Quiero adelgazar, ¿qué hago?
Se necesita orientación sanitaria porque perder peso es cambiar de hábitos de vida, no solo de comida
El primer paso para abordar el exceso de grasa es diagnosticarlo. Si queremos perder peso , lo primero es contactar con nuestro médico de atención primaria, que «orientará, según el grado de sobrepeso u obesidad, quién es el mejor recurso», explica la doctora ... Ana de Holanda, coordinadora del grupo de trabajo de obesidad de la Sociedad Española de Endocrinología y Nutrición (Seen). Si el caso es leve, derivará a la enfermera o a la dietista-nutricionista . Esta última es una figura fundamental, pero que escasea en los centros de salud. «Tienen que estar también en los ambulatorios porque cuando el paciente llega al hospital ya vamos tarde», apunta la experta. Y es que, en los casos más graves, hay que derivar al endocrino .
Si quieres buscar un dietista-nutricionista privado, asegúrate de que sea un profesional colegiado . Y huye de las promesas de dietas milagrosas o muy deficitarias, que solo elijan un tipo de alimento o restrinjan por completo otro. «Perder peso es cambiar de hábitos de vida no solo de comida y hay que tener en cuenta la historia clínica del paciente », señala Ana de Holanda. La experta de la Seen afirma que no se trata solo de los kilos de más sino de evitar que se acumule grasa . «Puede haber gente con normopeso e IMC 20 y tener mucha grasa en el cuerpo y una cintura más abultada porque se alimenta mal. Podríamos decir que está falsamente delgado », advierte.
En las consultas de endocrinología se detectan errores frecuentes de alimentación que el paciente no reconoce como tal. Uno de los más importantes, señala el doctor Francisco Tinahones, presidente de la Seedo, atañe a lo que bebemos. «La gente no interpreta que una bebida azucarada o un whisky doble tienen un montón de calorías . Para muchos las bebidas azucaradas son la base y no el agua», afirma.
También hay pacientes que llegan con falsas creencias como que la fruta engorda de noche, que hay alimentos que no se pueden combinar o que confían demasiado en lo light y en lo integral , rememora la doctora Ana de Holanda. Un desconocimiento que achaca a la falta de educación sanitaria de la población , que debería empezar ya en el colegio.
Cuando nos proponemos perder peso es importante tener expectativas reales para no desmotivarnos. «Una pérdida de peso del 5% ya tiene beneficios clínicos. Es un objetivo real y alcanzable. Lo saludable, si estamos haciendo una dieta restrictiva, de unas 500 calorías diarias menos, sería perder medio kilo a la semana », aconseja la experta de la Seen. Para que se haga una idea, perder un kilo supone dejar de comer 7.000 calorías .
Piensa que siempre estás a tiempo de empezar a cuidarte. El estilo de vida mediterráneo es el que ha demostado más beneficios. «Hay que volver a vivir como antes: dedicar tiempo para comprar en el mercado alimentos frescos sin etiquetas (legumbres, verduras, frutas, pescado, aceite de oliva frutos secos) cocinarlas en casa y comer con tranquilidad; mantener una vida activa y educarse en que no hace falta saciarse 10 de 10, con llegar a 7 vale », resume la doctora Ana de Holanda.
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