Maduro ofrecerá elecciones regionales libres a cambio de seguir hasta 2025
Henrique Capriles emerge, junto con Guaidó, como los hombres clave de la oposición para una negociación auspiciada por Europa y EE.UU.

La llegada del demócrata Joe Biden a la Casa Blanca ha hecho que los principales actores de la crisis venezolana muevan ficha. Chavismo y oposición, como protagonistas principales, y EE.UU. y Unión Europea, como mediadores, se han lanzado desde hace varios meses a ... una intensa y muy discreta ronda de conversaciones premilimares que desemboquen en una negociación más o menos directa. El objetivo sigue siendo sacar al país del atolladero social, político y económico que vive bajo la mano férrea de Nicolás Maduro. Ayer se conoció que una delegación noruega viajó a Caracas el pasado martes para sondear la situación sobre el terreno y se reunió el mismo día con el interlocutor oficial de Europa y presidente interino, Juan Guaidó , en su casa a las 21.00 hora local (2.00 de la madrugada en España) quien ratificó a sus invitados su disposición a contribuir a una solución «seria y sin doble agenda» de la crisis venezolana, según pudo conocer ABC. Ayer, el Gobierno de Nicolás Maduro se reunió también con los noruegos. «Para nosotros es rutina reunirnos con Noruega, Europa, España y EE.UU., lo que es una novedad es que la dictadura se reúna con ellos», dijo Guaidó a los medios tras conocerse la noticia.
EE.UU. y Europa, con el Alto Representante de Política Exterior, Josep Borrell , y con la participación del expresidente español José Luis Rodríguez Zapatero , se han coordinado para buscar una salida a la crisis a través de unas elecciones libres, transparentes y democráticas. ABC pudo conocer por fuentes próximas a las negociaciones los puntos que cada parte está dispuesto a ofrecer y lo que pide a cambio.
El chavismo, a través de Jorge Rodríguez, presidente de la Asamblea chavista, está dispuesto a negociar una mayor paridad en el Consejo Nacional Electoral (CNE) y en el Tribunal Superior de Justicia para conseguir que la oposición acepte concurrir este año a unas elecciones regionales con garantías democráticas y validadas por la comunidad internacional. En ningún caso acepta elecciones presidenciales «porque no tocan hasta 2025 », apuntan fuentes cercanas al chavismo consultadas por ABC.
El chavismo considera que las elecciones que dieron el poder a Maduro en 2018 son democráticas y justas y este puede seguir en el poder hasta esa fecha. Por ello, la propuesta del gran diálogo nacional anunciada públicamente por Rodríguez, pretende abrir un nuevo escenario político de intercambio de concesiones y garantías a la oposición. Pero él espera, como ha sabido ABC, que a cambio Washington levante las sanciones personales a los jerarcas del chavismo.
Rodríguez quiere por último que la oposición libere entre 30 a 40 millones de dólares de los fondos del Gobierno interino (dados por Trump a Guaidó) para comprar vacunas contra el Covid-19 y así atender la emergencia sanitaria derivada de la pandemia. En definitiva, la propuesta chavista busca legitimar las elecciones parlamentarias del pasado 6 de diciembre y, aún más grave, las presidenciales de mayo de 2018, no reconocidas por la comunidad internacional. Según las fuentes consultadas, Europa cree que el partido oficialista PSUV es lo suficientemente fuerte para medirse en unas elecciones con la oposición. Esas mismas fuentes mantienen que la UE y EE.UU. quieren unas elecciones presidenciales libres sin Maduro ni Guaidó. Aun así, ayer el portavoz de la diplomacia norteamericana, Ned Price, afirmó que el único interlocutor válido de Washington sigue siendo Guaidó. « EE.UU. sigue reconociendo a la Asamblea Nacional de 2015 como la última institución democrática que queda en Venezuela», dijo
Esas mismas fuentes dijeron a ABC que EE.UU. ha abierto dos nuevas vías para influir en este nuevo escenario. Aseguran que Biden tiene un canal de comunicación indirecto con Maduro a través del encargado de negocios de EE.UU. en Venezuela (aunque está en Colombia) James B. Story (fuentes diplomáticas de EE.UU. niegan que Story tenga contacto alguno con el régimen chavista). La segunda vía es Henrique Capriles Radonski, que ha movido bien sus fichas y ahora juega un papel mayor en las conversaciones.
Uno de los asesores del Partido Demócrata para Latinoamérica es el venezolano Leopoldo Martínez Nucete , colaborador de Capriles, que es quien según esas fuentes ha intentado tender puentes entre Biden y el opositor desde noviembre. Algunas fuentes de EE.UU. afirman que parte del equipo de Biden tiene una mayor sintonía con Julio Borges, actual canciller del Gobierno interino y militante del mismo partido de Capriles, que con el actual embajador en Washington, Carlos Vecchio , por «la posición tan pro-Trump que tomaron varios miembros de su partido Voluntad Popular». Aun así, Biden invitó a Vecchio a la toma de posesión, y la diplomacia de EE.UU. lo sigue empleando como punto de contacto para gestiones diplomáticas con Venezuela.
En la misma línea de Capriles, se encuentran varios opositores como el exdiputado Stalin González , líder de Un Nuevo Tiempo (UNT). Preguntado por ABC, González explica su postura en la negociación: «Hay que resolver el problema de fondo que es el 20 de mayo de 2018 (las elecciones presidenciales de Maduro que no fueron reconocidas por el mundo) y no sumar más problemas a la lista». Recuerda que Venezuela está sancionada por EE.UU. por estas elecciones y que la vía podría ser «negociar unas elecciones anticipadas, nuevas elecciones o un revocatorio». El líder de UNT asegura a ABC que las regionales pueden entrar en la lista de negociación, pero « Maduro tiene que dar garantías y por ejemplo no nombrar más gobiernos regionales o locales paralelos donde pierden, y respetar la institucionalidad».
El Gobierno interino de Juan Guaidó es otro actor clave en este nuevo capítulo. Fuentes del equipo de la Presidencia interina aseguran a ABC que ellos podrían buscar condiciones y garantías para ir a unas elecciones regionales «siempre y cuando el gobierno se comprometa a hacer el revocatorio (para expulsar a Maduro), que toca constitucionalmente en 2022 de una manera limpia y democrática».
Ningún proceso negociador puede salir adelante si no participan todos los partidos políticos que representan a los venezolanos, incluidos aquellos que estén más alejados de las posiciones chavistas , porque como bien dice un veterano opositor al régimen, «si no participan todos no hay democracia, porque la democracia o es de todos o no es de nadie».
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