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Los muertos en Gaza superan los 30.000, según el Ministerio de Salud de Hamás

Estados Unidos, por su parte, cifra en 25.000 las mujeres y niños gazatíes que han perdido la vida desde el pasado 7 de octubre

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Una mujer llora por la muerte de su hijo por los ataques israelíes en Gaza AFP

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El Ministerio de Salud de la Franja de Gaza, controlada por Hamás, ha reportado más de 30.000 muertos en este territorio por la guerra entre Israel y este movimiento islamista palestino, informa AFP.

Aunque los mediadores Estados Unidos y Catar se muestran optimistas de alcanzar una tregua en cuestión de días, la violencia continúa en este territorio donde la ONU y oenegés alertan de una grave situación humanitaria.

«El número de mártires supera los 30.000», señaló el ministerio en un comunicado emitido el jueves por la mañana. De ellos, 79 fallecieron en las últimas 24 horas, precisó.

El conflicto, que transformó Gaza en una «zona de muerte» según Naciones Unidas, es de lejos el más mortífero de los cinco que han librado Israel y Hamás, catalogado de grupo «terrorista» por Estados Unidos y la Unión Europea.

La guerra estalló el 7 de octubre, cuando combatientes de Hamás atacaron el sur de Israel y mataron a cerca de 1.160 personas, en su mayoría civiles, según un balance de la AFP basado en datos israelíes.

También secuestraron a unas 250 personas, de las que un centenar pudieron ser liberadas durante una tregua de una semana en noviembre. Las autoridades israelíes estiman que 130 siguen retenidas en el enclave, incluyendo 31 que estarían fallecidas.

En respuesta al ataque sin precedentes de Hamás, Israel lanzó una ofensiva aérea y terrestre sobre Gaza e impuso un asedio sobre el territorio, cortando el suministro de agua, comida, medicamentos o energía.

Esta operación ha destruido barrios enteros de la Franja y ha provocado el desplazamiento forzado de 1,7 de los 2,4 millones de habitantes del enclave.

La ONU ha denunciado los obstáculos impuestos por Israel para la entrada de ayuda a Gaza. Según sus cálculos, 2,2 millones de personas están amenazados por la hambruna, especialmente en el norte, donde la destrucción, los combates y los saqueos hacen casi imposible la llegada de convoyes humanitarios.

«Los hospitales se han transformado en campos de batalla»

UNRWA

Las necesidades humanitarias en Gaza son «ilimitadas», dijo la Agencia de la ONU para los Refugiados Palestinos (UNRWA). «La hambruna acecha. Los hospitales se han transformado en campos de batalla. Un millón de niños se enfrentan a un traumatismo diario», agregó.

Según el Ministerio de Salud de Hamás, siete niños murieron por «deshidratación y malnutrición» en el hospital Al Shifa de Ciudad de Gaza y otros siete en el hospital Kamal Adwan, en el norte de la Franja.

Operación en Rafah

La comunidad internacional teme que la situación empeore ante la intención israelí de expandir su operación terrestre a la ciudad de Rafah, fronteriza con Egipto en el sur de la Franja.

Esta localidad, blanco de bombardeos diarios, acoge casi 1,5 millones de palestinos, en su mayoría desplazados, y es también el punto de entrada de la escasa ayuda humanitaria que llega al enclave.

El primer ministro israelí, Benjamin Netanyahu, argumenta que Rafah es el «último bastión» de Hamás y advirtió que una eventual tregua solo «demoraría» la ofensiva que está determinado a llevar a cabo.

Tras casi cinco meses de guerra, Estados Unidos y Catar, mediadores en el conflicto junto con Egipto, esperan lograr una tregua antes del inicio del Ramadán, entre el 10 y el 11 de marzo. «Mi esperanza es que tengamos un alto el fuego para el próximo lunes», declaró el lunes el presidente estadounidense, Joe Biden.

Según una fuente próxima a Hamás, el cese el fuego duraría seis semanas y durante este tiempo se intercambiaría cada día un rehén por diez palestinos detenidos por Israel. El movimiento islamista también pide un aumento de la ayuda humanitaria destinada a Gaza.

El gobierno israelí no solo recibe presiones internacionales, también en su propio país. Reclamando un acuerdo que permita la liberación de rehenes, unos 150 manifestantes iniciaron una marcha de cuatro días desde la localidad de Reim, en el sur de Israel, hacia Jerusalén.

«No habrá victoria si nuestros ciudadanos siguen cautivos», dijo a la AFP uno de ellos, Niv Cohen, superviviente de los ataques del 7 de octubre.

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