Una renuncia acertada
La renuncia del senador Luis Bárcenas a su escaño es lo mejor para todos: para él, para centrarse en su defensa, y para el PP, por motivos obvios
ABC informa hoy sobre la decisión del senador Luis Bárcenas y del diputado Jesús Merino de renunciar a sus respectivos escaños para dedicar todo su esfuerzo al legítimo ejercicio del derecho a defenderse en las causas que tienen pendientes. Culmina así el proceso de separación respecto del PP de dos políticos implicados en el «caso Gürtel», cuya permanencia en las respectivas Cámaras depende exclusivamente de su voluntad, ya que en nuestro sistema constitucional el titular del escaño es el representante elegido por los ciudadanos y no el partido político. Sea por voluntad propia o por inducción de los responsables de Génova, estamos ante la consecuencia lógica de la situación procesal de los afectados, de tal manera que la renuncia merece una valoración positiva. Bárcenas ha sido tesorero del PP, un puesto muy relevante en la estructura de cualquier partido y que se relaciona directamente con los hechos objeto de la investigación. El PSOE ha hecho bandera oportunista de una supuesta debilidad de Mariano Rajoy ante su antiguo colaborador, incluyendo insinuaciones malintencionadas y carentes de fundamento, cuya falsedad queda ahora en evidencia.
Por mucho que se empeñe la propaganda socialista, no hay ningún elemento en lo que se conoce del sumario Gürtel que mueva a pensar en una financiación irregular del PP, ni mucho menos existe una base sólida para plantear ante la opinión pública la imagen rigurosamente falsa de los populares como el partido de los «corruptos». La salida de Bárcenas y Merino supone un golpe para un argumentario del PSOE lleno de falacias. Bárcenas fue primero apartado de la tesorería y más tarde de la militancia, una reacción lógica desde el punto de vista político que se completa ahora con su renuncia al escaño, pero que nada prejuzga sobre su inocencia o culpabilidad. La presunción de inocencia rige para todos los ciudadanos, por mucho que ciertos portavoces del PSOE pretendan negarla cuando les conviene para extender una sospecha generalizada sobre la oposición. En todo caso, ésta es la mejor solución para todos, ya que el ejercicio de la función parlamentaria exige un tiempo y una libertad de acción que no es fácil de compaginar con el derecho a la defensa en un proceso tan complejo. Por ello, Esperanza Aguirre tiene toda la razón cuando exige sin rodeos a los tres diputados regionales implicados en el mismo «caso Gürtel» que dejen su puesto en la Asamblea de Madrid, aunque ya no pertenecen al Grupo Popular.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete