salud mental
Los suicidios descienden en Sevilla más de un 10 por ciento el último año, aunque superan aún los 13 al mes
En lo que va de año se han producido 6 suicidios en la capital de Andalucía, una cifra parecida a la de ese mismo periodo de meses anteriores
El Virgen del Rocío de Sevilla participa en un proyecto pionero en Europa para predecir suicidios a través del móvil y la IA
Inundaciones en Sevilla y el resto de Andalucía, en directo: última hora del desbordamiento del Guadalquivir, carreteras cortadas y estado de los embalses

Los suicidios han descendido en Sevilla más de un 10 por ciento el último año, según datos oficiales, aunque la media de personas que se quitan la vida siguen siendo más de 13 al mes. En total, fueron 157 a lo largo de 2024, ... veinte menos que el año anterior, aunque expertos no creen en absoluto que este descenso pueda considerarse una «tendencia», a la vista de subidas y bajadas parecidas producidas en años anteriores. «Las cifras de suicidios hacen un diente de sierra, como se vio en los años 2013 y 2014, cuando se batió el récord de muertes y doce meses después bajó de forma significativa», comenta uno de ellos. En lo que va de 2025 se han consumado 6 muertes voluntarias, aunque lo normal es que esa cifra se duplique antes de que acabe el mes.
Esta tasa de suicidios es similar a la de la media española, como los medios empleados para consumarlos. El 80 por ciento de todos se produjeron por ahorcadura y casi el 20 por ciento restante por precipitación. Sin embargo, hay un pequeño porcentaje en el que se utilizaron otros métodos mucho menos habituales como la ingesta de pastillas, atropello por tren, disparos con armas de fuego e incluso con arma blanca. «Hace poco un señor se suicidó en Sevilla clavándose un cuchillo en el pecho», cuenta un experto.
Lo que sí parece una tendencia sostenida en el tiempo es la prevalencia masculina sobre la femenina, en una proporción de 3 a 1, de modo que el 75 por ciento de las personas que se suicidan son hombres, frente al 25 por ciento de mujeres. En intentos de suicidio las cifras tienden a igualarse.
La franja de edad en que más suicidios se produjeron en 2024 fue la de 50 a 60 años, seguida por la de 60 a 70 años. «La década de los 50 es la más proclive a este tipo de comportamientos en toda España», explica el experto. Por debajo de los 15 años sólo se produjo un caso, un niño de 10 años, aunque son extremadamente raros en la serie histórica. Tampoco han sido frecuentes los suicidios de jóvenes menores de 25 años.
Aún menos frecuente es el caso ocurrido hace algunos días en Sevilla: dos hermanos que fueron encontrados muertos en su casa el mismo día. «Un señor tenía comprado un billete de avión a Singapur y no se presentó en el aeropuerto a la hora de salida del vuelo. Cuando fueron a buscarlo a su casa, lo encontraron sin vida en su domicilio. Y cuando fueron a casa de su hermano a comunicárselo, lo hallaron muerto también, aunque en este caso fue por una sobredosis de drogas«, cuenta.
Los intentos de suicidio no han dejado de crecer desde el inicio de la pandemia. Un estudio realizado el pasado año por dos enfermeras de Valme constata un aumento del 40 por ciento de los casos de conductas autolíticas en los servicios de Urgencias
Las conductas autolíticas (intentos de suicidio) no han dejado de crecer, sin embargo, desde el inicio de la pandemia. El último estudio realizado sobre el área sur de Sevilla por Beatriz Giraldo y Elena García, enfermeras especializadas en Salud Mental del Hospital Universitario de Valme, así lo certifica. «Nos ha llamado la atención el aumento del 40 por ciento del número de casos de conductas autolíticas que llegaron a nuestros servicios de Urgencias, que pasó de las 26 en el 2022 a las 37 en 2023», destaca Elena García, una de las autoras del trabajo.
También llama la atención que sean personas cada vez más jóvenes las que intentan acabar con su vida; y que la proporción de hombres se iguale prácticamente a la de mujeres, que siempre ha sido muy superior a la masculina. «Son dos tendencias que hemos observado y que estamos analizando en el hospital. La proporción en 2023 es de un hombre que intenta suicidarse por cada 1,2 mujeres y observamos que la edad del paciente con conductas suicidas que nos llega ha disminuido de 40 a 35 años, lo que coincide con los datos de suicidios consumados del INE a nivel nacional. Y hacía mucho tiempo que no veíamos tantos casos de adolescentes en nuestras Urgencias«, explica García. En la población infantil la edad media de estos casos se sitúa en los 15 años.
Elena García considera que la pandemia tiene mucho que ver con el aumento de conductas autolíticas. «Se sufrió mucho estrés y creemos que ahora se está recogiendo esa dificultad que padecieron muchas personas para adaptarse a estas nuevas situaciones», aseguraba esta investigadora tras la publicación de este estudio. Esta conclusión viene avalada por la proliferación de trastornos adaptativos en los casos analizados, es decir, la dificultad en la adaptación a las nuevas situaciones y a la falta de herramientas para hacerles frente. «Observamos una gran prevalencia de trastornos ansioso-depresivos que pueden conducir a estas conductas autolíticas y ya está aceptado que una de cada cuatro personas sufrirá a lo largo de su vida algún trastorno de este tipo», explica García.
Según apunta la jefa del servicio de Salud Mental del Área Sanitaria Sur de Sevilla y actual directora del Plan Andaluz de Salud Mental, Matilde Blanco, «este tema constituye una línea de trabajo en nuestro servicio clínico desde el año 2015, la cual ha sido potenciada desde la pandemia por el Programa Andaluz de Salud Mental con la unificación de puntos de buenas prácticas clínicas».
La doctora Blanco subraya que muchos de los casos que les llegan ahora no presentan enfermedades mentales clásicas sino trastornos de ansiedad o de adaptación. «Son problemas mentales pero no enfermedades mentales propiamente dichas como esquizofrenia o trastorno bipolar. Hablamos de mala salud mental más que de enfermedad mental per se. Esto se está dando cada vez más en la sociedad actual y vemos que esa ansiedad y estrés han llegado para quedarse«.
Esta psiquiatra relaciona este crecimiento de trastornos en la población, especialmente la más joven, «con un concepto de inmediatez, de que todo se consiga ya, lo que genera una frustración mayor. Parece que como sociedad la tolerancia a la frustración está disminuyendo y ante situaciones que requieren una espera o una aceptación, las respuestas se van desviando hasta una solución inmediata, que sería la conducta autolítica, que evidentemente no es la solución«, dice.
Esta poca tolerancia a la frustración no se da solo en adolescentes o preadolescentes. «Hablamos ya de adultos jóvenes, a los que se ha extendido este trastorno. Es algo que se está generalizando en distintas franjas de población«.
Tanto en el Área Sanitaria Sur como en el resto de hospitales sevillanos se ha cambiado el protocolo y se está produciendo una búsqueda activa de las personas con este tipo de trastorno. «Dada su compleja heterogeneidad y los múltiples factores que influyen en ella, resulta para todos nosotros un reto social y profesional. No se le da el alta, sino que se coge el teléfono y de sus familiares para un seguimiento. Intentamos que esa persona no se pierda, esto no quiere decir que no se consume el suicidio, pero intentamos evitarlo«, explica la doctora.
Otra iniciativa es la creación de un grupo multifamiliar, donde las personas con conductas autolíticas y sus familiares reciben tratamiento mental con una mayor intensidad de abordaje. «Trabajamos también con los profesionales que pierden pacientes. Estas pérdidas nos afectan mucho a todos», asegura la doctora.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete