Ricardo Pumar, presidente de Insur: «Acometeremos proyectos más grandes junto a inversores»

-2023 estuvo marcado por la inflación y la subida de tipos. ¿Se ha normalizado ya la situación?

-Salvo en zonas determinadas, los costes de construcción se han estabilizado. Los precios de la vivienda se han comportado bien: había analistas que preveían caídas del 20%, y la reducción ha rondado el 11% en relación a 2022 (año récord); y la demanda superó expectativas. Este año las variables que determinan el sector son optimistas: hay dinamismo en el mercado de trabajo, la economía crece por encima de las previsiones y sigue habiendo más demanda de obra nueva que oferta. El INE estima que se forman 200.000 nuevos hogares al año, y apenas se construyen 85.000 nuevas viviendas.

-Insur acomete diversos proyectos al 50% con otros inversores. ¿Seguirá esa estrategia en el futuro?

-Marcamos una tendencia cuando empezamos con este modelo hace ochos años y en la última revisión de nuestro plan estratégico ya planteamos como objetivo que la inmensa mayoría del desarrollo de la promoción, tanto residencial como terciaria, se realice de la mano de inversores, ya que reduces deuda, minimizas riesgos y mejora la rentabilidad por los servicios que se le prestan al proyecto. También nos planteamos bajar nuestra participación en los proyectos por debajo del 50%, ya que existen pactos de socios que exigen un gran consenso en la toma de decisiones, y al reducir nuestro porcentaje podemos acometer inversiones más grandes.

-Insur crece en Málaga y Madrid. ¿Seguirá la diversificación geográfica?

-El crecimiento en Andalucía oriental ha sido importante, estamos en Marbella, Estepona y Mijas, y también en Almería, con un proyecto en el desarrollo que lidera Cosentino en Mojácar. En Sevilla tenemos algunas de nuestras iniciativas más importantes, en Entrenúcleos o en la zona alta de Tomares. Queremos seguir nuestra diversificación para ser percibidos como una empresa nacional, y un mercado adecuado sería la Comunidad Valenciana.

-Otra gran meta es la industrialización. ¿Han dado pasos este año?

-Vamos introducir fachadas industrializadas, y en el futuro también los baños e incluso las terrazas. Creamos una división de industrialización porque mitiga los problemas del déficit de profesionales y crea entornos más limpios y seguros en las obras. El pasado año fue complejo porque los costes crecieron y los productos industrializados aún son más caros, pero es una tendencia que crecerá progresivamente.

-En Sevilla han vendido el edificio de oficinas Capitolio y reconvertirán otro en hotel; en Málaga construyen dos centros de negocios. ¿El mercado en ambas capitales es muy diferente?

-Nuestra meta es diversificar. En Sevilla tenemos una posición muy fuerte en el mercado de oficinas y nuestra tasa de ocupación es muy alta; en el caso del edificio Capitolio, cuyos bajos no nos pertenecían y que cuenta con pocas plazas de garaje, planificamos su venta para invertir en nuevos proyectos; y el inmueble que se reconvierte en hotel es porque garantiza una mayor rentabilidad. La realidad es que en el anterior ciclo en Sevilla se promovieron muchas oficinas y hemos vivido años de absorber ese stock; justo al contrario que en Málaga, donde existe un consenso total en que se carece de centros de negocios modernos adaptados a la creciente demanda de la ciudad, de ahí que estemos promoviendo dos edificios.

-Una de las grandes metas de la compañía era propiciar la liquidez de la acción. ¿Se han dado pasos en este sentido?

-Para mejorar la liquidez de la acción necesitamos más free float (acciones que se negocian libremente en el mercado bursátil); y para eso pretendemos una ampliación de capital que además financiará nuestro crecimiento. Esto requiere que la cotización mejore, ya que existe una brecha entre el valor intrínseco de la compañía y la cotización. Las cifras de 2024 y 2025, que constatarán que el plan se ha cumplido, deben reducir esta brecha.