Un nuevo hallazgo certifica que el yacimiento de Valencina es único en toda Europa
Las obras de la biblioteca municipal sacan a la luz un recinto amurallado con una estructura singular hecha en adobe y una cabaña bien conservada
Del mito al hito: Valencina comienza la carrera para ser declarada patrimonio de la humanidad

Un nuevo hallazgo en las obras de la biblioteca municipal de la localidad sevillana de Valencina de la Concepción convierte al yacimiento prehistórico en un enclave único en Europa. Los arqueólogos se muestran entusiasmados con la envergadura de un descubrimiento «grandioso» en pleno centro ... urbano que viene a constatar la singularidad del megasitio. Se trata de un foso, con una construcción de piedras de un muro que no se da en el área del poblado y con un derrumbe de cabaña insólito, ya que este tipo de construcciones no suelen conservarse de forma tan compacta. Además, su importancia reside en que todos estos elementos han aparecido en un espacio muy delimitado, lo que da alas a una ampliación del proyecto de investigación y a que ésta arrojaría resultados igualmente exitosos.
Desde hace más de tres meses el equipo del arqueólogo municipal y director del museo, Manuel Vargas, trabaja en la recuperación de vestigios del Calcolítico en el solar donde va ubicada la nueva biblioteca del pueblo. Durante su construcción, aún en el mandato anterior, ya se había producido el descubrimiento de parte de cimientos de muro conservados en el interior del edificio. Cuando el actual alcalde, Ramón Peña (PP), retomó el bastón de mando decidió apostar por el análisis de los hallazgos, la expansión del estudio y, por supuesto, la musealización. Tanto es así que la zona de la prospección estaba destinada a la ornamentación ajardinada y las plazas de aparcamiento, pero ese proyecto se ha parado para poder continuar con los trabajos de investigación.
En la mañana que acudió ABC a elaborar este reportaje, los expertos acababan de encontrar en una de las explanadas una vasija decorada con motivos geométricos ondulados en relieve. Forma parte de los cientos de elementos que a lo largo de los últimos tres meses han compilado para tratar de reconstruir y datar esta parte del poblado. Pero la atención de Vargas, acompañado por la también arqueóloga Pina López Torres y el resto de profesionales, se centra en la otra punta del solar. Allí, en el lateral del edificio de la biblioteca y en apenas unos metros han salido a la luz restos de lo que, a juicio de Vargas, pertenecen a una gran «obra civil». En esta posible continuación de la muralla que se conserva en el interior del edificio, y en muy corto espacio, se hallan señales de una construcción que hasta ahora no se habían dado en el yacimiento de Valencina, el más grande de Andalucía con 460 hectáreas entre el 'asentamiento doméstico' y la zona de la necrópolis donde se encuentran los dólmenes o 'tholos' -La Pastora, Matarrubilla y Montelirio- de 5.000 años de antigüedad y al que recientemente se ha añadido el llamado Valencina Nord, un proyecto de investigación promovido desde 2014 por el Instituto Arqueológico Alemán, la Universidad de Würzburg (Alemania) y la Universidad Autónoma de Madrid y del que han salido al menos cuatro 'tholos' y 90 enterramientos.
Así, la estructura prototípica del poblado consiste en una serie de recintos de anillos concéntricos y una arquitectura perecedera. Sin embargo, el hallazgo de la biblioteca muestra indicios no sólo de una arquitectura para conservar, sino con una forma anormal. Su dibujo en L crea una especie de arco y deja en medio un recinto seccionado por diferentes fosos, lo que crea dudas sobre si esta parte tenía una función defensiva. «No hemos encontrado paralelos en otros yacimientos similares, lo más parecido que hay es en la zona de Marroquíes Bajos, en Jaén», indica el arqueólogo, que apunta a otra posible hipótesis: que se trate de una zona monumentalizada de acceso a la parte alta del yacimiento por su estructura en forma de pinza de cangrejo, así como el hecho de que sea una construcción fuerte, «potente», y con idea de permanencia.



Otro de los aspectos determinantes que hacen de este punto de la excavación algo único es el relleno de los fosos. Se ha encontrado una gran cantidad de elementos de adobe, por lo que los expertos presuponen que al menos una parte de estos muros estaban levantados con adobes, lo que implica la utilización de una tecnología muy avanzada para la época. Correspondería a las cimentaciones de un alzado de al menos dos metros. «Necesitamos analizar la tipología de materiales que hay y conforme a eso poder plantear alguna hipótesis o no. Es un melón por calar», explica el también director del museo. Hace unos meses, la construcción de una piscina en una vivienda particular en la otra parte del pueblo sacó a la luz un muro similar a éste, también levantado con esta masa de barro mezclado con elementos vegetales.
El marco del pasado prehistórico de la población aljarafeña se agranda cada vez más. Y a medida que crece el reto, lo hace la oportunidad. «Es muy difícil hacer una reconstrucción, tenemos algo de más suerte porque la parcela de la biblioteca es bastante amplia», aduce Vargas. La apuesta del alcalde es de poner a disposición de la ciencia cuanto más terreno mejor, ampliando la cota de excavación e, incluso, ganando metros a la parcela contigua. «Los indicios nos sugieren que se trata de una zona muy céntrica del yacimiento de Valencina, es una oportunidad estupenda», abunda. De esta forma, «sería la primera vez en Europa que se estuviese excavando no sólo en la necrópolis, sino también donde vivía la gente», continúa el alcalde.
Cabaña
Se han realizado una treintena de dataciones radiocarbónicas porque lo importante es «afinar» con la fecha. Los estudios en la biblioteca han arrojado hasta cinco fases constructivas o de ocupación pertenecientes a la Edad del Cobre o Calcolítico, que abarca un periodo de 1.000 años. «La más antigua nos situaría en torno al 2800-2600», explica el arqueólogo. A nivel cronológico se podría comparar con el de las pirámides de Egipto.
Esta pequeña parte del solar acoge otro elemento novedoso para los investigadores y cruciales para determinar mediante su recreación el uso y la fisionomía del enclave. Se trata de los restos, perfectamente colmatados, de una pared de una cabaña. Por envergadura es la más grande encontrada en el yacimiento. «Normalmente las cabañas que hemos encontrado aquí usaban cañas y aquí nos encontramos con lineas transversales de caña y horizontales de madera. Para darle consistencia, como aún ocurre en algunas poblaciones africanas, se recubren con barro. Lo normal es que al abandonarse la cabaña se produzca un derrumbe y que estos elementos se disgreguen. Sin embargo, en este caso, lo raro es que se haya conservado».
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