TIEMPO RECOBRADO
Necesitamos héroes
Precisamos referencias morales, gente que se lo juegue todo por defender su coherencia y sus principios
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El general Dalla Chiesa le dijo a un periodista que en los asesinatos de la Mafia se daban dos circunstancias: que sus víctimas fueran peligrosas y que estuvieran solas, sin el respaldo de sus jefes. Eso es lo que le sucedió a él: le asesinaron ... en 1982, acribillado en su automóvil junto a su esposa. Totò Riina fue quien dio la orden. El mismo personaje que estuvo tras la eliminación del juez Giovanni Falcone cuando una bomba destrozó su vehículo en la carretera del aeropuerto a Palermo diez años más tarde. Roberto Saviano, que vive desde 2006 con escolta tras su libro sobre la Camorra, ha escrito 'Los valientes están solos', un trabajo en el que reconstruye la lucha de los jueces de Palermo contra la Mafia y el asesinato de Falcone.
El magistrado había sentado en el banquillo en 1986 a varios centenares de mafiosos de Sicilia en el famoso macroproceso que asestó un duro golpe a la organización. Seis años después, fue asesinado. Y tan solo dos meses más tarde, el que cayó fue Paolo Borsellino, colaborador y sucesor en la Audiencia de Palermo. Falcone, Borsellino, Dalla Chiesa, Costa, Chinnici, Terranova, Giuliano y Pio La Torre son algunos de los nombres de fiscales, jueces, policías y políticos asesinados por la Mafia. A La Torre, secretario del Partido Comunista siciliano, le mataron porque trabajaba en un proyecto de ley para crear el delito de asociación mafiosa.
Todos estos hombres sabían que iban a morir o, al menos, que tenían un altísimo nivel de probabilidades de que la Mafia acabara con su vida. Falcone le dijo a su mujer que quería tener hijos, pero no huérfanos. Los dos murieron cuando volvían de Roma a Palermo.
¿Por qué asumieron los riesgos? ¿Por qué renunciaron a pasear por la calle o salir a cenar con sus amigos? ¿Por qué decidieron vivir bajo una amenaza permanente? ¿Por qué prefirieron morir a envejecer? No tengo una respuesta a estas preguntas, pero su ejemplo siempre me ha conmovido. Y a la vez me ha planteado la cuestión de si yo sería capaz de hacer lo mismo. No lo sé.
Lo que si sé es que necesitamos héroes, referencias morales, gente que se lo juegue todo por defender su coherencia y sus principios. Vale mucho más vivir con ese coraje moral que todas las riquezas y vanidades de este mundo. El único patrimonio de cada ser humano, y eso nadie se lo puede quitar, es la dignidad.
En unos momentos en los que los políticos que gobiernan demuestran su falta de principios y en los que la mentira y la verdad se confunden, necesitamos héroes como Falcone. Y en unos momentos en los que se insulta a los jueces por quienes han vulnerado la ley, necesitamos hombres que hagan justicia.
La sangre derramada nunca se seca, señala Saviano. Lo peor de lo que estamos sufriendo hoy es que la sangre se ha secado con demasiada rapidez.
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