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Las palabras de María Casado en 'Las tres puertas' que han hecho llorar a Poty Castillo

El coreógrafo ha protagonizado en el programa de La 2 una de sus entrevistas más personales

Javier Castillo, Poty, en 'Las tres puertas' RTVE

María Robert

María Casado ha recibido este miércoles 8 de febrero a tres nuevos invitados en una nueva entrega de 'Las tres puertas' . El popular coreógrafo Javier Castillo , más conocido como Poty , concedió en el programa de La 2 una de su entrevistas más personales.

Aguantando la emoción, arrancó la charla con la periodista contándole uno de los episodios de su vida más amargos: su hermano murió de meningitis a los 9 años el mismo día que él nació. El 6 de julio de 1960 daba a luz un hijo y perdía a otro. «Pepita, aquí tienes al Quitapenas de la casa», le dijo la matrona.

El bailarín también se sinceró sobre la relación con su madre, y contó otro dato desconocido de su biografía: fue militar paracaidista antes de cumplir su sueño de triunfar en la danza.

María Casado también se emociona

El invitado, gran amigo de María Casado , recibió de la presentadora unas sentidas palabras antes de marcharse. «Tengo que decirte, y te lo voy a decir con el corazón en la mano, porque te quiero un montón, nos conocemos de hace mucho tiempo, y eres una de las personas del mundo de la tele que yo más quiero». Casado recalcó las virtudes de Poty . «Siempre te veo con buena cara, con una sonrisa. Mirarte es bonito. Es verte y te das un abrazo. Siempre bailando, siempre alegre. Que también tendrás lo tuyo… pero es maravilloso encontrarse en esta profesión a gente como tú».

Con los ojos vidriosos y un nudo en la garganta, reconoció su emoción. «Al final, con tantos años de carrera, al final uno se acostumbra al halago fácil, ¿sabes? Y ya parece que uno desdibuja la realidad. Y cuando alguien viene y te dice esto desde el corazón como tú, María, que se que lo dices de verdad desde el corazón, me mata». Casado, también emocionada, le ha hecho entrega de la llave del programa intentando contener las lágrimas. «Ahora voy a llorar yo un ratito también».

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