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Enrique Urquijo vuelve a ser un niño

El programa 'Imprescindibles' dedica este domingo un emocionante homenaje al músico madrileño, muerto a los 39 años en 1999

Enrique Urquijo, en una imagen del documental TVE
Federico Marín Bellón

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Cuando el líder de Los Secretos apareció muerto en un portal de la calle Espíritu Santo, en el barrio de Malasaña, solo tenía 39 años. Por su sangre corrían las drogas, pero en su cabeza rondaba la idea de grabar un disco para niños basado en poemas de Gloria Fuertes . Tiene sentido que Miki Blanco y Javier Jado hayan titulado su documental «Enrique Urquijo: volver a ser un niño» , en recuerdo también de una de sus canciones más conocidas. La 2 emite este trabajo emocionante dentro de 'Imprescindibles' , programa que una semana más hace honor a su nombre. Se puede ver este domingo a las 21.30 y, lo que es aún mejor, está permitido ponerlo en bucle en RTVE Play.

Enrique Urquijo triunfó muy pronto, pero sus grupos siempre estuvieron cosidos a la tragedia. El batería de Tos , primer nombre que se pusieron los hermanos, murió atropellado en una carambola fatal en la Nochevieja de 1979. Repuestos del mazazo, cambiaron de baterista y de nombre, por el más pegadizo de 'Los Secretos, pero no tardaron en perder también a Pedro en otro accidente de tráfico. El homenaje que recibió el primero, Canito , es considerado la piedra fundacional de la 'movida madrileña' , colocada en la Escuela de Caminos de la Universidad Politécnica de Madrid el 9 de febrero de 1980. No hicieron falta redes sociales para convocar a más de un millar de adeptos y aún caben más espectadores en el concierto si entran a través de la hemeroteca audiovisual de RTVE .

Los espectadores de 'Enrique Urquijo: volver a ser un niño' podrán descubrir vídeos de la infancia y adolescencia del músico, rescatados del archivo familiar. El equipo del documental ha trabajado durante casi un año para recabar los testimonios de más de treinta protagonistas de la vida del creador de temas como 'Déjame' y 'Quiero beber hasta perder el control'. Su figura triste, con ese aire a lo John Cazale , también albergaba a un tipo con un gran sentido del humor, aunque si no estaba sobre un escenario lo más probable era verlo callado. «Me vuelvo vulgar cada vez que me bajo», confesaba él en una de sus canciones, de engañosa sencillez.

Amigos, profesores, músicos y los hermanos de Enrique ahondan en la compleja personalidad de una estrella errante y diferente a todas, que pasaba del dinero y detestaba la promoción tanto como hablar en público, «que hacía mal aposta los 'playback' porque los odiaba», que inclumpliendo el manual del perfecto divo se mostraba cercano y amable con sus admiradores. Fue un mito construido a su pesar, que murió sin saberse del todo reconocido, que tuvo médico personal y camello de cabecera .

Más de un espectador descubrirá que 'Agárrate a mí María' y 'Pero a tu lado' son dos canciones estremecedoras, además de bellísimas, dedicadas a su hija María, su principal razón para aferrarse a la vida. Son a la vez una declaración de amor y un grito de auxilio. Es tentador añadir que llegaron en los años más difíciles, pero para el segundo de los Urquijo no hubo nunca días de vino y rosas, menos aún temporadas enteras.

Letras vividas

Músicos, periodistas, representantes y expertos del mundo de las discográficas ayudan a repasar también la carrera de Enrique Urquijo, autor de piezas inolvidables y desde luego no olvidadas, en cuyas letras aparece expuesta su vida entera . «Palabra por palabra de sus canciones, las ha sufrido en su cuerpo», afirma un amigo de la infancia. «Está en pelotas cada vez que hace una canción», remata un colega.

Quizá por ello Enrique Urquijo sigue muriendo y resucitando cada vez que vuelven a escucharse sus canciones, algunas de las más cantables que se han escrito en nuestro país. «El 'Imprescindibles' de esta semana es un documento único para todos los seguidores de un compositor con una personalidad tan desconocida como cautivadora », afirma RTVE, «pero también para aquellos que deseen descubrir por qué dos décadas después de su muerte, varias generaciones aún lloran la desaparición de un músico eterno». Y si a algún espectador se le escapa una lágrima, que sepa que entra dentro de lo previsto.

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