Así es la lujosa mansión de Carolina de Mónaco: seis habitaciones, piscina privada y amplios jardines
La hermana mayor del Príncipe Alberto cumple 68 años refugiada en la villa Le Clos-Saint Pierre y alejada de la atención mediática de su familia
Carolina de Mónaco, rota en de dolor en el adiós a su suegra y arropada por sus hijos

Carolina de Mónaco celebra sus 68 años como uno de los pilares de la Casa Real de Mónaco. La hermana mayor del Príncipe Alberto no solo es una figura central en el ámbito cultural y político del principado, sino también un ejemplo de discreción y elegancia, características que la han definido desde su infancia.
A lo largo de su vida, supo ganarse el respeto y la admiración de su familia y del pueblo monegasco. A pesar que su relación con la Princesa Charlène no ha sido siempre fácil, ambas han mantenido una convivencia cordial en los últimos año, especialmente tras el regreso de la princesa consorte tras su delicado episodio de salud. Sin embargo, la influencia de Carolina sigue siendo incuestionable: es la persona a la que el Príncipe Alberto le consulta sus decisiones claves. «Confío mucho en ella, es extremadamente brillante y sensata», confesó a la revista 'Hello' durante una entrevista.
Culturalmente, Carolina ha asumido el legado de su madre, la icónica Grace Kelly, liderando iniciativas como el Ballet de Montecarlo, la Orquesta Filarmónica de Montecarlo y el Festival de Primavera de las Artes de Montecarlo. En noviembre pasado, fue nombrada como madrina del portal culture.mc, consolidando su compromiso y posición como la «embajadora natural del Principado en cultura y artes», según 'Mónaco Tribune'.
A pesar que la princesa continúa activa en su vida pública, su privacidad ha sido una de sus prioridades desde siempre. Por tal motivo, se trasladó a la villa Le Clos-Saint Pierre, un refugio de serenidad en Mónaco Ville que le permite desconectarse de la mediática vida de su familia. La impresionante residencia fue un regalo de su padre, Rainiero III, en 1978, y desde entonces se ha convertido en su santuario.

La lujosa mansión de Carolina
La arquitectura de Le Clos-Saint Pierre está inspirado en Belle Époque. Su peculiar fachada en tonos pastel, columnas de mármol y balcones blancos reflejan el estilo clásico y la elegancia que distinguen a su propietaria. En el interior, la mansión cuenta con muebles clásicos con toques modernos, que dan un ambiente refinado. Además, cuenta con seis amplias habitaciones, tres salones, una gran biblioteca y varias salas de estar para recibir a sus visitas.
Una de las características más llamativas de la vivienda son sus ventanales, los cuales permiten el ingreso de luz natural y ofrecen espectaculares vistas de los jardines que rodean la mansión. También dispone de una piscina privada.

Le Clos-Saint Pierre no es solo la residencia de Carolina, sino también un espacio lleno de recuerdos para la princesa. Fue en esta mansión donde vivió su matrimonio con Stefano Casiraghi y crió a sus tres hijos: Andrea, Carlota y Pierre, equipando la casa con anexos adicionales para garantizar la privacidad de cada miembro de su familia.
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