Armenia y Azerbaiyán buscan una solución al contencioso de Nagorno-Karabaj

En la víspera de la firma de los protocolos para la normalización de las relaciones entre Armenia y Turquía , los presidentes de Azerbaiyán, Ilham Alíev, y de Armenia, Serge Sarkisián, intentan a contrarreloj acercar posturas hacia la solución del contencioso de Nagorno-Karabaj, territorio formalmente bajo soberanía azerbaiyana, pero poblado por armenios y autoproclamado independiente en 1991.

La secesión del enclave dio lugar a una guerra con Azerbaiyán que duró hasta 1994 y causó unos 30.000 muertos. En solidaridad con sus hermanos azerbaiyanos, Turquía cerró la frontera con Armenia en 1993. Aquella medida hizo aflorar entre los armenios el recuerdo de los sufrimientos y ofensas que les inflingió el Imperio Otomano durante el genocidio de 1915.

Todas las partes insisten ahora en que no habrá “condiciones previas” para que Ereván y Ankara reabran la frontera y establezcan relaciones diplomáticas. Sin embargo, el resultado de las negociaciones que ayer mantuvieron Alíev y Sarkisián en la Embajada de EEUU en Chisinau, la capital de Moldavia, ejercerá cierta influencia en la atmósfera de la reunión que mañana sábado deberán mantener en Suiza las autoridades turcas y armenias para rubricar los documentos que pongan fin a casi un siglo de desavenencias.

Según el embajador norteamericano en Moldavia, Robert Bradtke, el encuentro de ayer entre los líderes de Azerbaiyán y Armenia fue “constructivo”, aunque “deberán reunirse otra vez en un futuro próximo”.

Armenia y Azerbaiyán llevan años intentando sin éxito resolver el conflicto de Nagorno-Karabaj. Bakú exige la devolución de la provincia, que recibiría una amplia autonomía, y la retirada de las tropas armenias. Ereván, por su parte, apela al derecho de autodeterminación de la población karabají.

Los mediadores del Grupo de Minsk, constituido por EEUU, Rusia y Francia, proponen como medida previa que los separatistas devuelvan a Azerbaiyán los territorios o “franjas de seguridad” en torno a Nagorno-Karabaj, salvo un pequeño corredor que una el enclave con Armenia. Con un tamaño similar al de la Comunidad Riojana, Nagorno-Karabaj tiene una población de 150.000 habitantes, todos ellos de etnia armenia.