Una huésped se queda de okupa 575 días en una mansión de lujo de Airbnb y exige una compensación de 100.000 dólares
La mujer, conocida como la inquilina del infierno, solo pagó el primer medio año y ha demandado ahora al propietario tras haber dejado la casa
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Aunque las administraciones están intensificando su control, los pisos y habitaciones turísticas han aflorado y mucho en los últimos años, no solo en España. Y es que se han convertido en una alternativa a los alojamientos tradicionales muy agradecida por los turistas, que se hospedan en sitios con las comodidades como si estuvieran en su propia casa y que además encuentran precios más económicos.
Para los arrendatarios que tienen regularizadas sus casas o habitaciones también está siendo, por lo general, una cuestión positiva, ya que están consiguiendo ingresos extras por estancias no utilizadas que anteriormente no los daba ningún beneficio. Eso no quita que algunos propietarios se hayan encontrado en más de una ocasión, como por ejemplo cuando por el Covid algunos alquilaron fincas para celebrar fiestas y acabaron destrozando las casas, con alguna desagradable noticia.
En otros casos, las situaciones no han sido tan extremas pero han supuesto igualmente un profundo dolor de cabeza para los arrendatarios. Justo esta semana se ha conocido uno de estos casos en los que el propietario ha sudado la gota gorda por culpa de un inquilino: en Estados Unidos una huésped estuvo viviendo como 'okupa' durante 575 días en un piso al que llegó a través de Airbnb. Las autoridades la acabaron desalojando el pasado viernes.
Con una amistad inicial
El caso está dando la vuelta esta semana todo el mundo por las actitudes de la mujer, apodada ya por algunos como la 'inquilina del infierno'. Elizabeth Hirschhorn, de 55 años, acabó saliendo de la casa y siendo custodiada por agentes del departamento de Policía de Los Ángeles. El propietario, Sascha Jovanovic, cambió de inmediato las cerraduras y confió en que el caso quedara zanjado pero la abogada de la mujer avisó de que su clienta había sido extorsionada y que quería volver a la casa.
El piso que eligió para vivir de gratis durante un año era una mansión de lujo con vistas a las colinas de Brentwood, un barrio de alto nivel de la zona, que se estima que tiene un coste de 3,5 millones de dólares. Allí llegó en septiembre de 2021 con una reserva de seis meses a unos 105 dólares por noche y las cosas empezaron bien. Ellos eran incluso amigos y habían pasado buenos ratos en la casa.
Una vez acabó ese plazo Elizabeth se quedó allí y empezaron los problemas. El propietario detectó algunos desperfectos en la casa y ella también, que se los reprochó al propietario entendiendo que era cosa suya que, por ejemplo, algunas persianas no funcionaran. Él acabó pidiéndole que abandonara la mansión para que se llevaran a cabo las intervenciones y ella se negó porque tenía miedo de no volver a la casa.
El propietario del inmueble ya intentó en varias ocasiones echarla de casa y ambos se demandaron mutuamente. El condado de Los Ángeles tiene una normativa, la Ordenanza de Causa Justa, que impide legalmente a que un dueño pueda desalojar a un inquilino si se cumplen unos determinados preceptos y que obliga a pagar la reubicación de una inquilina.
Reclama «mínimo» 100.000 dolares para abandonarla
Ella, de hecho, exige, «como mínimo», 100.000 dólares para abandonar la propiedad así como que le reembolsen el dinero que pagó hasta abril de 2022 (unos 20.800 dólares), cuando se acabó la reserva. Los abogados de la mujer argumentan que el propietario no tenía permisos para alquilar la vivienda como Airbnb y que él construyó ilegalmente una ducha.
Por su parte, los abogados de Jovanovic han impuesto una demanda por daños y perjuicios y confían en que los tribunales les den la razón para no sentar así un grave precedente. «Si le dan la razón, podrás alquilar un Airbnb por dos días y negarte a irte al tercero, a menos que el propietario te pague para que te vayas«, lamenta su letrado.
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