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Barcelona realiza las primeras operaciones robóticas a niños con cardiopatías congénitas

Los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic crean el primer centro en España dedicado al tratamiento de estos pacientes que ofrece esta cirugía puntera

«Tenía mucho miedo a la cicatriz, pero solo tengo pequeñas marcas y hago vida normal», señala Iu Teixidó, uno de los pacientes intervenidos

Un andamio celular para tratar a los niños con cardiopatía congénita

Cirujanos del Centro de Cardiopatías Congénitas durante una intervención con robot S. JOan de déu
Esther Armora

Esther Armora

Barcelona

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Iu Teixidó tenía una cardiopatía congénita (malformaciones en el corazón y los vasos que se detectan en el nacimiento). En concreto, presentaba un defecto en el tabique que separa las dos partes del corazón. Era un caso óptimo para una operación denominada de cierre percutáneo que consiste en introducir, a través de un catéter, un dispositivo para sellar el defecto. Le operaron cuando tenía 15 años pero a los tres meses sufrió una infección grave en la sangre por una bacteria y su cuadro empeoró.

Los médicos del Hospital Parc Taulí de Sabadell (Barcelona) que le llevaban presentaron su caso a los especialistas del Hospital Clínic, que junto al Hospital Sant Joan de Déu, son líderes desde hace años en el abordaje de estos pacientes, y le indicaron una cirugía robótica. Los dos centros estudiaron su caso el 17 de enero y al día siguiente le operaban con esta nueva técnica, que reduce el post operatorio y el riesgo de complicaciones en el centro barcelonés. A los dos meses, Iu ya jugaba a fútbol y llevaba una vida totalmente normal.

Su caso es el segundo de un paciente menor de edad intervenido en España con cirugía robótica -la primera fue una joven vasca de 15 años- en el Centro de Cardiopatías Congénitas impulsado conjuntamente por los hospitales Sant Joan de Déu y Clínic de Barcelona, el primero en España en usar cirugía robótica y mínimamente invasiva en pacientes pediátricos. Ambos centros llevaban años colaborando (desde 1992) en el tratamiento de estos pacientes y ahora culminan esa colaboración con la creación del centro.

En declaraciones a los medios, Teixidó ha expresado hoy su satisfacción por haber sido intervenido. «Tenía mucho miedo a la cicatriz porque mi hermano tiene una e impacta verla, pero tengo solo pequeñas marcas y hago vida normal del todo».

Cada año nacen en Cataluña 600 niños con una cardiopatía congénita, ya sea un problema estructural de corazón (en las cavidades o de las válvulas cardíacas, por ejemplo) o de grandes vasos del tórax. En el 30 por ciento de los casos, se trata de una grave cardiopatía. Gracias a los avances de las últimas décadas, un 95 por ciento de estos niños llegan a la edad adulta, pero lo hacen con necesidades muy específicas. Hasta ahora este tipo de intervenciones se realizaban con cirugía abierta, lo que alargaba el período postoperatorio y recuperación del paciente, además de causarles un mayor perjuicio estético.

El Centro de Cardiopatías Congénitas San Juan de Dios-Clínic Barcelona, presentado hoy por el consejero de Sanidad, Manel Balcells, y los doctores Miquel Pons, director médico del Hospital Sant Joan de Déu; Antoni Castells, director asistencial del Clínic y Daniel Pereda, director del nuevo centro y consultor del Servicio de Cirugía Cardiovascular del Clínic, «nace con el objetivo de que sea el propio equipo de profesionales el que les siga y trate a lo largo de toda la vida», ha precisado el consejero.

El nuevo centro tendrá dos sedes -una, en Sant Joan de Déu, y otra, en el Hospital Clínic- que, en conjunto, dispondrá de un equipo integrado por 23 profesionales que incluye a cirujanos cardiovasculares, cardiólogos, pediatras y anestesiólogos. La creación de este centro fruto de la alianza entre San Juan de Dios y el Clínic permitirá además extender a la población infantil técnicas quirúrgicas que hasta ahora no se aplicaban en el ámbito de la cirugía cardíaca pediátrica, pero estaban ya implantadas en la de adultos, como es el caso de las cirugías mínimamente invasivas toracoscópicas y robóticas. 

Cinco intervenciones

El nuevo centro de cardiopatías congénitas ya ha realizado cinco intervenciones de este tipo en niños. En tres casos, los profesionales han optado por una cirugía torocoscópica, que consiste en realizar unas pequeñas incisiones en el tórax del niño para introducir un dispositivo con una cámara de vídeo que les permita ver la zona quirúrgica y los utensilios necesarios para llevar la intervención. Está previsto que en este nuevo centro, a caballo entre los dos hospitales, puedan realizarse unas 12 operaciones anuales con cirugía robótica mínimamente invasiva.

La primera paciente pediátrica intervenida con la ayuda de un robot fue una chica de 13 años y vecina del País Vasco que presentaba una comunicación interauricular congénita del tipo 'ostium primum' (tenía las dos aurículas conectadas) y un defecto en la válvula mitral. Estas malformaciones le provocaban una circulación anómala de la sangre en el corazón y un desequilibrio que sobrecargaba la banda derecha del corazón y, a largo plazo, le causaba insuficiencia cardíaca.

La patología se veía agravada, además, por una escoliosis muy acentuada que dificultaba el acceso al corazón. Por eso, los cirujanos cardíacos optaron por utilizar un robot quirúrgico que, a través de cuatro pequeñas incisiones en el tórax de la paciente (de 8 milímetros de diámetro cada una), les permitió introducir una cámara en el corazón para ver la zona quirúrgica y los utensilios necesarios para realizar la intervención. De este modo, un equipo médico del Centro de Cardiopatías Congénitas logró cerrar, por un lado, la conexión entre las dos aurículas y, por otro, reparar la válvula mitral dañada. La intervención, que tuvo lugar en noviembre, duró cuatro horas e intervinieron una decena de profesionales.

El siguiente caso fue el de Iu, que hoy, totalmente recuperado ha comparecido ante los medios, explicando el efecto de su intervención. Su pregunta a los especialistas que le intervinieron ha sido clara: «¿Puedo hacer ya un mortal (pirueta futbolística)». La respuesta ha sido clara: «Por supuesto, no tienes ninguna limitación», le ha precisado su doctora Esther Auresanz, especialista en cardiología pediátrica en el Hospital Sant Joan de Déu.

«En el caso de los niños, la cirugía robótica está limitada al tamaño y la edad de los pacientes porque los utensilios quirúrgicos han sido ideados y diseñados a medida de los adultos», precisa el director del nuevo centro, Daniel Pereda. Por eso, ahora mismo los cirujanos se plantean esta opción sólo en los niños mayores y adolescentes. Los principales pacientes candidatos a someterse a una intervención de este tipo son los que sufren las siguientes patologías: comunicaciones interauriculares (siempre que no se puedan resolver con un cateterismo), problemas en las válvulas mitral o tricúspide o tumores cardíacos.

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