Así funciona el método de Harvard para no rendirte y alcanzar cualquier meta
Cuando nos marcamos un objetivo, la falta de planificación, la desmotivación y los imprevistos pueden hacer que desistamos antes de ver resultados
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En la vida, todos nos fijamos objetivos. Desde mejorar en el trabajo hasta llevar un estilo de vida más saludable, las metas nos impulsan a crecer y evolucionar. Sin embargo, la realidad es que muchas veces abandonamos nuestros propósitos antes de alcanzarlos. La falta de planificación, la desmotivación y los imprevistos pueden hacer que desistamos antes de ver resultados. Sin embargo, para que esto no nos vuelva a ocurrir, el emprendedor especializado en bienes raíces, Gino Porter, ha compartido en su cuenta de Instagram una estrategia avalada por Harvard que aumenta significativamente las probabilidades de éxito cuando nos marcamos algún nuevo objetivo.
El poder de escribir las metas y darles un plazo
Según reveló el creador de contenido en su publicación, un famoso estudio de Harvard reveló que la mayoría de las personas no establece objetivos concretos y que la diferencia entre aquellos que simplemente tienen una idea en mente y los que la plasman por escrito es notable. Según los investigadores, quienes anotan sus metas tienen hasta diez veces más posibilidades de alcanzarlas. No se trata solo de una cuestión de disciplina, sino de crear un compromiso real con uno mismo.
Además, el estudio descubrió que añadir una fecha límite a cada propósito incrementa la tasa de éxito en un 76%. Un plazo concreto genera urgencia y evita que las personas posterguen indefinidamente sus objetivos. Esto significa que no basta con querer mejorar en un aspecto de la vida, sino que es necesario definirlo con precisión y establecer un marco temporal claro.
Compartir metas y hacer un seguimiento
Por otro lado, según el estudio, compartir los objetivos con otra persona mejora el compromiso en un 33%. La razón es que, al hacerlo, sentimos una mayor responsabilidad y nos esforzamos más por cumplir con lo que hemos dicho. Es una forma de generar presión positiva y mantener la motivación en los momentos en los que flaqueamos.
También es fundamental realizar un seguimiento del progreso. Llevar un registro de los avances ayuda a mantener la constancia y refuerza la sensación de estar avanzando en la dirección correcta. Algo tan simple como hacer una lista de tareas y tachar cada acción completada puede generar una gran motivación.
Cómo evitar sentirse abrumado y superar obstáculos imprevistos
Uno de los principales motivos por los que las personas abandonan sus metas es que se sienten abrumadas ante la magnitud del objetivo. Para evitar esto, los expertos recomiendan dividir el propósito en pequeños pasos alcanzables. En lugar de fijarse una meta demasiado general, como lanzar un negocio, es más eficaz establecer hitos concretos con fechas específicas. Primero investigar el mercado, luego crear un prototipo y, finalmente, hacer el lanzamiento en una fecha determinada. De esta manera, cada avance refuerza la confianza y mantiene la constancia.
Otro aspecto clave para alcanzar los objetivos es la planificación anticipada de los posibles obstáculos. En ese sentido, la técnica 'Si-Entonces' ha demostrado ser especialmente útil. Consiste en establecer una respuesta concreta ante cada posible dificultad. Por ejemplo, si el cansancio impide hacer ejercicio, en lugar de saltarse la actividad por completo, se puede optar por una versión más ligera, como caminar durante unos minutos. Si el problema es la distracción con el teléfono móvil, una posible solución sería programar un temporizador para mantener el enfoque durante un tiempo determinado.
La técnica WOOP y la importancia del plazo de 90 días
Para convertir un deseo en un plan concreto, los investigadores han desarrollado la técnica WOOP. Esta estrategia se basa en cuatro elementos esenciales: definir lo que se quiere lograr, visualizar el impacto positivo que tendrá en la vida, identificar los obstáculos que podrían frenar el progreso y diseñar una acción específica para superarlos. Aplicar este método permite transformar los desafíos en oportunidades y facilita la ejecución de los planes.
Por último, las investigaciones han demostrado que el plazo ideal para alcanzar una meta es de 90 días. Este periodo es suficiente para generar avances reales, pero también lo suficientemente corto como para mantener la urgencia y el compromiso.
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