Europa asume que la paz en Ucrania pasa por un acuerdo con Trump

El encuentro en Londres reunió a líderes europeos con el objetivo de acordar el fortalecimiento de la seguridad del continente y de Ucrania, así como de impulsar un plan de paz que también cuente con el respaldo de Estados Unidos. Keir Starmer, primer ministro británico, destacó la necesidad de adoptar medidas con rapidez y determinación y aseguró que «no es el momento de hablar más, tenemos que actuar». Subrayó que la estrategia debe incluir tanto el refuerzo de las defensas ucranianas como un proceso diplomático en el que Moscú no imponga sus condiciones. «El acuerdo incluirá a Rusia, pero esta no puede dictar los términos», afirmó con contundencia. Añadió que «cualquier acuerdo de paz debe partir de la premisa de que Ucrania es un país soberano y que su integridad territorial no es negociable».

Los líderes europeos acordaron mantener el flujo de ayuda militar a Ucrania y aumentar la presión económica sobre Rusia para reforzar la posición ucraniana en el campo de batalla, y también coincidieron en que cualquier negociación de paz debe garantizar la soberanía y seguridad de Ucrania, con Kiev en la mesa de negociación. Incluso en caso de un acuerdo, se seguirán reforzando las capacidades defensivas ucranianas para prevenir futuras invasiones. Además, los participantes acordaron la formación de una coalición de países dispuestos a garantizar la paz, con el compromiso del Reino Unido de contribuir con tropas sobre el terreno y aviones en el aire. «Europa debe asumir la mayor parte del esfuerzo», reiteró Starmer, aunque insistió en que «el respaldo de Estados Unidos será determinante». «No todos los países podrán aportar lo mismo, pero eso no significa que debamos quedarnos de brazos cruzados», sostuvo Starmer.

Consultado sobre la postura de Washington de cara a estos primeros acuerdos alcanzados entre los países europeos, Starmer insinuó que había discutido estos puntos con el presidente Donald Trump la noche anterior. «Miren, hablé con el presidente Trump anoche. No voy a entrar en los detalles de esa conversación, pero no estaría dando este paso en este camino si no creyera que es algo que produciría un resultado positivo en términos de garantizar que avancemos juntos Ucrania, Europa, el Reino Unido y Estados Unidos, hacia una paz duradera».

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Ivannia Salazar | Corresponsal en londres

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En paralelo, el embajador británico en Estados Unidos, Peter Mandelson, instó a Volodímir Zelenski en declaraciones a la prensa estadounidense mientras se celebraba la cumbre, a recomponer su relación con Trump y firmar el acuerdo de minerales raros entre ambos países. «Es evidente que necesitamos volver a unir a Estados Unidos y Ucrania», declaró. «Este acuerdo es un incentivo adicional para que Estados Unidos proteja a Ucrania en el futuro», aseguró.

Otros líderes reaccionaron también al encuentro, entre ellos el presidente del Gobierno español, Pedro Sánchez, quien reafirmó el compromiso de España con Ucrania y aseguró que el país hará «todo lo que esté en su mano» para garantizar «una paz justa y duradera».

Desde la OTAN, el secretario general Mark Rutte evidenció la voluntad de apaciguar los ánimos con la Administración de Donal Trump tras el encontronazo con Zelenski el viernes en la Casa Blanca, al destacar la solidez del compromiso de Trump con la organización y trató de disipar las especulaciones sobre una posible retirada de Estados Unidos. «He hablado muchas veces con el presidente Trump. Es un buen amigo y hemos trabajado juntos durante años. Ha reafirmado en numerosas ocasiones su compromiso con el artículo 5 de la OTAN».

Por su parte, Ursula von der Leyen destacó la necesidad de incrementar la inversión en defensa en Europa, argumentando que la UE debe prepararse para el peor escenario posible. «Es de suma importancia aumentar la inversión en defensa durante un período prolongado. Es crucial para la seguridad de la Unión Europea». Von der Leyen también insistió en que la defensa europea debe fortalecerse más allá de la guerra en Ucrania: «Necesitamos construir una Europa que no dependa únicamente del apoyo externo. La inversión en defensa es una prioridad en este momento de la historia».

Zelenski, que participó en el encuentro antes de ser recibido por el Rey Carlos III en su residencia de Sandringham, subrayó por su parte la importancia de la unidad occidental frente a Rusia. «Nadie, aparte de Putin, está interesado en la prolongación de la guerra. Por eso, es fundamental mantener la unidad en torno a Ucrania y fortalecer nuestra posición en cooperación con nuestros aliados: Europa y Estados Unidos«. El mandatario ucraniano hizo hincapié en que Ucrania necesita »garantías de seguridad reales« y que cualquier acuerdo debe incluir mecanismos que impidan una nueva agresión rusa en el futuro.

En ese sentido, pidió un «compromiso claro y tangible» de sus aliados. La primera ministra italiana, Giorgia Meloni, que se reunió con Starmer y con Zelenski de forma separada antes de la reunión, detalló a su salida que el presidente ucraniano está «disgustado pero convencido de buscar una solución». «Lo he encontrado muy lúcido, racional, una persona que quiere encontrar soluciones».

Por otro lado, la ausencia de los líderes de Estonia, Letonia y Lituania en la cumbre generó descontento. Starmer intentó calmar las tensiones con una llamada a los mandatarios bálticos que empezó con una disculpa por no haberles invitado, asegurándoles que son «socios clave» del Reino Unido, pero fuentes diplomáticas advirtieron que su exclusión podría interpretarse como un debilitamiento del respaldo a la región.

La exclusión de los países bálticos podría tener consecuencias a nivel interno en la OTAN, ya que estos han sido algunos de los aliados más vocales en la necesidad de un apoyo militar continuo a Ucrania y además están geográficamente más cercanos a Rusia. En ese sentido, el presidente de Lituania, Gitanas Nausèda, declaró que «nuestros países han estado en la primera línea de la contención rusa desde el inicio del conflicto. No podemos quedar fuera de las discusiones sobre el futuro de la seguridad europea».

Los líderes europeos acordaron reunirse pronto para evaluar los avances en los compromisos asumidos en la cumbre. Mientras tanto, el plan de rearme y refuerzo de Ucrania avanza con la expectativa de consolidar un frente unido que garantice la seguridad del continente. «Estamos en un punto crucial de la historia. Lo que hagamos ahora determinará el futuro de la seguridad europea y mundial», avisó Starmer.

Sin embargo, aunque Europa está dispuesta a asumir un papel más activo en la defensa de Ucrania, su éxito dependerá también del compromiso de Estados Unidos. La próxima reunión de líderes será clave para definir los pasos siguientes y garantizar la estabilidad de la región en el futuro. Starmer fue tajante en su intervención al concluir el encuentro: «No es el momento de hablar más, tenemos que actuar».

También reiteró que la Unión Europea y la OTAN deben trabajar en conjunto para asegurar que el apoyo a Ucrania no sólo se mantenga, sino que se refuerce estratégicamente. «No podemos permitir que haya fisuras en nuestra unidad». Al ser consultado sobre los plazos para la implementación de estos compromisos, Starmer enfatizó que «cada día cuenta, cada decisión debe tomarse con urgencia y cada país debe hacer su parte para que Ucrania reciba la ayuda que necesita en el momento oportuno».