo de la Rocina, Ecotono Norte, Abalario, Norte del Rocío, Zona Norte y Sector Intermedio). Además, otros cuatro están en situación de alerta: Zona Costera, Arroyo de la Rocina, Marismas y Cabecera Norte de la Rocina.

El conjunto de las masas de agua subterránea del acuífero de Doñana se encuentra en estado de alerta y para encontrar una situación similar hay que remontarse a octubre de 2015. «Doñana se acerca a un punto de no retorno», apuntó este viernes Fondo Mundial para la Naturaleza (WWF, por sus siglas en inglés) a la luz de los datos de la CHG, antes de reclamar al Gobierno español y a la Junta de Andalucía «medidas inmediatas y extraordinarias para acabar con la sobreexplotación y el robo del agua».

No obstante, Santa Olalla, la laguna permanente más grande del Parque Nacional de Doñana, se ha secado completamente por segundo verano consecutivo, algo que no había ocurrido nunca antes en el registro histórico de la Estación Biológica de Doñana (EBD), dependiente del Consejo Superior de Investigaciones Científicas (CSIC). Las bajas precipitaciones y el calor inciden en el mal estado actual del acuífero. Sin embargo, WWF apuntó que esas no son las causas principales de que ese espacio protegido se encuentre en «una situación agónica», sino que «la sobreexplotación del acuífero por la agricultura intensiva y el robo del agua han empujado a Doñana al borde del colapso».

En riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo

Este deterioro se evidencia también en el hecho de que tres de las cinco masas del acuífero (El Rocío, Almonte y Marismas) están en riesgo de no alcanzar el buen estado cuantitativo. El informe de la CHG apunta que las zonas con mayores niveles de concentración de nitratos (por encima de los 100 miligramos por litro) se sitúan sobre zonas declaradas vulnerables y alerta de que la masa de agua subterránea de Almonte se encuentra en mal estado químico.

«Doñana se encuentra en el peor momento de su historia: la agricultura intensiva está acabando con las últimas gotas de agua almacenada que nos quedan. La situación de los acuíferos es gravísima y el riesgo de salinización cada vez es más real», comentó Juan Carlos del Olmo, secretario general de WWF España.

«Una verdadera emergencia»

A este respecto, Del Olmo subrayó: «Estamos ante una verdadera emergencia y ya no es suficiente con las medidas tomadas hasta ahora, por lo que pedimos al Gobierno y a la Junta de Andalucía que se termine con la impunidad y se coordinen de manera urgente para impedir que esta campaña se riegue ni una sola hectárea ilegal en Doñana». Esta organización pidió al Ministerio para la Transición Ecológica y a la Junta de Andalucía que actúen para «poner fin a la impunidad, intensifiquen la vigilancia y se coordinen para actuar cautelarmente contra cualquier explotación que riegue ilegalmente sin ningún tipo de autorización, como viene ocurriendo en la actualidad».

También exigió a la Junta de Andalucía que abandone la inacción y aplique de forma urgente el plan especial de ordenación de las zonas de regadío ubicadas al norte de la corona forestal de Doñana, con el cierre de pozos y fincas ilegales, y que retire la proposición de ley actualmente en tramitación en el Parlamento andaluz para «amnistiar a los agricultores ilegales y ampliar la superficie de regadío en hasta 1.903,7 hectáreas más». WWF remitirá a la Unesco y a la Comisión Europea el informe de la CHG con el fin de que adopte las medidas necesarias para garantizar que se cumpla la sentencia del Tribunal de Justicia de la UE sobre las masas de agua en Doñana.

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