Cenas Alpha para zamparse las últimas preguntas

Ya rodaron una primera edición entre septiembre y diciembre, con resultados muy positivos a tenor de los testimonios de los participantes y los organizadores en su página web, y ahora vuelven a la carga con más inscritos y más colaboradores en los equipos auxiliares. «Amar, escuchar y reírse», en esos tres verbos resume Aurora Doblado, coordinadora de las cenas Alpha, la iniciativa de Iglesia en salida, sostenida por los propios laicos de la parroquia.

Alpha es un potente método de evangelización, originario de la parroquia anglicana de Holy Trinity Brompton en Londres, a través de cenas en las que se trata de dar respuesta a los grandes interrogantes de la vida, las últimas preguntas de la existencia, conforme a la propuesta cristiana. Pero antes que dar respuestas, se plantean muchas interrogantes en los vídeos sobre los que versa la sobremesa: todas las preguntas son bienvenidas, por algo el logo de Alpha es un signo de interrogación.

Algunos de los invitados a la primera edición lo han descrito como «un chute» en su vida de fe. Y coinciden en la ausencia de juicios sobre lo que opinan o hacen como lo más preciado de las cenas en compañía. Primero sin conocerse de nada y, poco a poco, conformando un pequeño grupo que semana a semana no deja de dialogar y entrelazar sus historias.

La dinámica de las cenas siempre es la misma. A una primera toma de contacto con algún aperitivo sigue propiamente la comida, que prepara el equipo parroquial con esmero (de hecho, ha sido uno de los puntos más valorados por los invitados en la primera edición). Ese momento distendido sirve para el conocimiento recíproco y la conversación fluye sin mayor propósito.

A continuación, se proyecta el vídeo o se presenta una charla testimonial en torno a alguno de los asuntos que se tratan durante el curso y se deja un tiempo generoso de debate en torno a lo que se ha escuchado. En total, no mucho más de hora y media, aunque los invitados, conforme toman confianza entre ellos y se hace más vivo el diálogo, se quedan con ganas de seguir charlando. No importa, a la semana siguiente tendrán oportunidad de hacerlo.

La parroquia de San Juan Pablo II ha adoptado el método Alpha como estrategia de acercamiento a personas alejadas de la Iglesia o bautizados cuya vida de fe es declinante, por lo que las cenas están abiertas a quien quiera apuntarse. Ni siquiera hay que confirmar que se acude, aunque los organizadores agradecen la inscripción previa para el cálculo de las proporciones gastronómicas.

La iniciativa partió del equipo sacerdotal de la parroquia el año pasado. En julio, un grupo de feligreses comprometidos acudió al encuentro nacional del método Alpha en Alicante para conocer de primera mano la dinámica de las cenas y en septiembre lo pusieron en marcha sin tener muy claro el alcance.

Vistos los resultados más que esperanzadores, para la segunda edición han apostado fuerte: han redoblado la comunicación (avisos parroquiales en las misas del fin de semana, cartelería, boca a boca) y han reforzado el equipo a todos los niveles para atender a un mayor número de comensales. Cualquier persona interesada puede descubrirlo en la página web de la parroquia, donde encontrará testimonios de participantes y servidores, además de los datos para contactar con el equipo.

Alpha lo han seguido más de 125.000 personas en España, en alguno de los 3.218 cursos organizados en 832 parroquias e instituciones (desde colegios a cárceles). No es la primera incursión de Alpha España en Sevilla, aunque sí la que ha tomado más vuelo. Antes de la pandemia del Covid-19, la parroquia de San Juan Bautista en El Castillo de las Guardas, entonces atendida por el sacerdote Federico Jiménez de Cisneros, organizó una sesión de Alpha. Y en otras parroquias de la archidiócesis se han programado cursos aislados.

Lo que diferencia la experiencia de San Juan Pablo II es que se quiere utilizar como herramienta de evangelización entre los alejados e indiferentes en aquella zona de expansión urbana de Dos Hermanas. La propia comunidad parroquial ofrece diferentes itinerarios de permanencia para quienes deciden perseverar e involucrarse en la Iglesia tras las sesiones de Alpha.