Christina Rapado carga contra su prima Pilar Rubio: «Cuando consiguió el estatus que quería, renegó de todo el mundo»

Christina Rapado sigue en la batalla por recuperar el pulso de la vida. La cantante sufrió, hace un año, una agresión sexual que la sumió en una profunda depresión. «Un compañero de un restaurante de Boadilla del Monte en el que trabajaba me intentó violar. Me bajó los pantalones y como me resistí me propinó puñetazos en la cara». Un duro capítulo del que aún no ha habido sentencia firme. «Todavía no ha salido el juicio. Está con la pulsera telemática y con la orden de alejamiento que le impusieron los Juzgados de Majahonda», explica en conversación con ABC.

La artista logró escapar e inmediatamente se presentó en dependencias policiales para denunciar lo acaecido: «De ahí me llevaron al Hospital Puerta de Hierro. Llegué con la cara destrozada», aclara. Y poco después contactó con la directora del restaurante para contarle lo que había ocurrido. Momento en el que el presunto agresor se puso en contacto con Rapado: «Me llamó y escribió diciéndome que no le denunciase porque le iba a destrozar la vida. Me dijo que si quería dinero me lo daba y que él no era así, que lo había hecho porque iba con dos copas de más». «La Policía Judicial tiene todos esos mensajes en los que se autoinculpa», añade.

A día de hoy, Christina no ha podido borrar de su mente ese fatídico momento: «Sigo pensando en los puñetazos que me pegó en la cara». Aunque ya ha recorrido buena parte del camino para volver a ser la que era -físicamente-. La artista se ha sometido a varios retoques estéticos e intervenciones quirúrgicas. La última, hace unos días, una mentoplastia. Prueba de ello son las instantáneas que ha compartido con este periódico en las que se le puede ver con una mentonera puesta y en pleno proceso de recuperación.

La intérprete, tras el suceso, decidió poner kilómetros de por medio y se desplazó al inmueble que tiene en Torrevieja: «Allí caí en una depresión tremenda. No podía tocar más fondo. Encima me junté con malas amistades que me llevaron por mal camino y malos hábitos». Sin embargo, el hecho de que sus padres la necesitasen para sus cuidados diarios motivó que regresase a la capital española. «Son mayores y me necesitaban. Ella tiene la movilidad reducida y no puede valerse por sí misma», desliza mientras añade, con vehemencia, que «mientras pueda, estarán conmigo y no en alguna residencia».

'Esta navidad', disco que Christina Rapado publicó las pasadas fiestas navideñas, es un homenaje a su progenitora: «Lo hice por ella. Mi madre no recordaba cosas y yo le cantaba villancicos para que los cantase conmigo y no los olvidase. Y lo logré. Hablé con mi productor Javier León, lo lanzamos y funcionó muy bien. Fue un ejercicio de memoria con mi madre». Ahora está inmersa en su nuevo disco, 'La mujer sin karma', que saldrá a finales de año y que estará compuesto por 14 canciones totalmente autobiográficas en las que abordara situaciones, buenas y malas, de su vida: «Siempre he hecho música para divertir y entretener. Quiero un discazo bueno, de gran calidad y personal».

Entre los temas habrá dos que cobran especial interés en la crónica social: una sobre la nula relación que tiene con su prima, la presentadora Pilar Rubio y otra sobre la historia de amor que vivió con Camilo Blanes, el primogénito de Camilo Sesto. «'La prima que más se arrima' va dedicada a Pilar Rubio en la que cuento verdaderamente como es ella. Lo que tendría que hacer es dejar de hacerse fotos vestida de Chanel en la nieve y preocuparse de su familia, la que la ha cuidado desde pequeña». Además, confiesa que está decepcionada ya que «hemos pasado la infancia juntas y hemos disfrutado mucho. Cuando consiguió el estatus que quería, renegó de todo el mundo».

El tema que dedica a Blanes se llama 'Camilo, Camilín' y en él narra «la relación de idas y venidas» que han tenido a lo largo de estos años. Eso sí, en la actualidad, según cuenta, «hemos perdido el contacto porque me he cansado. Es muy duro estar siempre intentando ayudar y que su madre, Lourdes Ornelas, esté encima de él. Lo controla muchísimo». Tanto que Camilo «iba sacar un nuevo disco con Sony y su madre lo tiró por la borda. Quiere recluirle». Además, Rapado señala que «quiere tener todo para ella y nunca va a pasar. Camilo Sesto lo dejó claro en el testamento». «Lourdes es la mano que mece la cuna de la casa de Torrelodones», sentencia.