BALA PERDIDA
El botellón de la literatura
En la Feria del Libro, al Retiro asomará mucho peatón a pasar el rato, como tantos autores, porque firmar, lo que se dice firmar, firman los de siempre, que son los famosos de plató
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No diremos que es noticia que un famoso publique un libro, sino que es novedad el famoso que no lo publica. Ahora, en España, escriben incluso los escritores. Aunque tampoco demasiados. De vuelta de Sant Jordi, y en vísperas de la Feria del Libro, ... en Madrid, el menú del panorama incluye títulos de 'instagramers' y alguna cosa decente. Antes escribían mucho los diputados, y raro era el diputado que no se hacía su librito, para el alterne en el Parque del Retiro. Ahora escribe libros hasta Ana Obregón, con lo que vamos a oir que Ana ha entrado en la literatura. Falta que la literatura entre ella. Como en tantas otras. No hablo de algunas gentes de la televisión que tienen buena muñeca para la prosa, como Mónica Carrillo, o Mara Torres, sino de los populares de plató que perpetran su bodrio, que encima lo mismo es de autoayuda. Pero irán a codearse con Fernando Aramburu, o Manuel Vilas, un suponer, en vecindad de caseta, cuando toque la Feria del Libro, que es el botellón de la literatura. Yo la Feria del Libro la veo como un cruce de safari de solecito y botellón sin pasarse. El peatonaje acude a que le regalen un abanico, y a ver si está Belén Esteban, ahora que la han jubilado. Los autores de vitola suelen acudir más a tomar unas cervezas que a firmar unos ejemplares, entre otras cosas porque los ejemplares suelen firmarlos los llamados 'autores mediáticos', que no son precisamente autores de literatura sino quizá todo lo contrario. Le venden un selfie al peatonaje, a precio de un libro urgente y volandero, y vaya usted a saber si escrito por ellos mismos. La gente no va a comprar un poemario último, sino a sobar un poco a alguna señora o señorita que sale en la tele, mientras el retrato de móvil. Al Retiro asomará mucho peatón a pasar el rato, como tantos autores, porque firmar, lo que se dice firmar, firman los de siempre, que son los famosos de plató. No necesariamente cada transeúnte es un lector, pero alguno habrá. Algo es algo. Mucho. Porque la fiesta tiene más peluquería que biblioteca. Entre el plató y el picnic.
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