parrillada mixta

TVE examina a sus expertos

Convocadas las pruebas para hacer fijos a los expertos a los que la emisora recurre para tratar de dar cierta dimensión académica a su propaganda

Setenta días nos quedan

México lindo, querido y español

Jesús Lillo

Después de un laborioso trabajo de investigación y de hacer muchas llamadas perdidas, ABC ha tenido acceso al contenido del examen de actualidad cuya filtración obligó a retrasar las oposiciones convocadas por RTVE para ampliar su ya nutrida plantilla de informadores. Estaba chupado: la ... fórmula química del fango, la influencia del viento de levante en la ola reaccionaria, la distancia que va de la extrema derecha a la extrema-extrema derecha, la localización de un seudomedio dentro de un aseado conjunto de medios de progreso, una sencilla prueba de ortografía en la que había que determinar si bulo es escribe con be o con uve, una pregunta-trampa sobre la densidad de la fachosfera y el instrumental necesario para medirla con precisión, una cuenta de la vieja sobre la fuerza gravitatoria que se registra en la galaxia ultra y, a tenor de las aptitudes físicas exigibles a los informadores de TVE para salir cada más frecuentemente a la calle y desafiar a los elementos, una prueba de apnea consistente en tomar aire y repetir la palabra 'ultraderecha' hasta comprobar cuántas veces eran capaces los candidatos de pronunciarla sin quedarse sin fuelle. Chupado.

El aplazamiento de estas oposiciones va a hacer coincidir el examen de los candidatos a informadores con las pruebas convocadas para hacer fijos a los expertos a los que TVE recurre para tratar de dar cierta dimensión académica a su propaganda, profesionales de la docencia, la judicatura o la investigación a los que tienen como puta por rastrojo o como fijos discontinuos, en la frontera de los falsos autónomos. Eso había que arreglarlo.

Por ahí andan, estudiando para el examen, el magistrado valenciano de Jueces, Juezas y Juezos para la Democracia, experto en 'lawfare'; aquella politóloga que formó parte de un tribunal popular contra Ayuso, el codirector del Instituto de Estudios sobre Conflictos y Acción Humanitaria, nada menos, y por no salir del campo del antisemitismo y de las pruebas de apnea –repita 'genocidio'– , catedráticas y profesoras de la talla de Luz Gómez o Ruth Ferrero. Hay más profesionales del intelectualato en la misma situación de precariedad, pero baste esta pequeña muestra como expresión de la irregularidad laboral en que se mueven unos expertos a los que urge colocar, papeles para todos, de forma indefinida.

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