Mi hijo tiene muy mala letra, ¿debo preocuparme?

En su opinión, la mala letra en la etapa de Educación Primaria (y antes) suele estar relacionada con la presencia de dificultades en aspectos motrices: reflejos no integrados, insuficiente motricidad fina (de los dedos), poca flexibilidad de la muñeca, mala coordinación ojo-mano... « Todo eso afecta, a su vez, al aprendizaje en general. Lo más importante es entender que la mala letra se produce como consecuencia de la inmadurez de los aspectos sensomotrices, que son básicos para el éxito escolar. La mala letra es un síntoma más, no la causa de los problemas de aprendizaje», asegura.

Explica que como en la adolescencia es cuando se va forjando la personalidad, «es en este momento en el que se define el tipo de escritura. Pero que sea a unos años u otros depende mucho de la madurez de cada uno».

Lo que tiene claro esta experta es que nunca es tarde para aprender, «pero lo cierto es que hay períodos más favorables dependiendo del tipo de aprendizaje. La edad óptima para que aprendamos a hacer una letra bella y legible suele situarse entre los 7 y 9 años. E l uso precoz de las pantallas es uno de los grandes hándicaps para el correcto aprendizaje de la lectoescritura. Significa empezar la casa por el tejado y, sin duda, traerá consecuencias negativas a medio plazo», advierte.