Las encuestas dan una cómoda victoria al centroizquierda a tres días de la segunda vuelta en Guatemala
Este domingo 20 de agosto, los guatemaltecos se darán cita para elegir a su próximo presidente entre dos partidos de origen socialdemócrata, en una nación tradicionalmente conservadora
Guatemala irá a una segunda vuelta presidencial, entre la conservadora Sandra Torres y el progresista Bernardo Arévalo
A tres días de la segunda vuelta para definir quién se queda con la presidencia de Guatemala, las encuestas dan como ganador a Bernardo Arévalo, del partido de centroizquierda Movimiento Semilla. Arévalo, hijo del popular expresidente Juan José Arévalo (1944 - 1950) y que ... apenas aparecía en las encuestas de junio con un 2% de apoyo, se convertirá en el próximo presidente del país centroamericano, según las proyecciones de dos prestigiosas firmas de la región; CID Gallup y ProDatos.
Ambas casas encuestadoras coinciden en que el candidato de izquierda no solo ganará la elección, sino que lo hará con muchísima ventaja —con casi 30% de diferencia— sobre su oponente, Sandra Torres del partido Unidad Nacional de la Esperanza (UNE); una agrupación política camaleónica que ha pasado de ser un partido socialdemócrata, perteneciente a la Internacional Socialista desde su fundación en 2003, a consolidarse como un partido supuestamente conservador pero con una agenda enfocada en programas sociales y asistencialistas.
La encuestadora CID Gallup ha publicado dos encuestas durante la campaña de segunda vuelta. En ambas, Arévalo gana la presidencia cómodamente. La primera encuesta, publicada el 2 de agosto, reveló que Arévalo lideraba la contienda con un 63%, versus un 37% en favor de Torres. La segunda encuesta, publicada el pasado 16 de agosto, también le dio la victoria a Arévalo con un 61% frente a un 39% de Torres. Se trata de un decrecimiento de 2 puntos porcentuales en comparación entre ambas encuestas, pero que está contemplado dentro del margen de error de las mismas. Los resultados de ambas encuestas son sobre el total de votos válidos. Esto significa que se excluyen los votos denominados 'Nulos' y 'En blanco', que de acuerdo con la Ley Electoral y de Partidos Políticos de Guatemala, no tienen efecto alguno en el balotaje de segunda vuelta y que son aquellos sufragios que no emiten una marca clara por ninguno de los candidatos.
Por otra parte, la encuesta de ProDatos, financiada por dos medios de comunicación guatemaltecos Prensa Libre y Guatevisión, arroja resultados similares. La encuesta señala un 64.9% de intención de votos válidos totales a favor de Arévalo frente a un 35.1% de Torres; una diferencia de 3.9% con la encuesta de CID Gallup. La casa encuestadora ha explicado que los datos fueron obtenidos entre el 4 y el 10 de agosto y que otro de los hallazgos más relevantes es que, del total de encuestados, el 62.1% de los votos válidos en favor de Arévalo son de mujeres, frente a un 37.9% de votos femeninos en favor de Torres, quien ha enfocado su campaña en la mujer guatemalteca, pero sin mucho éxito.
Más allá de la ideología
Si bien la llegada de Arévalo a la segunda vuelta ha suscitado el debate ideológico entre izquierdas y derechas, analistas e investigadores coinciden en que las elecciones de 2023 en el país centroamericano no representan un rechazo o aprobación por alguna ideología tradicional en específico, y los datos les dan la razón. De hecho, la primera encuesta de CID Gallup midió la identificación ideológica de los encuestados; solo un 6% declaró ser de «izquierda», mientras que un 10% se identificó con el «centro» y un 31% se identificó con la «derecha». Además, un 53% aseguró no estar seguro de cuál era su ideología o simplemente no creer en esas categorías.
¿Cómo es posible que un candidato progresista con solo un 6% de apoyo ideológico sea el favorito para ganar la segunda vuelta electoral de Guatemala? La respuesta es que el voto guatemalteco de 2023 no es ideológico, tal y como concluyen los analistas de la Fundación Libertad y Desarrollo, la organización que financió la encuesta de CID Gallup. El voto en favor de Arévalo ha demostrado ser producto de otros clamores populares que no distinguen ideologías: la lucha contra la corrupción, la generación de empleo formal y la lucha contra los grupos que generan inseguridad en el país.
Además, la percepción negativa del gobierno saliente, que abanderó valores conservadores y los hizo parte de su plan de gobierno, tampoco ha ayudado a los partidos tradicionales, cercanos al gobierno actual y a sus candidatos para convencer al electorado. El presidente saliente, el conservador Alejandro Giammattei, es percibido como corrupto por un 70% del los encuestados por CID Gallup y un 62% considera que su gestión no ha sido buena en este periodo presidencial, que culmina el 14 de enero de 2024. Otros candidatos que partían como favoritos en la contienda —entre ellos Zury Ríos, del partido Valor, Edmond Mulet, del partido Cabal, e incluso la misma Torres—, perdieron apoyos sustanciales al ser vistos como aliados del presidente actual y multiplicadores de propuestas conservadoras (como la ratificación del «no al aborto» o la oposición a cualquier tipo de legalización de unión que no sea entre hombre y mujer) que no necesariamente cuajan con las necesidades urgentes del electorado actual que pide seguridad, transparencia, más empleo y la reducción del elevado costo de vida.
Así, quien pareciera haber entendido las necesidades de al menos un 60% del electorado ha sido el candidato del Movimiento Semilla. Su discurso, enfocado en el combate a la corrupción, consiguió adeptos en las últimas dos semanas previas a la primera ronda, que se llevó a cabo el 25 de junio, cuando el 42% de la población decidió su voto, según CID Gallup. El partido Semilla es, además, una agrupación política relativamente nueva, que surgió tras las masivas protestas en contra de la corrupción del gobierno del Partido Patriota, también de derecha, cuyo expresidente Otto Pérez Molina y exvicepresidente Roxanna Baldetti se encuentran en prisión por múltiples casos de corrupción que reveló la Comisión Internacional Contra la Impunidad en Guatemala (CICIG). Desde que Semilla ganó 7 curules en el parlamento guatemalteco tras las elecciones de 2019, ha fungido como un partido de oposición que ha ganado adeptos de varias generaciones, sobre todos jóvenes millennials y centennials.
Sin embargo, todo está por comprobarse el próximo 20 de agosto, porque si bien las encuestas son claras y el resultado pareciera ser inamovible, en Guatemala todo puede cambiar al último minuto. Absolutamente todo. Por lo menos, así lo demostró la primera vuelta electoral del 25 de junio.
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