El secretario general de UGT Andalucía, natural de Guipúzcoa: «Soy creyente y del Cachorro: poder besar el Cristo fue muy emotivo»

-Usted es de Guipúzcoa. ¿Cómo acabó en Sevilla?

-Estoy casado felizmente y afortunadamente con una sevillana.

-¿Vino a Sevilla por amor?

-Sí. El destino me quiso traer a Sevilla y llegué aquí con 28 años.

-Es hermano del Cachorro, una de las hermandades más queridas y conocidas de Sevilla. ¿Desde cuándo?

-Soy hermano del Cristo de la Expiración del Cachorro desde hace unos cinco años.

-Supongo que no hace mucho no se podría imaginar que acabaría siendo hermano del Cachorro.

-No. Pero las circunstancias vitales de la vida y personales me llevaron aquí Y luego un querido amigo, que ha sido hermano mayor del cachorro me introdujo, me abrió la puerta y ahora es lo que siento, vivo y llevo conmigo.

-¿Sale todos los Viernes Santo?

-No, porque tengo una hernia discal que me lo impide. Si no, saldría.

-¿Es usted creyente?

-Sí.

-¿Cómo es su relación con la Semana Santa de Sevilla?

-La Semana Santa de Sevilla es la Semana Santa por excelencia de la capital del mundo, o sea, la referencia. Y desde luego se puede vivir desde dos puntos de vista, desde el puramente cultural o desde el devocional, el de la fe. Y yo lo vivo desde los dos. Me decía un amigo que la fe es algo que se tiene o no se tiene, no se puede comprar en un supermercado. Pues yo afortunadamente la tengo y la disfruto. Y aparte, la Semana Santa es una exposición de de lo que siente Sevilla. La Semana Santa se puede ver como cultura o como un sentimiento. Y sentirla es verla. Es algo muy especial, pero sentirla es todavía algo más. Y desde hace unos años tengo la suerte de poder pertenecer a esa gran hermandad que es la del Cristo de Expiración, la Virgen del Patrocinio. A donde voy, hago gala de de pertenecer a ella.

-¿Hay muchos creyentes en la UGT de Andalucía?

-No he hecho el recuento, pero hay muchos compañeros. Es un tópico decir que por ser de izquierdas no puedes ser creyente. Y hay bastantes compañeros que conozco que son hermanos de diferentes hermandades de Sevilla y de algunos desde hace muchísimos años. Cuando nacieron, los hicieron hermanos. Somos una organización diversa y yo creo que en la diversidad está la riqueza. Nos encontramos gente de diferentes sensibilidades ideológicas, pero tenemos una prioridad que es que la clase trabajadora. Hhay que cuidarla, hay que defenderla y hay que lograr mejoras en las condiciones de vida de los trabajadores y trabajadoras. Y eso es lo que nos une, independientemente de nuestro sello.

-¿Le costó mucho entender la Semana Santa de Sevilla siendo vasco? ¿O fue algo rápido gracias a la ayuda de su mujer?

-No es cuestión de de rapidez o no rapidez, es cuestión de si la sientes o no la sientes. Yo la llevo ahí, la comprendes, la sientes y no lo eliges. No puedo decir más.

-¿Cuál ha sido el mejor momento que recuerda de la Semana Santa de Sevilla?

-He tenido dos momentos que han sido especialmente significativos. Un cuñado que tengo me llevó a verla. Y yo pensaba que iba a ver un paso porque no conocía cómo era el sistema de las cofradías y vimos todos los pasos de ese día, desde las siete de la tarde hasta las doce y media de la noche. Y acabé, por mis problemas de espalda, tirado en un jardín que no podía ni moverme. El año pasado tuvimos un momento muy especial porque hubo un exhermano mayor del Cachorro que nos invitó, cuando se baja la Virgen y se lleva al al palio. Y entonces la Basílica Menor del Cristo de la Expiración se pone a oscuras, se encienden unas velas, se toca un himno, se canta y fue un momento muy especial, pero yo creo que el más emotivo fue el poder besar al Cristo de la Expiración. Tuve la ocasión de de poder saludarlo antes de que lo subieran a su lugar, una vez terminada la Semana Santa.

-Hace unos ocho años, una candidata de Podemos por Sevilla, cuando la formación que presidía Pablo Iglesias tenía casi tantos escaños como el PSOE, dijo en un mitin en Fibes que había que votarlo todo y que si se hacía un referéndum sobre la Semana Santa de Sevilla «y salía que no», pues se «prohibía y ya está». Creo que pocos días después de decir eso, tuvo que renunciar porque salieron muchos afiliados de Podemos que eran hermanos, incluso costaleros, de muchas hermandades de Sevilla.

-Ese comentario se lo podía haber ahorrado, entre otras cosas porque hablar desde el desconocimiento más absoluto yo creo que es de gente... Bueno, no lo voy a calificar, pero no se puede hablar de lo que no se conoce. Eso para empezar. Y cuando se hablan de cosas tan importantes como la Semana Santa, pues hay que hablar con criterio, hay que hablar con conocimiento y con sentimiento. Y cuando se hace desde el desconocimiento, desde la ignorancia, pues se dicen cosas como ésa y uno mete la pata de manera profunda. Y no solo la Semana Santa, sino las culturas y las lenguas de cada pueblo. Yo creo que se merecen todas un respeto por lo que, por lo que significan, por lo que conforman, en nuestro caso, en nuestro estado nación, nuestro país . Y la Semana Santa de Sevilla es un signo identitario desde hace muchos siglos. Aparte de aportar en términos económico porque hay una gran masa de profesionales que trabajan en torno a al mundo de la Semana Santa, desde orfebres, tejedoras, músicos, etcétera, que merecen todo el respeto del mundo. Pero también estamos hablando de una parte devocional que es un intangible, que es un intangible global. Hace tiempo se nombró el flamenco como Patrimonio de la Humanidad de la Unesco y la Semana Santa de Sevilla tiene hoy un patrimonio inmaterial de siglos de inmenso valor. Y los que son sevillanos -y los que no lo somos pero queremos y nos gusta la Semana Santa-, hacemos todo lo posible por cuidarla, mantenerla y protegerla, porque creemos que es un valor añadido. Sevilla debería tener un museo de la Semana Santa, como hay en Zamora, incluso Granada ya se ha puesto a ello. Y Sevilla, como la ciudad mundial por excelencia de la Semana Santa, pues debería de tener ese ese museo de la Semana Santa para dar la oportunidad a todos los turistas que vienen fuera de la Semana Santa a conocerla y a tener conocimiento de ella para luego poder venir a verla en vivo y en directo. Creoo que tenía que tener hasta su kilómetro cero, un punto neurálgico donde esté señalado, donde tenga su estatua, sea un lugar de de referencia.

-¿La Feria de Abril también le gusta?

-También. Pero la vivo desde otro punto de vista, desde la responsabilidad sindical, desde los encuentros digamos institucionales y fraternales y pues no tengo mucho tiempo. Hacemos muchas actividades porque hacemos desde almuerzos o cenas para los jubilados, también para los colectivos de personas con diferentes capacidades con discapacidad, personas discapacitadas. Ponemos un grupo, hacemos actuaciones con payasos para los niños, con música e intentamos dar una una labor social con una amplia perspectiva de que es una casa del pueblo festiva, en la que acogemos a todo el mundo y lógicamente hacemos nuestra recpeción institucional.

-¿Es usted del Athletic de Bilbao o de la Real Sociedad?

-De la Real Sociedad. Yo tengo mi foto de hace bastante tiempo con Arconada, que fue portero de la Real Sociedad. Ha habido grandes porteros vascos como Zubizarreta, Artola. Recuerdo que con 12 años, con la camiseta de Arconada, me caí en una clase de Educación Física y me partí el brazo. Me tuvieron que operar de urgencia y la camiseta recién regalada me la tuvieron que cortar y me la tiraron. Fue un pequeño trauma para mí. En esa época la Real ganó sus ligas con López Ufarte, Arconada, Satrústegui, Zamora y bueno, lo llevamos en el corazón.

-¿Su hijo es del Betis o del Sevilla?

-Le tira más el Sevilla.

-Le deseo suerte para el Congreso de Granada, aunque no le ve a hacer falta porque no tiene rival.

-La suerte siempre hace falta. La buena suerte se la tiene que trabajar uno con el trabajo, el compromiso, la responsabilidad y las ideas. Yo creo que es clave. Pero luego está otro tipo de suerte, que es lo que le ocurrió hace tres años a once compañeros de la UGT de aquí, a los que les tocó el gordo de la Lotería de Navidad.

-¿Y a usted no?

-A mí no, porque yo he sido secretario de formación ocho años y ese año dio la casualidad que entré en la nueva responsabilidad de ser secretario institucional. No fui a Madrid a ese curso porque ya no era secretario de Empleo y los 11 compañeros que sí fueron, y el que me sucedió, pues compraron el boleto con el premio gordo. 400.000 euros cada uno.

-Pues fue mala suerte...

-Bueno, la vida de este te lleva por donde te tiene que llevar, hay que aceptarlo. También le tocó a un compañero aquí que le hizo un favor a una compañera con un problemilla que tenía y la compañera le trajo un décimo como regalo por habérselo resuelto.