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una raya en el agua

Cartas marcadas

El relato de los jueces como adversarios encubiertos prefigura la coartada de un choque parlamentario contra el Supremo

Entierros sin ganas

Cuestión de desconfianza

Ignacio Camacho

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La deriva populista de un Pedro Sánchez cercado por problemas judiciales sigue una pauta calcada de la peripecia kirchneriana. El lenguaje de los dirigentes socialistas lleva meses denunciando una «cacería» –«inhumana», añadió Santos Cerdán en el congreso de Sevilla– emprendida por la justicia y ... la oposición a pachas, y ayer el presidente acusó directamente al Partido Popular de jugar con «cartas marcadas», es decir, con información servida por los magistrados que instruyen las causas. El discurso de la victimización le sirve para aglutinar a la militancia y a los votantes de vocación más sectaria, y al mismo tiempo para construir el argumentario sobre el que va a tratar de restructurar los tribunales a medida de lo que llama «regeneración democrática». Es decir, en línea con el poder y su mayoría parlamentaria. Espóiler, aprovechando que la Academia acaba de admitir la palabra: Cristina Kirchner fue declarada culpable tras arrastrar a su país a una crisis convulsa y larga.

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