Ana Obregón cumple 70 años: su vida marcada por sus sonados romances, polémicas portadas y la pérdida de su hijo
Desde el nacimiento de su nieta, para la actriz ahora cumplir años es un «privilegio»
Ana Obregón: «Vuelvo a vivir las Navidades, tengo toda la casa llena de luces por Anita»

Este 18 de marzo, Ana Obregón sopla las velas de su 70 cumpleaños, pero pueden ser menos porque hubo ocasiones en las que no las sopló. En realidad, esta es la segunda vez que la actriz celebra «ilusionada» la fecha de hoy después de la dura pérdida de su hijo Aless Lequio que marcó para siempre su vida, una en la que no hay momento en que no le tenga presente. «Desde que mi hijo me dejó, no volví a celebrar mi cumpleaños hasta el año pasado, que ya estaba Anita», reconoce a 'La Razón' quien se reúne con sus hermanos y nieta. Para ella, ahora «cumplir años es un privilegio», una enseñanza que adquirió de Aless y con la que es inevitable echar la vista atrás a través de siete décadas de historia de una indiscutible protagonista de la crónica social.
Aunque apodada familiarmente como 'Antoñita la fantástica' por lo mucho que deseaba cumplir su sueño de ser actriz, uno por el que incluso estudiaba Biológicas para contentar a su padre, la carrera que se labró Obregón entre romances tiene poco de fantasía y mucho de oportunidades con gran éxito. 'Cuba', su debut en el cine, 'Tres mujeres de hoy', 'Hijos de papá' y 'Otra vez adiós', condujeron a Ana directamente a Estados Unidos donde, además de convivir con Julio Iglesias, 'Bolero' y 'El Equipo A' terminaron de definir la popularidad de una artista que no esperaba que una serie que llevaba su nombre ('Ana y los siete') hipnotizase a España.
En la serie, Ana trataba de ocultar su doble vida mientras en la realidad no podía pasar desapercibida de los medios de comunicación, que casi sirven de hemeroteca para recordar su largo historial amoroso. A través de Merry Martínez-Bordiú conoció primero a Francis Franco, pero su romance marcado por las portadas y la fama de ligón de él terminaba rompiendo el corazón de la actriz que años más tarde encontraría de nuevo la ilusión por el amor en Miguel Bosé, para ella uno de sus grandes amores a los que nunca le hubiese dicho que no a una boda. Una coincidencia en un rodaje y un matrimonio en crisis favorecieron que surgiese después el amor entre Ana Obregón y el conde Alessandro Lequio, casado entonces con Antonia Dell' Atte. «Él me necesitaba, igual que yo a él», reconocía Ana sobre el inicio de su relación con el padre de su hijo y responsable de las siguientes lágrimas de la actriz tras protagonizar una infidelidad.
El futbolista Davor Suker, «un hombre generoso, honesto, con la humildad de los grandes, que aceptaba y admiraba mi carrera y, sobre todo, que no pretendía cambiarme», ocupaba también el corazón de la intérprete de manera oficial con una portada en la que hablaron de planes de boda y familiares. Más portadas ocupó, si cabe, su romance con el modelo Darek en los años 2000. Ana y él se entendían «por señas porque habla raro», pero también por las exclusivas que protagonizaron. Además de otros reconocidos nombres con quien fue vinculada, peor lo pasó Ana con Micky Molina al ser fotografiada en un coche. Un empresario, un oftalmólogo o el ex de Carmen Morales también formaron parte de la vida sentimental de Obregón.
Fruto del amor, la actriz vivó complicados enfrentamientos públicos con la ex de Lequio o su amiga Susana Uribarri. Pero además atravesó la dura pérdida de Fernando Martín, con quien se planteó también ser madre. Sólo de Aless Lequio estuvo embarazada y su nacimiento y posterior persecución de la prensa dejaron los momentos más controvertidos de Obregón en los medios de comunicación. Por su exposición, Ana logró un hito, que se pixelase en prensa el rostro del menor, una ley que se aplicó más tarde y por la que sólo con autorización de los progenitores un menor puede aparecer sin que se le distorsione el rostro.
Hombre de su vida, sin duda el fallecimiento a los 27 años de Aless a causa de un cáncer por el que sus padres se volcaron durante varios años dejó desolada a Obregón y con la misión de honrar su memoria continuando su legado. «Se apagó mi vida. ¿Qué puedo decirte, hijo? Que eres/eras mi vida y ahora ya no hay nada. Que perder un hijo es morir y tener la obligación de vivir», expresó. Entonces, Ana se refugió en su casa y sólo reapareció en el funeral de su hijo y en las Campanadas de 2020. Un año más tarde, la pérdida de sus padres con pocos meses de diferencia marcaban para siempre su presente, del que resurgió con ganas de vivir por su nieta.
Si por algo puede recordarse a Ana Obregón además de sus trabajos en la pequeña y gran pantalla o sus sonados romances, es por el dúo que formó con Ramón García para dar las Campanadas en varias ocasiones, la última con él en el año 2022, y por sus míticos posados veraniegos sin los que, se decía, no empezaba la época estival oficialmente. Cada verano, eran habituales sus fotografías en bikini que recuperaba el año pasado con motivo de estar su nieta Anita presente en su vida. Fue la portada con la que presentó a la hija de Aless al mundo la que acaparó horas y horas de televisión no exentas de polémica. Con su nieta, Ana ya ha protagonizado varias portadas en las que comparte su faceta como madre y abuela ilusionada por mantener viva la memoria de su hijo. «Ahora es mi obligación estar feliz para ella, y además, mi estabilidad emocional depende de ver crecer feliz a esta niña», contaba cómo se ha recuperado poco a poco de lo vivido en el pasado.
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete
Esta funcionalidad es sólo para suscriptores
Suscribete