Suscríbete a
ABC Premium

LA TRIBU

El tabernero

Dicen que de la nada levantó una gran empresa. No, no. De la nada, imposible: del todo que Juan tenía dentro

Antonio García Barbeito

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Olor a vino agrio y a cante desesperado, a farfulla de parroquianos aliñada de tarde en tarde con una blasfemia –Dios cien veces rebotado- o tres voces más altas que las otras y un golpe de culo de vaso en el mostrador de la madera ... que tenía más de duela de barril que de mostrador. "Llégate a la taberna y que te llenen de vino blanco esta botella, que voy a hacer torrijas…” Botellas llenas y metidas en una caldera con agua. Un “llena aquí”, y, de tapa, en una concha de loza blanca, imposible barquilla, unos altramuces cuyas cáscaras, en el suelo terrizo, ponían una desperdigada botonadura rota. Tan niño, tú, entrabas en aquel bosque de piernas y cuerpos como si te hubieses metido entre los costaleros de los pasos de alguna fiesta local. Olor a vino y a tabaco, a sudor, a aliento que hubiera ardido al acercarle una cerilla. La taberna, qué mundo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación