Patricia Bullrich: «Estamos en alerta por los secuestros de la dictadura venezolana en el exterior»

Mientras el Gobierno de Chile investiga lo ocurrido en Santiago el miércoles, cuando unos sujetos secuestraron al teniente venezolano Ronald Ojeda haciéndose pasar por policías chilenos, Bullrich se convierte en una de las primeras responsables de seguridad de un país latinoamericano en pedir explicaciones a Venezuela y pedir apoyo a EE.UU. tras un periodo de concesiones de la Casa Blanca al régimen que encabeza el dictador Nicolás Maduro.

Según lamentó Bullrich en la entrevista con ABC, «esta es una situación muy grave». «No tenemos información oficial de Chile pero podría significar que servicios secretos venezolanos están actuando afuera y eso es muy peligroso, así que estamos atentos, en contacto con las autoridades chilenas para saber cual ha sido la consecuencia y la razón de este secuestro», añade.

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María J. Errázuriz

Se estima que aproximadamente 5.6 millones de personas de nacionalidad venezolana residen fuera de su país, de las cuales 4.6 millones residen en América Latina. En la República Argentina, se estima que hay 174.333 personas venezolanas. Bullrich afirma: «Hay que cuidar a esas personas, hay que estar cerca de ellas, así que este secuestro nos hacer prender una luz de alerta».

Bullrich estuvo con el presidente Javier Milei en el congreso conservador de EE.UU. CPAC (siglas de Conferencia Política de Acción Conservadora), y mantuvo reuniones paralelas con funcionarios del gobierno de EE.UU. y con la Organización de los Estados Americanos, cuyo secretario general, Luis Almagro, ha sido muy crítico con las dictaduras de Venezuela, Cuba y Nicaragua.

Preguntada por esas reuniones, y el mensaje que trae a Washington, Bullrich afirmó después que le resulta impensable que ningún gobierno del contiene apoye a una dictadura. «Este continente tiene que tener valores democráticos, y eso quiere decir que no se puede apoyar a las dictaduras, no se puede aceptar dictadura por petróleo», dijo la ministra argentina. De este modo, critica que la Administración Biden haya levantado sanciones al crudo venezolano y haya permitido a petroleras como Chevron, volver a hacer negocios allí.

Las declaraciones de Bullrich denotan una cierta tensión con Washington, que han quedado de manifiesto en la visita a este congreso conservador de Milei. Este congreso está organizado en torno a Trump y su candidatura, y es en realidad una gran reunión de grupos de presión, políticos y votantes que apoyan a Trump. En su conversación con ABC, Bullrich admitió presiones del embajador estadounidense en Buenos Aires para que Milei no viniera, algo poco común en relaciones bilaterales.

«El embajador de EE.UU. en Argentina nos dijo que esta es una conferencia de carácter muy político y no le parecía conveniente la participación, pero bueno el presidente hace años que participa en estas conferencias, le pareció honorable venir y bueno en realidad se hace en Washington pero podría hacerse en cualquier parte del mundo, hubiera ido a cualquier parte del mundo, viene de conferencista, con un discurso general, no va a ser un posicionamiento electoral, cada uno puede tener la preferencia que quiera pero no votamos aquí», aseguró la ministra.

La visita de Milei sí se dio como un abrazo, literal, a Trump. Minutos después de la conversación, el nuevo presidente de Argentina llegó al hotel donde se celebraba el congreso, y antes del discurso de Trump le vio, se abalanzó sobre él y le abrazó diciendo: «Yo también soy MAGA». MAGA es el lema en inglés de Trump, que corresponde a las siglas de la frase «Hagamos América grande nuevamente», y que tiene las mismas siglas que «Hagamos Argentina grande nuevamente».

Ante la frustración que esto provocó en la actual Administración estadounidense, Bullrich, en otra parte de la conversación con ABC dijo: «Nosotros hoy en día como Gobierno argentino no tenemos una intromisión en la campaña de EE.UU. Sin duda que Javier Milei hace muchos años que viene a esta conferencia, al CPAC, y bueno, ha sido muy apoyado por esta conferencia y por quienes están acá y entonces le parecía un acto de honor venir como presidente pero en Argentina el presidente recibió a Blinken, así que distinguimos lo que puede ser una cercanía política a nuestra relación de Estado».

Es cierto que antes de llegar a Washington, Milei se vio en Buenos Aires con el canciller de Biden, Antony Blinken. Hay mucho en juego para Argentina: Además de ser el mayor inversor extranjero de Argentina y su tercer socio comercial, EE.UU. tiene el mayor control de cualquier país sobre el Fondo Monetario Internacional, al cual Argentina le debe 37.000 millones de euros.

Algo similar ocurre con las relaciones de Argentina con España. Milei tiene una relación directa y cordial con Santiago Abascal, el presidente de Vox, que también estuvo en esta conferencia. Bullrich, sin embargo marca distancias y apunta al PP y a la que ve como su referente: Isabel Díaz Ayuso, la presidenta madrileña. «Hay dos personas del PP que se han puesto en contacto con nosotros del gabinete de Díaz Ayuso, y vamos a tener una reunión con ellos», dijo la ministra. «Yo voy a estar con ellos y Díaz Ayuso es una persona muy interesante y tenemos muy buena relación con el PP. Es una relación de muchos años y muy asentada».

Bullrich fue ministra de Seguridad de la Nación durante la presidencia de Mauricio Macri, desde 2015 hasta 2019. Es conocida por su postura firme en temas de seguridad y su alineación con las políticas de derecha. En las elecciones presidenciales del 2023 fue candidata por parte de la alianza Juntos por el Cambio. Finalmente, perdió las elecciones generales al obtener un 23,8% de sufragios quedando fuera de la segunda vuelta. Después apoyó a Javier Milei en el balotaje contra Sergio Massa. El 1 de diciembre de 2023 fue confirmada por Milei como ministra de Seguridad.

Sobre la marcha del nuevo gobierno encabezado por Milei, Bullrich afirma que «se mantiene firme frente a los problemas que han salido, pero no cambia de rumbo. Para este gobierno no hay la opción de la marcha atrás. Y creo que en la historia de la Argentina, tras el asedio del peronismo, este gobierno es lo que el país necesitaba, porque a diferencia de lo que ha pasado antes, no vamos a ceder a las presiones del peronismo».

Bullrich dijo que en Washington se iba a reunir con el nuevo asesor del presidente estadounidense para Latinoamérica, Daniel Erikson y funcionarios de los departamentos de Justicia y Seguridad. La visita a Erikson es importante porque este toma el relevo del colombiano Juan González, quien lideró la política de acercamiento a la dictadura de Venezuela. La ministra destacó además que la última conversación que su Gobierno tuvo con funcionarios EE.UU. sobre Venezuela fue «una conversación la verdad dura» porque Argentina, dijo, se opone con Milei a cualquier concesión a la dictadura de Maduro «a cambio de hacer negocios petroleros». En sus reuniones, dijo Bullrich, pidió apoyo en Washington a que Argentina se convierta en «una luz de cambio», frente a los regímenes de Maduro en Venezuela y Daniel Ortega en Nicaragua. A diferencia de los Gobiernos de Brasil, Chile, Colombia y México, Argentina ha tomado la iniciativa de contener a esos regímenes, a los que acusa de crímenes de lesa humanidad.