La crisis humanitaria por la guerra en Sudán supera con creces a la de Gaza
Aprobada una cifra récord de ayuda en París, insuficiente según la ONU
Un año después, Sudán sigue hundida en una guerra civil que no cesa

Con toda su tragedia, la crisis humanitaria que padece la población civil palestina de la Franja de Gaza no es la más dramática de la región. En Sudán, un año después del comienzo de la guerra civil entre el Ejército y un movimiento paramilitar ... , el drama se abate sobre más de 40 millones de habitantes -de diversas etnias, árabes y africanas negras-; según las oenegés que trabajan en el terreno y los expertos de la ONU.
Un estudio del 'think tank' danés Clingendael Institute, difundido por 'The Economist', alerta de que para este mes de mes de junio podrían morir medio millón de sudaneses por hambruna y malnutrición.
Para afrontar esa emergencia, hoy se reunieron en París representantes de 58 países para aprobar ayuda humanitaria de urgencia. Según informa Europa Press, la Conferencia Internacional ha logrado recaudar más de 2.000 millones de euros para el plan de respuesta de la ONU, que pide 2.700 millones de dólares (unos 2.500 millones de euros) y que hasta ahora solo estaba financiado en un seis por ciento. Francia, Alemania y la Unión Europea, los organizadores del encuentro, han expresado su solidaridad y su apoyo a la población civil sudanesa, que ha sufrido bombardeos indiscriminados, ataques por motivos étnicos y violencia sexual por parte de ambos bandos.
Se cumple ahora un año del comienzo del conflicto armado, que enfrenta a las Fuerzas Armadas Sudaneses (SAF) del general Al Burhan con el movimiento paramilitar de Hemedti, un antiguo señor de la guerra de la región de Darfur. La lucha sin cuartel por el poder -que incluye bombardeos indiscriminados de la población civil, y un sinnúmero de casos de violaciones de muchachas para aterrorizar a la población- ha provocado en estos doce meses desplazamientos de millones de civiles.
Con todas sus limitaciones en materia de libertades, el régimen dictatorial que gobernaba Sudán hasta que cayó como consecuencia de la mal llamada Primavera Árabe, mantenía disciplina y tolerancia entre el mosaico de tribus del país. Las rivalidades se acentúan por las diferencias étnicas y religiosas entre las tribus árabes -musulmanas- y las negras, cristianas y animistas. La partición del país entre Sudán y Sudán del Sur, territorio más pequeño y sin litoral donde se concentran más cristianos y animistas, no resolvió la disputa, que ahora tiene otra dimensión política: el afán de poder de Al Burhan y de Hemedti por el control de Jartún.
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