Israel seguirá luchando en Gaza hasta el regreso de los secuestrados vivos o muertos

En una soez inversión de valores, califican como asesinato el abatimiento de terroristas, mientras que llaman ajusticiamiento al tiro en la nuca de los secuestrados. Obvian que Israel está en guerra, estado declarado poco después de la carnicería del 7-O, así como que, en una acción de guerra, no se asesina al enemigo, sino que se le abate, liquida o suprime sin que sirva de coartada para tan grosera trasposición semántica la traducción de otro idioma. A la actual altura del conflicto ya es bastante generosa la oferta de Benjamín Netanyahu: «A quien deponga sus armas y devuelva a nuestros secuestrados, le permitiremos salir y vivir».

Por ello, en búsqueda de la destrucción de los grupos residuales de lo que fueran las brigadas Ezzedin Al Qassam, las FDI continúan sus operaciones de limpieza en la Franja. Actualmente, tanto en el sur (zona de Rafah) como en el norte (zona de Jabalia). En esta última, los terroristas fueron descubiertos guarecidos en el hospital Kamal Adwan y en el próximo campo de refugiados monitorizado por la Oficina de la ONU para la Coordinación de Asuntos Humanitarios. Lo más probable es que, aunque con menor intensidad, las operaciones en la Franja no terminen hasta que todos los secuestrados, o sus restos, hayan sido rescatados, así como cuando desaparezca de ella la amenaza terrorista permanente contra Israel.

En el frente del Líbano se incrementan las operaciones terrestres y aéreas de las FDI. Asimismo, crece el debate internacional sobre la utilidad de Unifil. Lo más cierto es que su mandato (Resolución 1701 del Consejo de Seguridad de la ONU, CSNU) no es ahora ejecutable, si es que alguna vez lo fuera, con los medios disponibles. Por ello, o el CSNU aprueba un nuevo mandato más realista, o los cascos azules seguirán corriendo inútiles riesgos vitales. Las FDI seguirán operando en el frente libanés hasta lograr que el territorio entre la Línea Azul y el río Litani, o incluso hasta el río Awali (al norte de Sidón), quede libre de terroristas de Hizbolá.

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Ha pasado levemente captado el significado del ataque norteamericano, en la madrugada del pasado jueves, contra polvorines reforzados y enterrados de los hutíes en Yemen. Para tal operación, el Pentágono empleó cazabombarderos furtivos B-2 Spirit, que me aventuro a pensar fueron lanzados desde la base aeronaval norteamericana de Diego García, estratégico atolón británico en el Índico, situada a 3.400 km de Yemen. El empleo excepcional de tan colosal cazabombardero, así como de la gigantesca bomba anti-bunker GBU-57, de 13.600 kg de peso, llevan a pensar que tal acción, más allá de la mera destrucción de los polvorines hutíes, portaba un mensaje disuasorio para que Teherán se abstenga de escalar.

También esta crecientemente activado el frente sirio con los ataques de la aviación israelí contra grupos proiranís y sus instalaciones logísticas tanto en Damasco como a lo largo de la costa mediterránea. En esta se concentran importantes instalaciones rusas, especialmente en los 75 km de extensión desde Lataquia, incluyendo la base aérea de Hmeymim (16 km al sureste de Lataquia) y la base naval de Tartús (la única rusa en el Mediterráneo). Tal escenario destapa un riesgo adicional en este frente, por la posibilidad de que, aunque fuera por error, se atacaran intereses rusos introduciendo a Moscú en la ecuación bélica. Interesante relación, porque el rol embaucado y descalabrado de Hizbolá en el conflicto entre Israel/Estados Unidos e Irán, es similar al de Ucrania entre Estados Unidos/OTAN y Rusia.

SOBRE EL AUTOR

pedro pitarch

El autor es teniente general retirado del Ejército de Tierra. Fue jefe del Eurocuerpo y de la Fuerza Terrestre y director general de Política de Defensa en el Gobierno de Zapatero. Ocupó la jefatura de la División de Estrategia y Cooperación Militar del Estado Mayor de la Defensa, así como de la División de Logística del Mando Supremo de la OTAN.