La Nostradamus de los Balcanes que predijo el 11-S anuncia un importante avance científico en 2024

Baba Vanga, conocida como la Nostradamus de los Balcanes, fue una mujer invidente a la que ciertos colectivos atribuyen poderes de predicción. Comenzó a sentir esta capacidad a la temprana edad de 12 años cuando un tornado le arrebató la vista, y a pesar que falleció en 1996 a causa de un cáncer de mama, sus augurios siguen a la orden del día para miles de sus seguidores.

Vanga pertenece al selecto grupo de 'Nostradamus' que arrasan todavía entre los creyentes de la futurología y la adivinación. Todos beben directamente de la tradición implantada por el famoso boticario francés, Michel Nostradame (Nostradamus), que en 1555 publicó Les Prophéties, un libro que consta de 942 cuartetas poéticas que supuestamente predicen eventos futuros.

Entre las predicciones que sus seguidores atribuyen a Baba Vanga, se encuentra el ataque terrorista del 11 de septiembre a las Torres Gemelas. La Nostradamus de los Balcanes profetizó sobre un fuerte ataque a Estados Unidos, describiendo que «dos aves metálicas chocarán contra dos hermanos americanos, lobos aullarán desde los arbustos y la sangre de inocentes correrá por los ríos«.

También se le atribuye la predicción del tsunami del Océano Índico en 2004, que causó la muerte de más de 230.000 personas; la de la muerte de Lady Di, el accidente nuclear de Chernobyl, la desaparición de la Unión Soviética y la pandemia de Covid-19. También incluyó sequías e incendios que han afectado a Asia y Australia en sus predicciones.

Según la Nostradamus de los Balcanes, este año se realizará un importante descubrimiento científico que revolucionará la medicina, posiblemente poniendo fin a enfermedades incurables como el VIH y el cáncer. No proporcionó detalles sobre cuándo ocurriría, pero mencionó que sería resultado de años de investigación y trabajo en equipo.

También predijo una futura crisis económica mundial, causada por la corrupción y la mala administración de los recursos naturales, así como el inicio del declive del petróleo, para el que, según Vanga, deberán buscarse alternativas limpias y renovables para abastecer al mundo.

En cuanto a catástrofes naturales, mencionó la posibilidad de un terremoto que afectaría a Estados Unidos y alteraría el río Mississippi, así como un tsunami que podría golpear a varios países de Asia.