Unas nuevas memorias muestran el lado más personal de Lady Di: «Pensé que se avergonzaría»

No hay semana en la que no se hable de la Familia Real británica. Son, sin ninguna duda, los que más titulares copan a nivel internacional. En el último año, la relación del Príncipe Harry y Meghan Markle con los otros miembros de la Casas Real y los cánceres del Rey Carlos III y Kate Middleton han hecho que sean el centro de todas las miradas. Aunque hay una figura que, pasen los años que pasen, sigue estando presente: Diana de Gales. Cuando están a punto de cumplirse tres décadas de su fallecimiento, siguen saliendo nuevos datos sobre su vida: biografías, declaraciones inéditas e incluso subastas millonarias para tener alguna de sus pertenencias.

Ahora, Anne Allan, la que fuera su profesora de baile, ha publicado 'Bailando con Diana', unas memorias en las que habla de cómo era de verdad la madre del Príncipe Guillermo, a la que instruyó durante nueve años. Todo comenzó con una llamada telefónica. Mientras la Allen se disponía a disfrutar de la noche en su casa, sonó el teléfono y, al cogerlo, escuchó: «Hola, soy Anne Beckwith Smith, dama de honor de la Princesa de Gales, A la Princesa le gustaría tomar clases de baile». En un principio, pensó que se trataba de una broma telefónica, pero, aún así, decidió escuchar todo lo que se le decía y no colgar de inmediato.

Así, una semana después tuvo su primer encuentro con Diana Spencer y su buena sintonía hizo que siguieran adelante con el plan. Estuvo nueve años impartiéndole clases. Cuando aceptó, «se me revolvió el estómago porque no se trataba de una persona común y corriente a la que estás enseñando. Ella acababa de casarse. Esto pasó al principio, cuando nadie sabía que a ella le encantaba bailar», confiesa Anne Allan en conversación con la revista 'Hello! Canadá' y que recoge '¡Hola!'. Para ella, Lady Di era «hermosa, cálida, honesta y abierta. Me sorprendió bastante su increíble presencia, de la que ella no era consciente. Estaba sonrojada, tenía la cabeza gacha y se reía tímidamente».

Además, aunque hayan pasado muchos años de aquello, guarda perfectamente en su retina aquel primer encuentro. «Cuando la vi, sentí una especie de risa interior. Llevaba ropa interior negra y medias rosas, se veía perfectamente, y pensé que se avergonzaría, así que no pude decir nada en la primera clase. Con los días, descubrí su buen humor y un día, ya por fin, le sugerí: 'Sabes, hay muchas opciones de ropa interior'. Y ella dijo, entre risas: '¡Ay! ¿Puedes ver la mía?. Cuando regresó, se había cambiado», desliza la escritora al citado medio. Y haciendo balance de su evolución, para ella, Spencer «se encontró a sí misma como mujer».

La noticia de su muerte, conmovió a todo el mundo. Más aún a todos los que pudieron tratarla en las distancias cortas. Cuando Anna Allen se enteró, «me quedé paralizada. Pensé en los niños, en Carlos, sus hermanas y su hermano. Era más joven que sus hijos ahora». Por último, ha explicado el motivo por el que ha decidido publicar esas memorias: «Quiero que la gente conozca ese lado personal de Diana. Ella era humana. Tenía presencia como Princesa de Gales, pero era simplemente una dama encantadora».

En un extracto del libro, Anne Allan relata cómo Diana de Gales se desahogaba con ella sobre su situación matrimonial: «Parece que no puedo hacer nada bien cuando se trata de mi marido. Lo quiero mucho y quiero que esté orgulloso de mí, pero no creo que él sienta lo mismo. No entiendo por qué no soy suficiente para él; creo que prefiere a una mujer mayor... Sé que está saliendo de nuevo con Camilla». ¿Por qué no me quiere? Realmente no lo entiendo. Lo he intentado todo, he intentado ajustarme a sus deseos aunque no siempre estoy de acuerdo. No hay afecto entre nosotros y siempre estoy sola. Sólo quiero que me quieran. No puedo seguir así. Realmente esperan que no diga nada y siga adelante. ¿Cómo lo hago?», dijo Lady Di, según la escritora.