Belle Gibson, la 'influencer' que fingió tener cáncer en las redes
Dijo que le pronosticaron cuatro meses de vida y que se curó gracias a una dieta milagrosa. Medios de comunicación y redes la catapultaron a la fama mundial hasta que se descubrió que todo estaba basado en una gran mentira

Hace siete años, la ‘influencer’ australiana Belle Gibson era toda una eminencia del bienestar y la salud en el submundo virtual. Rubia, estilosa y valiente de cara a la galería, se había erigido en un ejemplo de superación para miles de jóvenes con ... cáncer. Pero todo el universo de Belle, cimentado sobre el argumento de haber superado un tumor cerebral gracias a una dieta milagro, era mentira . Más que seguidores, contaba con una legión de fieles internacionales que abarrotaban sus publicaciones de mensajes de agradecimiento. En ellas aseguraba que los médicos le habían dado cuatro meses de vida, pero con un cambio en su alimentación había fulminado una enfermedad terminal. Belle fue la abeja reina del mundo ‘healthy’ y por eso la BBC acaba de estrenar un documental que desgrana los entresijos de su auge y posterior caída.
Llegó a tener 300.000 seguidores, lanzó su propia aplicación y publicó un libro. El engaño se destapó, pero nunca ha pedido perdón por lo que hizo
La fama de esta veinteañera fue alimentada por medios de comunicación que, cegados por el clic fácil, difundieron un relato plagado de frases motivacionales y el halo de pseudomisticismo de las terapias alternativas. Llegó a tener 300.000 seguidores y en 2013 lanzó la aplicación móvil ‘The Whole Pantry’ (Toda la despensa) que solo en el primer mes descargaron más de 200.000 personas. Ese mismo año ganó el título de mejor ‘app’ alimentaria del gigante Apple. Pero los premios y las loas parecían no bastarle y para blindar su éxito construyó una mentira sobre el embuste inicial .
Anunció que el cáncer había regresado y, en esta ocasión, dijo que era múltiple . Barra libre de dramatismo. Sin embargo, nadie entonces se atrevió a cuestionar públicamente su inverosímil desgracia médica. Con los blogs de estilo de vida y bienestar en pleno apogeo, Gibson supo aprovechar el viento a favor, pregonó las bondades de ‘superalimentos’ como el aguacate y consolidó un ascenso meteórico. Fue tal que en 2014 publicó su primer libro con el coloso editorial Penguin . «Me empoderé para salvar mi propia vida a través de la nutrición, la paciencia, la determinación y el amor», es una de las frases huecas que se podían leer en sus páginas antes de que la propia editorial retirara el libro del mercado. Aquello ocurrió en 2015, cuando los mismos medios que la habían aupado la terminaron desenmascarando . Belle se disponía a expandir su marca con un segundo proyecto ‘The Whole Life’ y la prensa quiso averiguar algo más sobre su vida privada.
‘Elle Australia’ recibió varias llamadas anónimas que advertían sobre la falsedad que había construido Gibson , pero la revista no quiso tirar del hilo por la dudosa fiabilidad de las fuentes. Tres meses más tarde, la prensa se hacía eco de un primer embuste de la ‘influencer’: había prometido donar 300.000 dólares a varias ONG, pero el dinero no había llegado . La confesión del pecado original la hizo un mes después en el 'Australian Women’s Weekly': nunca tuvo cáncer . «No quiero que me perdonen. Tan solo creo que confesarlo es lo más responsable. Ante todo, me gustaría que la gente pensara, ‘vale, es humana’», declaró Belle.
En 2017, tuvo que abonar más de 3 00.000 dólares por violar la ley del consumidor y tiempo después salió a la luz que engañó a los padres de un niño c on un tumor cerebral para los que había recaudado un dinero que tampoco entregó. La multa en este caso fue de 150.000 dólares. Según informó la corte federal de Melbourne, la joven lo gastaba en viajes, ropa cara, apuestas deportivas y hasta criptomonedas . Pero ni siquiera en sus últimas apariciones televisivas ha mostrado un ápice de arrepentimiento .
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