Suscríbete
Pásate a Premium

el ángulo oscuro

Terciopelo Lynch

Si no hubiese dirigido películas como 'El hombre elefante' o 'Una historia verdadera' estaríamos tentados por despacharlo como un simpático urdidor de pacotillas

Un régimen profundamente enamorado

Bienvenidos a Francolandia

Carbajo & Rojo
Juan Manuel de Prada

Esta funcionalidad es sólo para registrados

Se nos ha ido David Lynch, pontífice máximo de la posmodernidad, buzo de las alcantarillas del subconsciente, apóstol rezagado del surrealismo, y también jeta superferolítico, impostor supremo, sardanápalo del capricho estético, orfebre de la baratija y artífice de algunos de los más insignes camelos ... del cine contemporáneo. ¿Cómo juzgar a David Lynch? Si no hubiese dirigido películas como 'El hombre elefante' o 'Una historia verdadera' estaríamos tentados por despacharlo como un simpático urdidor de pacotillas, un pícaro genial que supo metérsela doblada al esnobismo gafapasta con tomaduras de pelo a veces sarcásticas, a veces lóbregas, casi siempre desquiciadas y desquiciantes. Pero, firmando esas dos películas, demostró incluso a sus detractores que podía ser un maestro consumado del clasicismo; y que, si sólo lo fue intermitentemente, fue porque no le dio la real gana serlo a tiempo completo. Hoy podemos afirmar que muchas de las creaciones lynchianas han envejecido horrorosamente; pero no es menos cierto que algunas merecen figurar entre las cúspides del arte contemporáneo.

Artículo solo para suscriptores

Esta funcionalidad es sólo para suscriptores

Suscribete
Comentarios
0
Comparte esta noticia por correo electrónico

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Reporta un error en esta noticia

*Campos obligatorios

Algunos campos contienen errores

Tu mensaje se ha enviado con éxito

Muchas gracias por tu participación