comentarios reales
Simios, venecos y masticadores de cadáveres
¿Hay algo mejor que escribir sobre la guerra, los corruptos, el trumpoceno y la dudosa abstracción de los carteles cofrades contemporáneos?
La actualidad es tan deprimente, que prefiero compartir el placer de algunas de mis últimas lecturas: 'Simios apóstoles' (Athenaica) de Juan Bonilla es un extraordinario libro de artículos y ensayos que tiene todas las papeletas para ser vilipendiado por cierto tipo de académicos mediocres, que ... luego son los mismos que aprovechan las ideas y argumentos de Juan Bonilla para aliñar ponencias o publicar articulillos en revistas indexadas sin mencionar jamás a Juan Bonilla. Cualquiera de los capítulos de 'Simios apóstoles' es más original, inspirador y estimulante que muchas monografías erizadas de notas o que la mayoría de esos artículos que anegan las revistas de impacto, aunque nadie nunca los lea. Así, las reflexiones de Bonilla sobre Borges, Kafka o Unamuno contienen una epifanía en cada página. Sus apuntes acerca de las fotografías de Ginsberg, Madoz o Gonnord nos instan a revisar 'La obra de arte en la era de su reproductibilidad técnica' de Walter Benjamin. Y el ensayo que dedica a la ciudad supone una deliciosa cartografía de novelas, películas, autores, viajes, etimologías y memorias. No se me escapa que la primera parte —la que presta su título al libro— es aforística, fragmentaria, miscelánea y paseandera, pero también es la más combativa, porque ahí es donde toda la ironía, descaro e inteligencia de Juan Bonilla deja en evidencia a los cacasenos de la crítica, la política, la academia, la prensa cultural y el columnismo espectacular. ¿Cómo es que todavía no tiene calle en Jerez?
'Venecos' (Páginas de Espuma) de Rodrigo Blanco es un estupendo libro de relatos cuyo título es —como «sudaca»— una forma despectiva del gentilicio «venezolano», acuñada en los países del cono sur como reacción a la diáspora provocada por el régimen chavista. De hecho, la materia de los cuentos nace de las vivencias y circunstancias de los millones de venezolanos transterrados por todo el planeta. En «La hora de tu símbolo», Rodrigo Blanco nos regala una frase que podría ser suscrita por cualquier hispanohablante: «Si algo había descubierto en su vida de emigrado es que no había peor enemigo para un venezolano que otro venezolano». Leer a Rodrigo Blanco supone un memorable placer que nadie debería negarse.
'De la masticación de los muertos en sus tumbas' (La Felguera) del reverendo Michael Ranft (1700-1774) es un tratado de vampirismo del siglo XVIII publicado por primera vez en español. Al parecer, Ranft quiso demostrar que los muertos devoradores no eran ni milagro divino ni prodigio del demonio, sino expresión de ocultos poderes naturales. Para conseguirlo participó en la exhumación de un húngaro llamado Plogojovitz, cuyo cadáver fue atravesado con una estaca. Por desgracia, las explicaciones de Ranft desataron el pánico, pues afirmó que los vampiros «devoran su mortaja con su propia boca», «sólo causan la muerte a sus allegados» y «hacen ruido con la boca al masticar». Lovecraft incluyó el 'De Masticatione Mortuorum in Tumulis' entre los libros malditos de Cthulhu.
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