Alemania prolonga la presencia de sus tropas en Polonia, impensable desde la II Guerra Mundial
La decisión tiene lugar en un momento en el que Bielorrusia ha iniciado ejercicios militares cerca de sus fronteras con Polonia y Lituania
Alemania despliega el sistema antimisiles Patriot en Polonia
El despliegue desde enero de tropas alemanas en Polonia, impensable desde la II Guerra Mundial hasta la Guerra de Ucrania, ha resultado efectiva y satisfactoria para el gobierno de Varsovia. Su objetivo es reforzar el flanco oriental de la OTAN con baterías de ... misiles Patriot, capaces de interceptar cualquier proyectil procedente del este, ya sea intencionado o accidental. La evolución de la guerra aconseja mantener esta presencia militar y el ministro de Defensa polaco, Mariusz Blaszczak, ha reiterado en las últimas semanas su deseo de que los sistemas Patriot alemanes permanezcan en Polonia al menos hasta fin de año.
Berlín está de acuerdo y ha ofrecido ampliar el estacionamiento más allá de los seis meses previstos inicialmente. El Ministerio alemán de Defensa se presta a «continuar con el estacionamiento de tres escuadrones Patriot alemanes más allá del verano» y probablemente hasta finales de año, según un portavoz, que añade que de la extensión más allá de 2023 no se ha hablado todavía. «Para poder cumplir de manera confiable y sostenible con nuestro compromiso de alianza en el futuro, la extensión de la misión está limitada hasta fin de año».
Las tropas alemanas se encuentran en Zamosc desde enero. El ministro alemán de Defensa, Boris Pistorius, ha precisado que con su oferta está «teniendo en cuenta las necesidades de seguridad de nuestros amigos polacos». «Seguiremos estando a su lado como un socio confiable», ha dicho, felicitándose por «la estrecha cooperación sobre el terreno entre las fuerzas armadas» y por la relación germano-polaca, que «ha crecido en este proyecto conjunto». El sistema Patriot basado en tierra es móvil, las plataformas de lanzamiento se pueden montar en camiones. Una batería Patriot puede vigilar hasta 50 objetivos y luchar contra cinco objetos voladores al mismo tiempo, por lo que ha aportado tranquilidad en un país en el que, a mediados de noviembre, impactó un misil en la zona fronteriza con Ucrania que durante unas horas mantuvo a la OTAN al borde de la activación del artículo 5.
Wagner
La decisión tiene lugar en un momento en el que Bielorrusia ha iniciado ejercicios militares cerca de sus fronteras con Polonia y Lituania y en medio de las tensiones por la presencia de mercenarios rusos Wagner en el país. El Ministerio de Defensa de Bielorrusia ha declarado que los ejercicios se basan en las lecciones aprendidas de la guerra en Ucrania, calificándolos de «operación militar especial». Los gobiernos de Lituania y Polonia creen que la situación es de «amenaza real». Desde su llegada a Bielorrusia, los mercenarios Wagner habrían estado entrenando a las fuerzas armadas locales. Varsovia teme que sean utilizados para acciones agresivas cerca del llamado Suwalki Gap, una franja de tierra de 100 kilómetros que conecta Polonia con Lituania y limita con Bielorrusia y el enclave ruso de Kaliningrado, tomando posiciones de cara a un posible escenario en el que los estados bálticos queden aislados del resto de la OTAN. Las maniobras bielorrusas han tenido lugar en Grodno, la región que bordea el Suvalki Gap.
El gobierno polaco anunció ayer (martes) que apostará 1.000 soldados adicionales en la frontera con Bielorrusia a petición de la Guardia Fronteriza. En un comunicado, el viceministro del Interior Maciej Wasik informó que el Comandante en Jefe de la Guardia Fronteriza había presentado la petición al Ministerio de Defensa debido al aumento de la tensión que se vive en la zona, después de la incursión de la semana pasada en el espacio aéreo polaco dedos helicópteros militares bielorrusos. Este anuncio se suma al comunicado realizado el 2 de julio, que confirmaba el envío de 500 policías para sumarse al contingente polaco de vigilancia en la frontera.
Actualmente hay más de 5.000 Guardias Fronterizos desplegados en la frontera entre Polonia y Bielorrusia, además de 2.000 soldados, 500 policías de unidades antidisturbios y un número variable de miembros de la Fuerza de Defensa Territorial, un grupo paramilitar de voluntarios. El ministro de Defensa polaco, Mariusz Blszczak, ordenó además hace unos días el traslado de varios helicópteros de combate a bases cercanas a la frontera. El primer ministro polaco, Mateusz Morawiecki, ha advertido recientemente que son «esperables» nuevas provocaciones en la región para «añadir tensión» e inestabilidad en el flanco oriental de la OTAN por parte de Minsk. Según Morawiecki, «los rusos están poniendo a prueba la capacidad de reacción de Polonia y sus aliados con la presencia de mercenarios de Wagner en la zona, así como el envío de inmigrantes que intentan cruzar ilegalmente la frontera. muro levantado por Polonia.
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